Text 61
ei — mahā-bhāgavata, yāṅhāra darśane
vrajendra-nandana-smṛti haya sarva-jane
ei—he aquí; mahā-bhāgavata—un devoto de primera categoría; yāṅhāra darśane—por ver a quien; vrajendra-nandana—del hijo del rey de Vraja; smṛti—recuerdo; haya—se vuelve; sarva-jane—para todos.
«He aquí a un gran devoto —dijo Śrī Caitanya Mahāprabhu—. Al verle, todos pueden recordar a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, el hijo de Mahārāja Nanda.»
SIGNIFICADO: En su Anubhāṣya, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura dice que el materialista piensa erróneamente que el cuerpo y la mente son la fuente del disfrute material. En otras palabras, el materialista acepta el concepto corporal de la vida. Śrī Caitanya Mahāprabhu no tenía del hijo de Mahārāja Pratāparudra la idea de que, por ser hijo de un materialista, también él era un materialista. Ni Se consideraba a Sí mismo el disfrutador. Los filósofos māyāvādīs cometen un gran error cuando piensan que la forma trascendental del Señor, sac-cid-ānanda-vigraha, es como un cuerpo material. En el ámbito trascendental no existe contaminación material, ni hay posibilidad alguna de imaginar espiritualidad en la materia. La materia no se puede considerar espíritu. Como indican las palabras técnicas bhauma ijya-dhīḥ (Bhāg. 10.84.13), los materialistas māyāvādīs imaginan la forma de Dios en la materia, aunque, conforme a su imaginación, Dios es ilimitado y sin forma. Eso no es más que especulación mental. Śrī Caitanya Mahāprabhu, a pesar de ser la Suprema Personalidad de Dios, Se situó en la posición de una gopī. Además, aceptó al hijo del rey como si fuese directamente el hijo de Mahārāja Nanda, Vrajendra-nandana Hari. Ésa es la visión perfecta, conforme a las directrices de la cultura védica, tal como se confirma en la Śrīmad Bhagavad-gītā (5.18): paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ. Esa aceptación de la Verdad Absoluta conforme a la filosofía vaiṣṇava se explica en el Muṇḍaka Upaniṣad (3.2.3) y en el Kaṭha Upaniṣad (1.2.23) con las siguientes palabras:
nāyam ātmā pravacanena labhyo
na medhayā na bahunā śrutena
yam evaiṣa vṛṇute tena labhyas
tasyaiṣa ātmā vivṛṇute tanūṁ svām
«Al Señor Supremo no se Le obtiene mediante explicaciones expertas, ni mediante una vasta inteligencia, ni siquiera por escuchar mucho. A Él sólo Le obtienen aquellos a quienes Él mismo elige. A esas personas, Él les manifiesta Su propia forma».
La entidad viviente está enredada en la existencia material debido a que carece de esa visión espiritual. Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura, en una canción de su Kalyāṇa-kalpataru dice: saṁsāre āsiyā prakṛti bhajiyā ‘puruṣa’ abhimāne mari. Cuando la entidad viviente viene al mundo material, se cree el disfrutador. Debido a ello, se va enredando cada vez más.