Text 76
ei vākye sākṣī mora āche mahājana
yāṅra vākya satya kari māne tribhuvana”
ei vākye—en esta afirmación; sākṣī—testigo; mora—mío; āche—hay; mahājana—una gran personalidad; yāṅra—cuyas; vākya—palabras; satya—verdaderas; kari—tomando como; māne—acepta; tri-bhuvana—el mundo entero.
«Por lo tanto, en este trato he citado a una gran personalidad. He pedido al Dios Supremo que sea mi testigo. El mundo entero acepta las palabras de la Suprema Personalidad de Dios.»
SIGNIFICADO: El joven brāhmaṇa, aunque se presentó como una persona corriente, sin educación ni aspiraciones de aristocracia, poseía, sin embargo, una buena cualidad: creía en la autoridad suprema de la Suprema Personalidad de Dios. Por ello aceptaba las palabras del Señor Kṛṣṇa sin la menor duda y tenía una fe firme en que el Señor cumplía Sus promesas. Según Prahlāda Mahārāja, otra autoridad en cuanto a la Suprema Personalidad de Dios, esa clase de devotos del Señor, firmes y fieles, deben ser considerados los más sabios eruditos: tan manye ´dhītam uttamam (Bhāg. 7.5.24). Al devoto puro que tiene fe firme en las palabras de la Suprema Personalidad de Dios, se le considera el más sabio erudito, el más noble aristócrata y el hombre más rico del mundo entero. En ese devoto existen de modo natural todas las cualidades divinas. En la misión de prédica del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, nosotros, como sirviente del sirviente del sirviente del sirviente de la Suprema Personalidad de Dios, creemos plenamente en las palabras de Kṛṣṇa y de Sus sirvientes, la sucesión discipular. De ese modo, estamos presentando las palabras de Kṛṣṇa por todo el mundo. Aunque no somos un hombre rico, ni un gran sabio erudito, y aunque no pertenecemos a ninguna familia aristocrática, este movimiento está recibiendo una buena acogida y se propaga fácilmente por todo el mundo. Aunque somos muy pobres y no tenemos una fuente de ingresos como profesionales, Kṛṣṇa nos da dinero cuando lo necesitamos. Y cuando necesitamos hombres, Kṛṣṇa también nos los da. Así, en la Bhagavad-gītā (6.22) se afirma: yaṁ labdhvā cāparaṁ lābhaṁ manyate nādhikaṁ tataḥ. En realidad, si podemos alcanzar el favor de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, no necesitamos nada más. Ciertamente, no necesitamos las cosas que una persona mundana considera bienes materiales.