Text 238
markaṭa-vairāgya nā kara loka dekhāñā
yathā-yogya viṣaya bhuñja’ anāsakta hañā
markaṭa-vairāgya—renunciación de mono; nā kara—no hagas; loka—a la gente; dekhāñā—haciendo alarde; yathā-yogya—como sea adecuado; viṣaya—de las cosas materiales; bhuñja’—disfruta; anāsakta—sin apego; hañā—estando.
«No debes hacer de ti un devoto de exhibición ni un falso renunciante. Por ahora, disfruta del mundo material de un modo adecuado y no te apegues a él.»
SIGNIFICADO: En este verso es muy importante la palabra markaṭa-vairāgya, que se refiere a la falsa renunciación. En su comentario de esta palabra, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala que los monos manifiestan una renuncia externa al negarse a vestir y al vivir desnudos en el bosque. De este modo, se consideran renunciantes, pero en realidad se encuentran muy ocupados en la complacencia de los sentidos con decenas de monas. Esta clase de renuncia se llama markaṭa-vairāgya, la renuncia del mono. No se puede renunciar verdaderamente a menos que se desarrolle repulsión por las actividades materiales y se las considere un obstáculo para el avance espiritual. La renunciación no debe ser phalgu, temporal, sino que debe mantenerse durante toda la vida. La renunciación temporal, la renunciación del mono, es como la que se siente al visitar un crematorio. A veces, la persona que lleva un cadáver al crematorio piensa: «Si el cuerpo va a tener este final, ¿por qué trabajo día y noche con tanto esfuerzo?». Esos sentimientos surgen de modo natural en la mente de todo el que visita un ghāṭa crematorio. Sin embargo, nada más regresar del crematorio, esa misma persona vuelve a ocuparse en actividades materiales en busca del placer de los sentidos. Eso se llama śmaśāna-vairāgya, o markaṭa-vairāgya.
Para ofrecer servicio al Señor, podemos aceptar aquello que sea necesario. Viviendo de ese modo, podemos alcanzar la verdadera renuncia. El Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.108) dice:
yāvatā syāt sva-nirvāhaḥ svī-kuryāt tāvad artha-vit
ādhikye nyūnatāyāṁ ca cyavate paramārthataḥ
«Debemos aceptar lo imprescindible para vivir, pero no debemos aumentar esas necesidades de modo superfluo, aunque tampoco debemos disminuirlas de forma artificial. Simplemente debemos aceptar lo que necesitemos para nuestro progreso espiritual».
En su Durgama-saṅgamanī, Śrī Jīva Gosvāmī comenta que la palabra sva-nirvāhaḥ en realidad significa sva-sva-bhakti-nirvāhaḥ. El devoto experimentado solamente aceptará aquellas cosas materiales que le ayuden a ofrecer servicio al Señor. El Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.256) explica la renunciación, markaṭa-vairāgya, o phalgu-vairāgya, con las siguientes palabras:
prāpañcikatayā buddhyā hari-sambandhi-vastunaḥ
mumukṣubhiḥ parityāgo vairāgyaṁ phalgu kathyate
«Cuando las personas deseosas de alcanzar la liberación renuncian a cosas que están relacionadas con la Suprema Personalidad de Dios porque las consideran materiales, su renunciación se dice que es incompleta». Todo lo que es favorable para ofrecer servicio al Señor debe aceptarse, y no hay que rechazarlo considerándolo material. Yukta-vairāgya, la renunciación adecuada, se explica de la siguiente forma:
anāsaktasya viṣayān yathārham upayuñjataḥ
nirbandhaḥ kṛṣṇa-sambandhe yuktaṁ vairāgyam ucyate
«Todo debe aceptarse para el servicio del Señor, y no para complacer los propios sentidos. La renunciación de aquel que acepta algo sin apego, debido a la relación de ese objeto con Kṛṣṇa, recibe el nombre de yukta-vairāgya». Como Kṛṣṇa es la Verdad Absoluta, todo lo que se acepta para Su servicio también es la Verdad Absoluta.
Śrī Caitanya Mahāprabhu emplea la palabra markaṭa-vairāgya para referirse a los supuestos vaiṣṇavas que se visten con taparrabos tratando de imitar a Śrīla Rūpa Gosvāmī. Esa clase de personas llevan una bolsa con el rosario y rezan, pero en su corazón están siempre pensando en conseguir mujeres y dinero. Sin que los demás lo sepan, esos markaṭa-vairāgīs mantienen mujeres, pero externamente se presentan como renunciantes. Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba muy en contra de esos markaṭa-vairāgīs o seudo vaiṣṇavas.