Text 264
ṣāṭhīre kaha — tāre chāḍuka, se ha-ila ‘patita’
‘patita’ ha-ile bhartā tyajite ucita
ṣāṭhīre kaha—haz saber a Ṣāṭhī; tāre chāḍuka—que le abandone; se ha-ila—él se ha vuelto; patita—caído; patita ha-ile—cuando alguien cae; bhartā—ese esposo; tyajite—abandonar; ucita—es el deber.
«Di a mi hija Ṣāṭhī que abandone toda relación con su marido, pues ha caído muy bajo. Cuando el esposo se degrada, la esposa tiene el deber de abandonar la relación.
SIGNIFICADO: Śrīla Sārvabhauma Bhaṭṭācārya consideró que, en caso de matar a Amogha, quien lo hiciera tendría que sufrir reacciones pecaminosas por matar el cuerpo de un brāhmaṇa. Por la misma razón, el suicidio del propio Bhaṭṭācārya también habría sido indeseable, pues también él era un brāhmaṇa. Como ninguna de las dos posturas era factible, el Bhaṭṭācārya decidió abandonar su relación con Amogha y no volver a ver su cara nunca más.
En lo que se refiere a matar el cuerpo de un brāhmaṇa, el Śrīmad-Bhāgavatam (1.7.53) presenta la siguiente afirmación:
śrī-bhagavān uvāca
brahma-bandhur na hantavya ātatāyī vadhār-haṇaḥ
«La Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa dijo: “No se debe matar a un brahma-bandhu, pero, si agrede, sí hay que matarle”».
Citando el smṛti, Śrīla Śrīdhara Svāmī ofrece el siguiente comentario de esta cita del Śrīmad-Bhāgavatam:
ātatāyinam āyāntam api vedānta-pāragam
jighāṁ santaṁ jighāṁsīyān na tena brahma-hā bhavet
«“Un agresor que intenta matar puede que sea un sabio erudito muy versado en el Vedānta, pero, puesto que su envidia le lleva a matar a otros, debe ser matado. En ese caso no es pecaminoso matar a un brāhmaṇa”».
En el Śrīmad-Bhāgavatam (1.7.57), se afirma además:
vapanaṁ draviṇādānaṁ sthānān niryāpaṇaṁ tathā
eṣa hi brahma-bandhūnāṁ vadho nānyo ’sti daihikaḥ
«Los castigos prescritos para el brahma-bandhu son: cortarle el cabello, despojarle de sus riquezas y echarle de su residencia. Nunca se ordena matar el cuerpo».
En lo que se refiere a Ṣāṭhī, la hija de Sārvabhauma Bhaṭṭācārya, el consejo que recibió fue abandonar la relación con su esposo. En este contexto, el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.18) afirma: na patiś ca syān na mocayed yaḥ samupeta-mṛtyum: «Nadie debe asumir el papel de esposo si no puede liberar de la muerte inevitable a quienes dependen de él». Una persona que no es consciente de Kṛṣṇa y que carece de poder espiritual no puede proteger a su esposa de la senda del ciclo de nacimientos y muertes. Por consiguiente, no se le puede aceptar como esposo. La esposa debe dedicar a Kṛṣṇa su vida y todo lo que posee para seguir progresando en conciencia de Kṛṣṇa. Si su esposo abandona el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y ella rompe su relación con él, está siguiendo los pasos de las dvija-patnīs, las esposas de los brāhmaṇas que celebraban sacrificios. Una esposa que corta esa relación no es objeto de condena. En relación con esto, Śrī Kṛṣṇa tranquiliza a las dvija-patnīs en el Śrīmad-Bhāgavatam (10.23.31-32) con las siguientes palabras:
patayo nābhyasūyeran pitṛ-bhrātṛ-sutādayaḥ
lokāś ca vo mayopetā devā apy anumanvate
na prītaye ’nurāgāya hy aṅga-saṅgo nṛṇām iha
tan mano mayi yuñjānā acirān mām avāpsyatha
«Mis queridas dvija-patnīs, estad tranquilas de que vuestros esposos no os repudiarán cuando regreséis, y tampoco vuestros hermanos, hijos o padres. Como sois Mis devotas puras, no sólo vuestros familiares, sino la gente en general, y también los semidioses, se sentirán satisfechos con vosotras. El amor trascendental por Mí no está supeditado a las relaciones corporales; todo aquel cuya mente esté constantemente absorta en Mí vendrá a Mí muy pronto, sin duda alguna, para estar conmigo eternamente».