Text 277
uṭhaha, amogha, tumi lao kṛṣṇa-nāma
acire tomāre kṛpā karibe bhagavān
uṭhaha—levántate; amogha—Amogha; tumi—tú; lao—canta; kṛṣṇa-nāma—el santo nombre del Señor Kṛṣṇa; acire—muy pronto; tomāre—a ti; kṛpā—misericordia; karibe—concederá; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios.
«Así pues, Amogha, ¡levántante y canta el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa! Si lo haces, Kṛṣṇa te concederá Su misericordia sin lugar a dudas.»
SIGNIFICADO: La Verdad Absoluta se percibe en tres fases: El Brahman impersonal, Paramātmā y la Suprema Personalidad de Dios, Bhagavān. Todas ellas son una misma verdad única, pero el Brahman, Paramātmā y Bhagavān constituyen tres aspectos distintos. A aquel que comprende el Brahman se le denomina brāhmaṇa, y al brāhmaṇa que se ocupa en el servicio devocional del Señor se le denomina vaiṣṇava. Mientras no se alcance la comprensión de la Suprema Personalidad de Dios, la comprensión del Brahman impersonal es imperfecta. El brāhmaṇa puede cantar el mantra Hare Kṛṣṇa en el nivel de nāmābhāsa, pero no en el plano de la vibración pura. Cuando un brāhmaṇa se ocupa en el servicio del Señor, entendiendo plenamente su relación eterna, su servicio devocional se denomina abhidheya. De quien alcanza esa etapa se dice que es un bhāgavata, un vaiṣṇava. Eso indica que está libre de contaminación y de apego material. Así lo confirma el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā (7.28):
yeṣāṁ tv anta-gataṁ pāpaṁ janānāṁ puṇya-karmaṇām
te dvandva-moha-nirmuktā bhajante māṁ dṛḍha-vratāḥ
«Aquellos que han observado una conducta piadosa en vidas anteriores y en la presente, y cuyas actividades pecaminosas están completamente erradicadas, se liberan de las dualidades de la ilusión y se ocupan en Mi servicio con determinación».
Que un brāhmaṇa sea muy sabio y erudito no significa que esté libre de la contaminación material. La contaminación del brāhmaṇa, sin embargo, se halla bajo la influencia de la modalidad de la bondad. En el mundo material hay tres modalidades: bondad, pasión e ignorancia; todas ellas no son más que distintos grados de contaminación. A un brāhmaṇa no se le puede considerar vaiṣṇava mientras no trascienda esa contaminación y se eleve al plano del servicio devocional puro. El impersonalista puede ser consciente del aspecto de la Verdad Absoluta como Brahman impersonal, pero sus actividades se dan en el plano impersonal. A veces imagina una forma del Señor (saguṇa-upāsanā), pero ese intento, a la hora de alcanzar la iluminación plena, nunca da resultado. Puede que el impersonalista se considere brāhmaṇa, y puede que se haya situado bajo la influencia de la modalidad de la bondad, pero, aun así, sigue condicionado por una de las modalidades de la naturaleza material. Eso significa que todavía no se ha liberado, pues no se puede alcanzar la liberación mientras no se esté completamente libre de las modalidades. En todo caso, la filosofía māyāvāda mantiene a la persona en estado condicionado. Cuando, gracias al proceso de iniciación, el iniciado se eleva al nivel de vaiṣṇava, alcanza también el nivel de brāhmaṇa. No hay la menor duda al respecto. Así lo confirma el Garuḍa Purāṇa:
brāhmaṇānāṁ sahasrebhyaḥ satra-yājī viśiṣyate
satra-yāji-sahasrebhyaḥ sarva-vedānta-pāragaḥ
sarva-vedānta-vit-koṭyā viṣṇu-bhakto viśiṣyate
«De entre muchos miles de brāhmaṇas, tal vez uno se capacite para celebrar yajñas. De muchos miles de esos brāhmaṇas cualificados, tal vez uno conozca perfectamente la filosofía vedānta. Entre muchos millones de sabios bien versados en el Vedānta, tal vez uno sea un viṣṇu-bhakta, un devoto del Señor Viṣṇu. Ése es el más excelso».
Nadie que no sea un brāhmaṇa perfectamente cualificado puede avanzar en la ciencia espiritual. El verdadero brāhmaṇa nunca siente envidia de los vaiṣṇavas. Si siente envidia, se le considera un neófito imperfecto. Los brāhmaṇas impersonalistas siempre están en contra de los principios vaiṣṇavas. Sienten envidia de los vaiṣṇavas, porque no conocen el objetivo de la vida. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum. Sin embargo, cuando el brāhmaṇa se eleva a la posición de vaiṣṇava, la dualidad desaparece. El brāhmaṇa que no se eleva hasta ese nivel, ciertamente cae del nivel de brāhmaṇa. Así lo confirma el Śrīmad-Bhāgavatam (11.5.3): na bhajanty avajānanti sthānād bhraṣṭāḥ patanty adhaḥ.
De hecho, en la era de Kali, la era actual, podemos ver que muchos supuestos brāhmaṇas sienten envidia de los vaiṣṇavas. Para los brāhmaṇas contaminados por Kali, la adoración de la Deidad es una fantasía: arcye viṣṇau śilā-dhīr guruṣu nara-matir vaiṣṇave jāti-buddhiḥ. Superficialmente, esos brāhmaṇas contaminados se imaginan una forma del Señor, pero en realidad creen que la Deidad del templo está hecha de piedra o de madera. De modo similar, para esos brāhmaṇas contaminados, el guru es un ser humano corriente, y cuando el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa crea un vaiṣṇava, ponen objeciones. Muchos supuestos brāhmaṇas tratan de enfrentarse a nosotros diciendo: «¿Cómo puede usted convertir en brāhmaṇa a un europeo o un americano? Sólo es brāhmaṇa quien nace en familia de brāhmaṇas. No se ponen a pensar que eso no está escrito en ninguna Escritura revelada. En la Bhagavad-gītā (4.13), el Señor Kṛṣṇa dice concretamente: cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ: «Conforme a las tres modalidades de la naturaleza material y las actividades asociadas con ellas, , Yo creé las cuatro divisiones de la sociedad humana».
El brāhmaṇa no es, por lo tanto, un resultado del sistema de castas. Sólo es brāhmaṇa quien reúne las que caracterizan al brāhmaṇa. Del mismo modo, el vaiṣṇava no pertenece a ninguna casta en particular, sino que su categoría viene determinada por el hecho de ofrecer servicio devocional.