Text 65
tāhāṅ siddhi kare — hena anye nā dekhiye
āmāra ‘duṣkara’ karma, tomā haite haye
tāhāṅ—allí; siddhi—éxito; kare—hace; hena—semejante; anye—otra persona; nā—no; dekhiye—Yo veo; āmāra—Mía; duṣkara—difícil de llevar a cabo; karma—labor; tomā—Ti; haite—de; haye—alcanza el éxito.
Śrī Caitanya Mahāprabhu continuó: «Tú puedes hacer una labor que ni siquiera Yo puedo hacer. Excepto Tú, no sé de nadie en Gauḍa-deśa que pueda cumplir con Mi misión en ese lugar».
SIGNIFICADO: La misión del Señor Caitanya es liberar a las almas caídas de esta era. En la era de Kali, prácticamente el ciento por ciento de la población ha caído muy bajo. Ciertamente, Śrī Caitanya Mahāprabhu liberó a muchas almas caídas, pero la mayoría de Sus discípulos procedían de las clases superiores. Liberó, por ejemplo, a Śrīla Rūpa Gosvāmī, a Sanātana Gosvāmī, a Sārvabhauma Bhaṭṭācārya y a muchos otros, que, aunque socialmente eran elevados, desde el punto de vista espiritual habían caído muy bajo. Śrīla Rūpa y Sanātana Gosvāmīs tenían cargos en el gobierno, y Sārvabhauma Bhaṭṭācārya era el más eminente erudito de la India. Del mismo modo, Prakāśānanda Sarasvatī era el líder de muchos miles de sannyāsīs māyāvādīs. Fue Śrīla Nityānanda Prabhu, sin embargo, quien liberó a personas como Jagāi y Mādhāi. Por esa razón, el Señor Caitanya dice: āmāra ‘duṣkara’ karma, tomā haite haye. Jagāi y Mādhāi se liberaron únicamente por la misericordia de Nityānanda Prabhu. Cuando agredieron a Nityānanda Prabhu, el Señor Caitanya Se enfadó y decidió matarles con Su cakra Sudarśana, pero Nityānanda Prabhu les salvó de la ira del Señor y les liberó. En la encarnación de Gaura-Nitāi, la misión del Señor no es matar a los demonios, sino liberarles con la prédica de conciencia de Kṛṣṇa. En el caso de Jagāi y Mādhāi, Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba tan enfadado que les hubiera matado inmediatamente, pero Nityānanda Prabhu fue tan bondadoso que, no sólo les salvó de la muerte, sino que les elevó a la posición transcendental. Así, lo que a Śrī Caitanya Mahāprabhu Le resultó imposible, Nityānanda Prabhu lo llevó a cabo.
Del mismo modo, si somos fieles al servicio de Gaura-Nitāi en la sucesión discipular, podemos superar incluso el servicio de Nityānanda Prabhu. Así es el proceso de sucesión discipular. Nityānanda Prabhu liberó a Jagāi y Mādhāi, pero el sirviente de Nityānanda Prabhu, por Su gracia, puede liberar a muchos miles de Jagāis y Mādhāis. Ésa es la bendición especial de la sucesión discipular. Se puede ver quien está situado en la sucesión discipular por el resultado de sus actividades. Eso es siempre cierto en lo que se refiere a las actividades del Señor y de Sus devotos. Por eso el Señor Śiva dice:
ārādhanānāṁ sarveṣāṁ viṣṇor ārādhanaṁ param
tasmāt parataraṁ devi tadīyānāṁ samarcanam
«De todas las formas de adoración, la mejor es la adoración del Señor Viṣṇu; pero mejor que adorar al Señor Viṣṇu es adorar a Su devoto, el vaiṣṇava» (Padma Purāṇa).
Por la gracia de Viṣṇu, el vaiṣṇava puede ofrecer un servicio mejor que el propio Viṣṇu; ésa es la prerrogativa especial del vaiṣṇava. El Señor en realidad desea ver que las actividades de Sus sirvientes son aún más gloriosas que las Suyas propias. En la batalla de Kurukṣetra, por ejemplo, Śrī Kṛṣṇa hizo luchar a Arjuna porque, conforme al plan de Kṛṣṇa, todos los guerreros allí presentes estaban destinados a morir en la batalla. Kṛṣṇa no quería el mérito para Sí mismo; prefirió que la gloria fuese para Arjuna. Por eso le pidió que luchase y se ganase la fama:
tasmāt tvam uttiṣṭha yaśo labhasva
jitvā śatrūn bhuṅkṣva rājyaṁ samṛddham
mayaivaite nihatāḥ pūrvam eva
nimitta-mātraṁ bhava savya-sācin
«Por lo tanto, levántate. Prepárate para pelear y gánate la gloria. Conquista a tus enemigos y disfruta de un reino floreciente. Ellos ya han sido destinados a morir por disposición Mía, y tú, ¡oh, Savyasācī!, no vas a ser más que un instrumento en la contienda» (Bg. 11.33).
De ese modo, la Suprema Personalidad de Dios cubre de gloria al devoto que lleva a cabo a la perfección una tarea difícil. Hanumānjī, Vajrāṅgajī, el sirviente del Señor Rāmacandra, también puede servirnos como ejemplo. Hanumānjī cruzó el mar de un salto y llegó desde la costa de Bhārata-varṣa a la de Laṅkā. Cuando el Señor Rāmacandra decidió ir allí, construyó un camino de piedras; aunque eran piedras que, por Su voluntad, flotaban sobre el mar. Si simplemente seguimos las instrucciones de Śrī Caitanya Mahāprabhu y los pasos de Śrī Nityānanda Prabhu, el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa puede progresar, y, si sus predicadores permanecen fieles en el servicio del Señor, podrán realizar tareas aún más difíciles.