Text 104
sādhu-saṅga, kṛṣṇa-kṛpā, bhaktira svabhāva
e tine saba chāḍāya, kare kṛṣṇe ‘bhāva’
sādhu-saṅga—la relación con devotos; kṛṣṇa-kṛpā—la misericordia del Señor Kṛṣṇa; bhaktira—del servicio devocional; svabhāva—la naturaleza; e tine—ésas tres; saba chāḍāya—hacen abandonar todo lo demás; kare—hacen; kṛṣṇe—al Señor Kṛṣṇa; bhāva—los asuntos amorosos.
«La relación con un devoto, la misericordia de Kṛṣṇa y la naturaleza del servicio devocional ayudan a abandonar toda compañía indeseable y a alcanzar paso a paso la elevación al plano del amor por Dios.
SIGNIFICADO: Este verso hace referencia a la relación con devotos puros, la misericordia de Kṛṣṇa y el ofrecer servicio devocional. Todo ello nos ayuda a abandonar la compañía de no devotos y la opulencia material que nos ofrece la energía externa, māyā. El devoto puro nunca se siente atraído por la opulencia material, pues entiende que perder el tiempo en adquirir opulencias materiales es desperdiciar el don de la vida humana. El Śrīmad-Bhāgavatam dice: śrama eva hi kevalam. A los ojos del devoto, los políticos, los que sirven a causas sociales, los filántropos, filósofos y humanitaristas simplemente pierden el tiempo, pues, con sus actividades y su propaganda, la sociedad humana no se libera del ciclo de nacimientos y muertes. Esos supuestos filántropos, políticos y filósofos no tienen conocimiento, pues no saben que hay vida después de la muerte. Entender que hay vida después de la muerte es el comienzo del conocimiento espiritual. La persona puede entenderse a sí misma y entender qué es entendiendo sencillamente la primera lección de la Bhagavad-gītā (2.13):
dehino ’smin yathā dehe kaumāraṁ yauvanaṁ jarā
tathā dehāntara-prāptir dhīras tatra na muhyati
«Del mismo modo que el alma encarnada pasa en este cuerpo continuamente de la niñez a la juventud y a la vejez, pasa también a otro cuerpo en el momento de la muerte. La persona sensata no se confunde ante ese cambio».
Sin conocer la verdadera ciencia de la vida, la persona necia se ocupa en las actividades temporales de esta vida, y así se enreda aún más en el ciclo de nacimientos y muertes. Siempre desea la opulencia material, que se puede obtener mediante karma, jñāna y yoga. Pero, cuando se ha elevado realmente al plano devocional, abandona todos esos deseos. Eso se denomina anyābhilāṣitā-śūnya. Entonces se vuelve un devoto puro.