Text 229
siddha-dehe cinti’ kare tāhāṅñi sevana
sakhī-bhāve pāya rādhā-kṛṣṇera caraṇa
siddha-dehe—en el estado de perfección; cinti’—por recordar; kare—hace; tāhāṅñi—en el mundo espiritual; sevana—servicio; sakhī-bhāve—con la actitud de las gopīs; pāya—obtiene; rādhā-kṛṣṇera—de Rādhā y Kṛṣṇa; caraṇa—los pies de loto.
«Después de pensar en Rādhā y Kṛṣṇa y en Sus pasatiempos durante mucho tiempo, y después de liberarse completamente de la contaminación material, el devoto se eleva al mundo espiritual. Allí, recibe la oportunidad de servir a Rādhā y Kṛṣṇa como una de las gopīs.
SIGNIFICADO: Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura comenta que la palabra siddha-deha, «cuerpo espiritual perfecto», se refiere a un cuerpo que está más allá del cuerpo material denso compuesto de cinco elementos y del cuerpo astral sutil compuesto de mente, inteligencia y ego falso. En otras palabras, se obtiene un cuerpo completamente espiritual adecuado para ofrecer servicio a la pareja trascendental, Rādhā y Kṛṣṇa: sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam (Cc. Madhya 19.170).
Quien se sitúa en el cuerpo espiritual, que está más allá de los cuerpos materiales denso y sutil, está capacitado para servir a Rādhā y Kṛṣṇa. Ese cuerpo recibe el nombre de siddha-deha. La entidad viviente recibe un determinado tipo de cuerpo denso en función de sus actividades pasadas y del estado de su mente. En esta vida, el estado de la mente cambia de diversas formas, y la misma entidad viviente recibe en su siguiente vida otro cuerpo conforme a sus deseos. La mente, la inteligencia y el ego falso están siempre empeñados en un intento de dominar la naturaleza material. Conforme a ese cuerpo astral sutil, recibimos un cuerpo denso para disfrutar de los objetos de nuestros deseos. Conforme a las actividades del cuerpo que ahora tenemos, nos preparamos otro cuerpo sutil. Y conforme al cuerpo sutil, obtenemos otro cuerpo denso. Ése es el proceso de la existencia material. Sin embargo, cuando nos situamos en el plano espiritual y no deseamos cuerpos densos ni sutiles, obtenemos nuestro cuerpo espiritual original. Así lo confirma la Bhagavad-gītā (4.9): tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so ‘rjuna.
Con el cuerpo espiritual nos elevamos al mundo espiritual y nos situamos en Goloka Vṛndāvana o en otro planeta Vaikuṇṭha. En el cuerpo espiritual ya no hay deseos materiales, y nos sentimos plenamente satisfechos ofreciendo servicio a la Suprema Personalidad de Dios, Rādhā y Kṛṣṇa. Ése es el nivel del bhakti (hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanaṁ bhaktir ucyate). Cuando el cuerpo, la mente y los sentidos espirituales están completamente purificados, podemos ofrecer servicio a la Suprema Personalidad de Dios y a Su consorte. En Vaikuṇṭha, la consorte es Lakṣmī, y en Goloka Vṛndāvana, la consorte es Śrīmatī Rādhārāṇī. En el cuerpo espiritual, libre de contaminación material, podemos servir a Rādhā-Kṛṣṇa y a Lakṣmī-Nārāyaṇa. En esa posición espiritual, ya no pensamos en la complacencia de nuestros propios sentidos. Ese cuerpo espiritual recibe el nombre de siddha-deha, y es el cuerpo con el que podemos ofrecer servicio trascendental a Rādhā y Kṛṣṇa. El proceso consiste en ocupar los sentidos trascendentales en servicio devocional amoroso. Este verso menciona específicamente: sakhī-bhāve pāya rādhā-kṛṣṇera caraṇa: Sólo personas que se han elevado al plano trascendental y que manifiestan la actitud de la gopīs pueden ocuparse en el servicio de los pies de loto de Rādhā y Kṛṣṇa.