Text 65
līlāveśe prabhura nāhi nijānusandhāna
icchā jāni ‘līlā śakti’ kare samādhāna
līlā-āveśe—en el éxtasis de los pasatiempos trascendentales; prabhura—de Śrī Caitanya Mahāprabhu; nāhi—no había; nija-anusandhāna—comprensión de Su propia persona; icchā jāni—conociendo Su deseo; līlā śakti—la potencia denominada līlā-śakti; kare—hace; samādhāna—todo lo necesario.
En verdad, la Personalidad de Dios Se olvidó de Sí mismo en el curso de Sus trascendentales pasatiempos, pero Su potencia interna [līlā-śakti], que conocía las intenciones del Señor, hizo todo lo necesario.
SIGNIFICADO: En los Upaniṣads se afirma:
parāsya śaktir vividhaiva śrūyate
svābhāvikī jñāna-bala-kriyā ca
«El Señor Supremo tiene múltiples potencias que actúan de forma tan perfecta que Su sola voluntad basta para dirigir toda conciencia, toda fuerza y toda actividad» (Śvetāśvatara Up. 6.8).
Śrī Caitanya Mahāprabhu manifestó Su poder místico con Su presencia simultánea en todos los grupos de saṅkīrtana. La mayor parte de la gente pensaba que era uno solo, pero algunos veían que Él era muchos. Los devotos internos se daban cuenta de que el Señor, aunque era uno, Se manifestaba como muchos en los distintos grupos de saṅkīrtana. Cuando danzó, Śrī Caitanya Mahāprabhu Se olvidó de Sí mismo y quedó absorto en bienaventuranza extática. Su potencia interna, sin embargo, lo dispuso todo a la perfección. Ésa es la diferencia entre las potencias interna y externa. En el mundo material, la potencia externa (la energía material) puede actuar sólo después de que realicemos grandes esfuerzos, pero, cuando el Señor Supremo desea algo, la potencia interna lo hace todo por sí sola. Por voluntad del Señor, las cosas suceden de modo tan perfecto y organizado, que parecen producirse solas. A veces, las actividades de la potencia interna se manifiestan en el mundo material. De hecho, todas las actividades de la naturaleza material son en realidad obra de las inconcebibles energías del Señor, pero los supuestos científicos y estudiosos de la naturaleza material no pueden entender cómo ocurren las cosas en última instancia. Su conclusión, que en realidad es una evasiva, es que todo lo hace la naturaleza, pero no saben que tras la naturaleza está la Suprema Personalidad de Dios, la fuente del poder. Así lo explica el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā:
mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya jagad viparivartate
«Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, actúa bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kuntī!, y produce todos los seres móviles e inmóviles. Bajo su control, se crea y se aniquila una y otra vez esta manifestación cósmica» (Bg. 9.10).