Text 66
alaukika vākya ceṣṭā tāṅra nā bujhiyā
parihāsa kariyāchi tāṅre ‘vaiṣṇava’ baliyā
alaukika—extraordinarias; vākya—palabras; ceṣṭā—esfuerzo; tāṅra—suyo; nā—sin; bujhiyā—entender; parihāsa—bromear; kariyāchi—he hecho; tāṅre—a él; vaiṣṇava—un devoto del Señor; baliyā—como.
«La primera vez que hablé con Rāmānanda Rāya, no pude comprender que sus palabras y sus esfuerzos eran extraordinarios, trascendentales. Simplemente me burlé de él porque era vaiṣṇava.»
SIGNIFICADO: Todo el que no es un devoto entregado del Señor Supremo, un vaiṣṇava, es un materialista. Ciertamente, el vaiṣṇava que vive conforme a los mandamientos de Śrī Caitanya Mahāprabhu no se halla en el plano materialista. Caitanya significa «fuerza espiritual». Todas las actividades de Śrī Caitanya Mahāprabhu estaban en el plano de la comprensión espiritual; por lo tanto, sólo aquellos que se hallan en el plano espiritual pueden comprender las actividades de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Las personas materialistas no pueden entenderlas, y, generalmente, reciben el nombre de karmīs o jñānīs. Los jñānīs son especuladores mentales que simplemente tratan de entender qué es el espíritu y qué es la materia. Su proceso es neti neti: «Esto no es espíritu, esto no es Brahman.» Los jñānīs son un poco más avanzados que los obtusos karmīs, que no tienen otro objetivo que el placer de los sentidos. Antes de volverse vaiṣṇava, Sārvabhauma Bhaṭṭācārya era un especulador mental (jñānī), y, en esa condición, siempre se burlaba de los vaiṣṇavas. El vaiṣṇava nunca está de acuerdo con el sistema especulativo de los jñānīs. El imperfecto conocimiento de los jñānīs y de los karmīs se basa en la percepción directa de sus sentidos. Los karmīs nunca están dispuestos a aceptar nada que no pueda percibirse directamente, y los jñānīs sólo saben proponer hipótesis. Pero los devotos entregados al Señor, no siguen el proceso de adquirir conocimiento mediante la percepción directa de los sentidos o la especulación mental. Los devotos, como son sirvientes del Señor Supremo, reciben el conocimiento que la Suprema Personalidad de Dios transmite directamente, bien sea a través de Sus palabras en la Bhagavad-gītā, o bien desde dentro en la forma de caitya-guru. Como dice el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā:
teṣāṁ satata-yuktānāṁ bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ yena mām upayānti te
«A aquellos que están constantemente consagrados a servirme con amor, Yo les doy la comprensión con la cual pueden llegar hasta Mí» (Bg. 10.10).
Los Vedas se consideran las palabras del Señor Supremo. El primero en comprenderlos fue Brahmā, que es el primer ser creado en el universo (tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye (Bhāg. 1.1.1)). Nuestro proceso consiste en recibir conocimiento a través del sistema parampāra, que pasa, sucesivamente, de Kṛṣṇa a Brahmā, a Nārada, a Vyāsa, a Śrī Caitanya Mahāprabhu y a los Seis Gosvāmīs. Por sucesión discipular, el Señor Brahmā fue iluminado desde dentro por la persona original, Kṛṣṇa. Nuestro conocimiento es completamente perfecto debido a que ha pasado de maestro a discípulo. El vaiṣṇava está siempre ocupado en el servicio amoroso trascendental del Señor, de manera que ni los karmīs ni los jñānīs pueden entender sus actividades. Vaiṣṇavera kriyā-mudrā vijñeha nā bujhaya (Cc. Madhya 23.39): De entre quienes basan su conocimiento en la percepción directa, ni siquiera el más erudito puede comprender las actividades del vaiṣṇava. Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu le inició en el culto vaiṣṇava, Sārvabhauma Bhaṭṭācārya comprendió el error que había cometido al tratar de entender a Rāmānanda Rāya, que era muy erudito y se esforzaba siempre por ofrecer al Señor servicio amoroso trascendental.