Text 11
vaiṣṇavera madhye rāma-upāsaka saba
keha ‘tattvavādī’, keha haya ‘śrī-vaiṣṇava’
vaiṣṇavera madhye—entre los vaiṣṇavas; rāma-upāsaka saba—todos adoradores del Señor Śrī Rāmacandra; keha—algunos; tattva-vādī—seguidores de Madhvācārya; keha—alguno; haya—es; śrī-vaiṣṇava—seguidor de la sucesión discipular de Śrī Rāmānujācārya.
Por aquel entonces, todos los vaiṣṇavas del sur de la India adoraban al Señor Rāmacandra. Algunos eran tattvavādīs, y otros seguían a Rāmānujācārya.
SIGNIFICADO: Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala que la palabra «tattvavādī» se refiere a los seguidores de Śrīla Madhvācārya. Para diferenciar su sucesión discipular de los māyāvādīs seguidores de Śaṅkarācārya, Śrīla Madhvācārya dio a su grupo la denominación de tattvavādīs. Los tattvavādīs atacan siempre a los monistas impersonales, y tratan de echar por tierra su filosofía de impersonalismo. Generalmente, establecen la supremacía de la Suprema Personalidad de Dios. En realidad, la sucesión discipular de Madhvācārya es la Brahma-vaiṣṇava-sampradāya, que proviene del Señor Brahmā. Por esa razón, los tattvavādīs, los seguidores de Madhvācārya, no aceptan el episodio del Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, en que el Señor Brahmā es víctima de la ilusión. Śrīla Madhvācārya evitó intencionalmente comentar ese pasaje del Śrīmad-Bhāgavatam, donde se menciona la ilusión del Señor Brahmā, brahma-mohana. Uno de los ācāryas de la sucesión discipular tattvavāda fue Śrīla Mādhavendra Purī, quien estableció como objetivo supremo del trascendentalismo el logro del servicio devocional puro, el amor por Dios. Los vaiṣṇavas que pertenecen a la Gauḍīya-sampradāya, es decir, a la sucesión discipular que sigue a Śrī Caitanya Mahāprabhu, se diferencian de los tattvavādīs, aunque pertenecen a la misma Tattvavāda-sampradāya. Por ello, a los seguidores de Śrī Caitanya Mahāprabhu se les conoce con la denominación de Madhva-gauḍīya-sampradāya.
La palabra pāṣaṇḍī se refiere a quienes están en contra del servicio devocional puro. En particular, se refiere a los māyāvādīs, a los impersonalistas. En el Hari-bhakti-vilāsa (1.73), se da la siguiente definición de pāṣaṇḍī:
yas tu nārāyaṇaṁ devaṁ brahma-rudrādi-daivataiḥ
samatvenaiva vīkṣeta sa pāṣaṇḍī bhaved dhruvam
Este verso explica que pāṣaṇḍī es el que piensa que el Supremo Señor Nārāyaṇa, la Personalidad de Dios, está al mismo nivel que los semidioses encabezados por el Señor Brahmā y el Señor Śiva. El devoto nunca considera al Señor Nārāyaṇa al mismo nivel que el Señor Brahmā y el Señor Śiva. La Madhvācārya-sampradāya y la Rāmānuja-sampradāya adoran principalmente al Señor Rāmacandra, aunque a los śrī-vaiṣṇavas se les considera adoradores del Señor Nārāyaṇa y Lakṣmī, y a los tattvavādīs, adoradores del Señor Kṛṣṇa. En la actualidad, en la mayor parte de los monasterios de la Madhva-sampradāya se adora al Señor Rāmacandra.
En los Capítulos del Doce al Quince del libro titulado Adhyātma-rāmāyaṇa se habla de la adoración de las Deidades de Śrī Rāmacandra y Sītā. Allí se explica que, durante la época del Señor Rāmacandra, hubo un brāhmaṇa que hizo un voto y no desayunaba hasta que no veía al Señor Rāmacandra. A veces, debido a Sus ocupaciones, el Señor Rāmacandra tenía que estar ausente de Su capital durante una semana entera, sin que los ciudadanos pudieran verle en todo ese tiempo. Debido al voto que había hecho, el brāhmaṇa no podía tomar ni una gota de agua en toda esa semana. Al cabo de ocho o nueve días, cuando podía ver al Señor Rāmacandra, el brāhmaṇa rompía el ayuno. Al ver el estricto voto del brāhmaṇa, el Señor Śrī Rāmacandra ordenó a Su hermano menor, Lakṣmaṇa, que entregase al brāhmaṇa una pareja de Deidades de Sītā-Rāma. El brāhmaṇa recibió las Deidades de manos de Śrī Lakṣmaṇajī y Las adoró fielmente durante toda su vida. Al morir, entregó las Deidades a Śrī Hanumānjī, quien, por muchos años, Las llevó colgadas del cuello y Las sirvió con toda devoción. Pasados muchos años, cuando Hanumānjī partió de este mundo desde la colina Gandha-mādana, entregó las Deidades a Bhīmasena, uno de los Pāṇḍavas. Bhīmasena las llevó a su palacio, donde las cuidó con suma atención. El último rey de los Pāṇḍavas, Kṣemakānta, adoró a las Deidades en ese palacio. Más tarde, las mismas Deidades quedaron bajo la custodia de los reyes Gajapatis de Orissa. Uno de los ācāryas de la sucesión discipular de Madhvācārya, Narahari Tīrtha, recibió esas Deidades del rey de Orissa.
Podemos señalar que esas mismas Deidades de Rāma y Sītā habían sido adoradas desde los tiempos del rey Ikṣvāku. En verdad, los príncipes de la orden real las adoraron incluso antes del advenimiento del Señor Rāmacandra. Más tarde, durante el reinado del Señor Rāmacandra, las Deidades fueron adoradas por Lakṣmaṇa. Se explica también que, tres meses antes de partir de este mundo, Śrī Madhvācārya recibió esas Deidades y las instaló en el templo de Uḍupī. Desde entonces, las Deidades han sido adoradas por la Madhvācārya-sampradāya en ese monasterio. En lo que se refiere a los śrī-vaiṣṇavas, comenzando con Rāmānujācārya, también ellos adoraron Deidades de Sītā-Rāma. Deidades de Sīta-Rāma se adoran también en Tirupati y otros lugares. De la Śrī-Rāmānuja-sampradāya se deriva la sampradāya rāmānandī o rāmāt, cuyos seguidores también adoran de modo muy estricto Deidades de Sītā-Rāma. Los vaiṣṇavas de la Rāmānuja-sampradāya prefieren la adoración del Señor Rāmacandra a la de Rādhā-Kṛṣṇa.