Capítulo 29
La danza rāsa: Introducción
En el Śrīmad-Bhāgavatam se afirma que la danza rāsa tuvo lugar en la noche de Luna llena de la estación śarat. Según la afirmación de capítulos anteriores, parece que el festival de Govardhana-pūjā se realizó justo después de la noche de Luna oscura del mes de Kārttika, y la ceremonia de bhrātṛdvitīya se ejecutó después; luego, Indra exhibió su ira en la forma de torrentes de lluvia y tormentas de granizo, y el Señor Kṛṣṇa levantó la colina Govardhana durante siete días, hasta el noveno día de la Luna. Después de eso, en el décimo día, los habitantes de Vṛndāvana hablaban entre sí sobre las maravillosas actividades de Kṛṣṇa, y al día siguiente Nanda Mahārāja observo Ekādaśī. Un día después, en Dvādaśī, Nanda Mahārāja fue a bañarse en el Ganges y fue arrestado por los hombres de Varuṇa; luego, el Señor Kṛṣṇa lo liberó. Después, a Nanda Mahārāja, junto con los pastores de vacas, se les mostró el cielo espiritual.
De esta manera, la noche de Luna llena de la estación śarat culminó. La noche de Luna llena de Āśvina recibe el nombre de śarat-pūrṇimā. De acuerdo con la afirmación del Śrīmad-Bhāgavatam, parece que Kṛṣṇa tuvo que esperar otro año para que apareciera esa Luna y Él pudiera disfrutar de la danza rāsa con las gopīs. A la edad de siete años, Él levantó la colina Govardhana. Por consiguiente, la danza rāsa tuvo lugar durante Su octavo año de edad.
Según la literatura védica, cuando un actor dramático baila entre muchas muchachas, la danza del grupo se denomina rāsa. Cuando Kṛṣṇa vio la noche de Luna llena de la estación śarat, se adornó con diversas flores propias de la estación, especialmente con flores mallikā, las cuales son muy fragantes. Él recordó las oraciones de las gopīs a la diosa Kātyāyanī, en las que ellas pedían que Kṛṣṇa fuera su esposo. Él consideró que la noche de Luna llena de la estación śarat era justamente la apropiada para una bella danza. Así, los deseos de ellas de tener a Kṛṣṇa por esposo serían entonces satisfechos.
Las palabras que se usan en el Śrīmad-Bhāgavatam en relación con esto son bhagavān api. Esto significa que, aunque Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, no tiene ningún deseo que necesite ser satisfecho, debido a que Él siempre está colmado de seis opulencias. Y aun así, Él quiso disfrutar de la compañía de las gopīs. Bhagavān api significa que esto no es como el baile ordinario de muchachos y muchachas jóvenes. Las palabras específicas que se usan en el Śrīmad-Bhāgavatam son yogamāyām upāśritaḥ, lo que significa que este baile con las gopīs está en el plano de yogamāyā, y no de mahāmāyā. Al baile de los muchachos y muchachas jóvenes del mundo material está en el reino de mahāmāyā, o sea, la energía externa. La danza rāsa de Kṛṣṇa con las gopīs está en el plano de yogamāyā; en el Śrī Caitanya-caritāmṛta, la diferencia que hay entre los planos de yogamāyā y mahāmāyā se asemeja a la diferencia que existe entre el oro y el hierro. Desde el punto de vista de la metalurgia, el oro y el hierro son ambos metales, pero la calidad de uno es completamente diferente a la del otro. De forma similar, aunque la danza rāsa y la asociación del Señor Kṛṣṇa con las gopīs se parecen a la mezcla ordinaria de muchachos y muchachas jóvenes, la calidad es completamente diferente. La diferencia la aprecian grandes vaiṣṇavas, debido a que ellos pueden comprender la diferencia que hay entre el amor por Kṛṣṇa y la lujuria.
En el plano mahāmāyā, los bailes tienen lugar en base en la complacencia de los sentidos. Pero cuando Kṛṣṇa, haciendo sonar Su flauta, llamó a las gopīs, estas se dirigieron muy apresuradamente hacia el sitio de la danza rāsa, con el deseo trascendental de satisfacer a Kṛṣṇa. El autor del Śrī Caitanya-caritāmṛta, Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī, ha explicado que lujuria significa complacencia de los sentidos, y que amor también significa complacencia de los sentidos... pero para Kṛṣṇa. En otras palabras, cuando las actividades se ejecutan en el plano de la complacencia personal de los sentidos, dichas actividades se llaman actividades materiales, pero cuando se ejecutan para la satisfacción de Kṛṣṇa, entonces son actividades espirituales. En cualquier plano de actividades, el principio de la complacencia de los sentidos está presente. Pero en el plano espiritual, la complacencia de los sentidos es para la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, mientras que en el plano material es para el ejecutante. Por ejemplo, en el plano material, cuando un sirviente le sirve a su amo, no trata de satisfacer los sentidos del amo, sino sus propios sentidos. El sirviente no serviría a su amo si se le dejara de pagar. Esto significa que el sirviente se ocupa en el servicio del amo tan solo para satisfacer sus propios sentidos. En el plano espiritual, el sirviente de la Suprema Personalidad de Dios le sirve a Kṛṣṇa sin ningún pago, y él continúa su servicio bajo cualquier circunstancia. Esa es la diferencia entre conciencia de Kṛṣṇa y conciencia material.
Parece ser que Kṛṣṇa disfrutó de la danza rāsa con las gopīs cuando Él tenía ocho años. En ese entonces, muchas de las gopīs estaban casadas, porque en la India, especialmente en aquellos días, las muchachas se casaban a una edad muy temprana. Hay incluso muchos casos de niñas que dan a luz un niño a la edad de doce años. Bajo esas circunstancias, todas las gopīs que querían tener a Kṛṣṇa por esposo ya estaban casadas. Al mismo tiempo, ellas continuaban esperando que Kṛṣṇa fuera su esposo. Su actitud hacia Kṛṣṇa era la del amor de amantes. Por consiguiente, los amoríos de Kṛṣṇa con las gopīs se llaman parakīya-rasa. La actitud de un hombre casado que desea otra esposa o de una esposa que desea otro esposo, se llama parakīya-rasa.
En realidad, Kṛṣṇa es el esposo de todos, ya que Él es el disfrutador supremo. Las gopīs querían que Kṛṣṇa fuera su esposo, pero, de hecho, no había ninguna posibilidad de que Él se casara con todas las gopīs. Mas, debido a que ellas tenían la tendencia natural a aceptar a Kṛṣṇa como su esposo supremo, la relación entre las gopīs y Kṛṣṇa se denomina parakīya-rasa. Este parakīya-rasa existe eternamente en Goloka Vṛndāvana, en el cielo espiritual, en donde no hay ninguna posibilidad de encontrar la embriaguez que caracteriza al parakīya-rasa del mundo material. En el mundo material, el parakīya-rasa es abominable, mientras que en el mundo espiritual está presente en la excelentísima relación de Kṛṣṇa y las gopīs. Hay muchas otras relaciones con Kṛṣṇa: amo y sirviente, amigo y amigo, padre e hijo, amante y amado. De todos estos rasas, se considera que el parakīya-rasa es el máximo y más elevado.
Este mundo material es un reflejo desvirtuado del mundo espiritual; es exactamente igual que el reflejo de un árbol en la orilla de un estanque de agua: la parte más alta del árbol se ve como la parte más baja. De forma similar, el parakīya-rasa, cuando se refleja en forma pervertida en este mundo material, es abominable. Por consiguiente, cuando la gente imita la danza rāsa de Kṛṣṇa con las gopīs, simplemente disfruta el reflejo desvirtuado y abominable del parakīya-rasa trascendental. No hay ninguna posibilidad de disfrutar de este parakīya-rāsa trascendental en este mundo material. Se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam que uno no debe imitar este parakīya-rasa ni siquiera en sueños, ni en la imaginación. Aquellos que así lo hacen, toman el más mortífero de los venenos.
Cuando Kṛṣṇa, el disfrutador supremo, deseó disfrutar de la compañía de las gopīs en aquella noche de Luna llena de la estación śarat, justo en ese momento, la Luna, el señor de las estrellas, apareció en el cielo, exhibiendo sus características más hermosas. La noche de Luna llena de la estación śarat es la noche más hermosa de todo el año. En la India —específicamente en Agra, una ciudad que se encuentra en la provincia de Uttar Pradesh— hay un gran monumento llamado Taj Mahal, y la tumba está hecha de mármol de primera. Durante la noche de Luna llena de la estación śarat, los extranjeros van a ver los hermosos reflejos de la Luna que se observan sobre la tumba. Así, pues, aun hoy en día, esa noche de Luna llena es célebre por su belleza.
Cuando la Luna llena surgió en el Oriente, matizó todo con un color rojizo. Con el surgir de la Luna, todo el cielo parecía estar ungido con kuṅkuma rojo. Cuando un hombre regresa a su casa después de haber estado separado por mucho tiempo de su esposa, él adorna el rostro de ella con kuṅkuma rojo. Esta muy esperada salida de la Luna de la estación śarat, ungió de la misma manera el cielo oriental.
La aparición de la Luna incrementó el deseo de Kṛṣṇa de bailar con las gopīs. Los bosques estaban llenos de flores fragantes. La atmósfera era refrescante y festiva. Cuando el Señor Kṛṣṇa empezó a tocar Su flauta, las gopīs de toda Vṛndāvana quedaron hechizadas. Su atracción hacia la vibración de la flauta se incrementó mil veces más, debido a la salida de la Luna llena, al horizonte rojizo, a la atmósfera tranquila y fresca, y a las flores recién brotadas. Todas estas gopīs estaban atraídas por naturaleza a la belleza de Kṛṣṇa, y cuando oyeron la vibración de Su flauta, sintieron visiblemente ardientes deseos de satisfacer los sentidos de Kṛṣṇa.
Al oír la vibración de la flauta, todas ellas abandonaron inmediatamente sus ocupaciones respectivas y se dirigieron hacia el lugar donde Kṛṣṇa estaba parado. Mientras ellas corrían muy rápidamente, sus aretes se mecían de un lado a otro. Todos ellas se precipitaron hacia el lugar conocido como Vaṁśīvaṭa. Algunas de ellas estaban ordeñando a las vacas, pero dejaron su ocupación sin terminar e inmediatamente fueron hacia Kṛṣṇa. Una de ellas acababa de recoger la leche y la había puesto a hervir en una olla, sobre el fogón, pero, sin importarle que la leche fuera a hervir demasiado y se derramara, partió inmediatamente a ver a Kṛṣṇa. Algunas de ellas estaban dándoles de mamar a sus pequeños nenes, y otras estaban sirviéndoles la comida a los miembros de sus familias, pero dejaron todas esas ocupaciones y corrieron inmediatamente hacia el lugar donde Kṛṣṇa estaba tocando Su flauta. Algunas estaban atendiendo a sus esposos, y otras estaban ellas mismas comiendo; pero, sin que les importara atender a sus esposos ni comer, partieron inmediatamente. Algunas quisieron adornar sus caras con ungüentos cosméticos y vestirse muy hermosamente antes de ir a donde estaba Kṛṣṇa, pero, desafortunadamente, debido a su ansiedad de encontrarse inmediatamente con Kṛṣṇa, no pudieron terminar de adornarse con cosméticos ni de ponerse sus vestidos en forma correcta. Sus caras fueron decoradas apresuradamente y estaban terminadas al azar; algunas de ellas incluso pusieron la parte inferior de sus vestidos en la parte superior de sus cuerpos, y la parte superior en la parte inferior.
Mientras las gopīs abandonaban apresuradamente sus respectivos hogares, sus esposos, hermanos y padres estaban todos completamente atónitos y querían saber a dónde iban. Siendo muchachas jóvenes, ellas estaban protegidas por sus esposos, por sus hermanos mayores o por sus padres. Todos sus guardianes les prohibieron ir a ver a Kṛṣṇa, pero ellas no les hicieron caso. Cuando una persona se ve atraída por Kṛṣṇa y posee plena conciencia de Kṛṣṇa, no le importa ningún deber mundano, por muy urgente que este sea. El cultivo de conciencia de Kṛṣṇa es tan poderoso, que libera a todo el mundo de todas las actividades materiales. Śrīla Rūpa Gosvāmī ha escrito un verso muy hermoso, en el que una gopī le aconseja a otra: «Mi querida amiga, si deseas disfrutar de la compañía de la sociedad, la amistad y el amor materiales, entonces, por favor, no vayas a ver a ese sonriente muchacho Govinda, que está parado en la ribera del Yamunā, tocando Su flauta con Sus labios iluminados por los rayos de la Luna llena». Śrīla Rūpa Gosvāmī enseña indirectamente que aquel a quien lo cautiva el hermoso rostro sonriente de Kṛṣṇa, pierde toda atracción por los disfrutes materiales. Esa es la prueba del avance en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa: una persona que avanza en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, debe perder el interés en las actividades materiales y en la complacencia personal de los sentidos.
Los esposos de algunas de las gopīs les impidieron de hecho ir a ver a Kṛṣṇa, y las encerraron por la fuerza en sus cuartos. Siendo incapaces de ir a donde estaba Kṛṣṇa, ellas cerraron sus ojos y empezaron a meditar en la trascendental forma de Él. Ellas ya tenían la forma de Kṛṣṇa dentro de sus mentes. Estas gopīs demostraron ser los yogīs más grandes de todos. Tal como se afirma en el Bhagavad-gītā, a una persona que constantemente está pensando en Kṛṣṇa dentro de su corazón con fe y amor, se le considera el más elevado de todos los yogīs. En realidad, un yogī concentra su mente en la forma del Señor Viṣṇu. Ese es el verdadero yoga. Kṛṣṇa es la forma original de todos los Viṣṇu-tattvas. Las gopīs no pudieron ir personalmente a donde estaba Kṛṣṇa, así que empezaron a meditar en Él como yogīs perfectos.
En el estado condicionado de las entidades vivientes, hay dos tipos de resultados de las actividades fruitivas: la entidad viviente condicionada que se ocupa constantemente en actividades pecaminosas obtiene el sufrimiento como resultado, y aquel que se ocupa en actividades piadosas obtiene el disfrute material como resultado. En cualquiera de los dos casos —el sufrimiento material o el disfrute material—, el que disfruta o el que sufre están ambos condicionados por la naturaleza material.
Las gopīs asociadas de Kṛṣṇa que se reúnen en el lugar en donde Kṛṣṇa aparece, pertenecen a distintos grupos. La mayoría de las gopīs son compañeras eternas de Kṛṣṇa. Tal como se afirma en la Brahma-saṁhitā: ānanda-cin-maya-rasa-pratibhāvitābhiḥ, en el mundo espiritual los asociados de Kṛṣṇa, especialmente las gopīs, son la manifestación de la potencia de placer del Señor Kṛṣṇa. Ellas son expansiones de Śrīmatī Rādhārāṇī. Pero cuando Kṛṣṇa exhibe Sus pasatiempos trascendentales dentro del mundo material en algunos de los universos, no solamente vienen los asociados eternos de Kṛṣṇa, sino también aquellos a quienes se les promueve a ese estado desde este mundo material. Las gopīs que se reunieron en los pasatiempos de Kṛṣṇa en este mundo material, provenían de la condición de seres humanos ordinarios. Si a ellas las habían atado las acciones fruitivas, se liberaron plenamente de la reacción del karma mediante la meditación constante en Kṛṣṇa. Sus severos y dolorosos anhelos, causados por el hecho de no poder ver a Kṛṣṇa, las liberaron de todas las reacciones pecaminosas, y sus éxtasis de amor trascendental por Kṛṣṇa en ausencia de Él, eran trascendentales a todas las reacciones de las actividades piadosas materiales. El alma condicionada está sujeta al nacimiento y a la muerte, tanto por las actividades piadosas como por las pecaminosas, pero las gopīs que comenzaron a meditar en Kṛṣṇa trascendieron ambas posiciones y se purificaron, y así se elevaron al nivel de las gopīs ya expandidas por Su potencia de placer. Todas las gopīs que concentraron sus mentes en Kṛṣṇa con el espíritu de amor de amantes, se descontaminaron por completo de todas las reacciones fruitivas de la naturaleza material, y algunas de ellas abandonaron inmediatamente sus cuerpos materiales, desarrollados bajo las tres modalidades de la naturaleza material.
Mahārāja Parīkṣit oyó a Śukadeva Gosvāmī explicar la situación de las gopīs que se reunieron con Kṛṣṇa en la danza rāsa. Cuando él oyó que algunas de las gopīs, simplemente por concentrarse en Kṛṣṇa como amante de ellas, se liberaron de toda la contaminación del nacimiento y de la muerte materiales, él dijo: «Las gopīs no sabían que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Ellas lo tenían por un hermoso muchacho y lo consideraban su amante. Así que, ¿cómo pudieron ellas liberarse de la condición material simplemente pensando en un amante?». Uno debe considerar aquí que Kṛṣṇa y los seres vivientes ordinarios son iguales cualitativamente. Los seres vivientes ordinarios, siendo partes integrales de Kṛṣṇa, también son Brahman, pero Kṛṣṇa es el Supremo —el Parabrahman—. La pregunta que se formula es la siguiente: si es posible para un devoto liberarse de este estado material contaminado simplemente pensando en Kṛṣṇa, entonces, ¿por qué no lo es también para cualquiera que esté pensando en alguien? Si alguien piensa en su esposo o en un hijo, o si alguien está pensando en otra entidad viviente, y puesto que las entidades vivientes son también Brahman, entonces, ¿por qué no están todas liberadas del estado contaminado de la naturaleza material? Esta es una pregunta muy inteligente, debido a que los ateos están imitando a Kṛṣṇa. En estos días de Kali-yuga, hay muchos bribones que creen ser tan grandes como Kṛṣṇa, y engañan a las personas para que crean que pensar en ellos es lo mismo que pensar en el Señor Kṛṣṇa. Parīkṣit Mahārāja, anticipando la condición peligrosa de los ciegos seguidores de imitadores demoníacos, hizo por consiguiente esa pregunta, y afortunadamente está anotada en el Śrīmad-Bhāgavatam para advertirles a las personas inocentes que pensar en un hombre ordinario y pensar en Kṛṣṇa no es lo mismo.
En realidad, ni siquiera el hecho de pensar en los semidioses puede compararse con el hecho de pensar en Kṛṣṇa. También se advierte en el Vaiṣṇava Tantra que aquel que pone a Viṣṇu, a Nārāyaṇa, o a Kṛṣṇa en el mismo nivel de los semidioses, se le llama pāsaṇḍa, bribón. Al oír esta pregunta de Mahārāja Parīkṣit, Śukadeva Gosvāmī respondió: «Mi querido Rey, tu pregunta ya está contestada, aun antes de este incidente».
Puesto que Parīkṣit Mahārāja quiso aclarar la situación, su maestro espiritual le contestó muy inteligentemente: «¿Por qué vuelves a preguntar otra vez acerca del tema que ya se te explicó? ¿Por qué eres tan olvidadizo?». Un maestro espiritual siempre está en una posición superior, así que él tiene derecho a reprender a su discípulo de esa manera. Śukadeva Gosvāmī sabía que Mahārāja Parīkṣit no hacía la pregunta para su propia comprensión, sino como una advertencia a las futuras personas inocentes que pudieran pensar que otras personas son iguales a Kṛṣṇa.
Śukadeva Gosvāmī le recordó entonces a Parīkṣit Mahārāja lo referente a la salvación de Śiśupāla. Śiśupāla siempre estuvo envidioso de Kṛṣṇa, y debido a su envidia, Kṛṣṇa lo mató. Puesto que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, Śiśupāla obtuvo la salvación simplemente por verlo. Si una persona envidiosa puede obtener la salvación simplemente concentrando su mente en Kṛṣṇa, entonces, ¿qué decir de las gopīs, que le son tan queridas a Kṛṣṇa y que siempre piensan en Él con amor? Por supuesto que debe haber alguna diferencia entre los enemigos y los amigos. Si los enemigos de Kṛṣṇa pudieron liberarse de la contaminación material y volverse uno con el supremo, es seguro entonces que Sus queridos amigos, tales como las gopīs, son liberados y están con Él.
Además de eso, en el Bhagavad-gītā, a Kṛṣṇa se le llama Hṛṣīkeśa. Śukadeva Gosvāmī también dijo que Kṛṣṇa es Hṛṣīkeśa, o la Superalma, mientras que un hombre ordinario es un alma condicionada, cubierta por el cuerpo material. Puesto que Él es Hṛṣīkeśa, Kṛṣṇa y el cuerpo de Kṛṣṇa son una misma cosa. Cualquier persona que haga una distinción entre Kṛṣṇa y el cuerpo de Kṛṣṇa, es el tonto más grande de todos. Kṛṣṇa es Hṛṣīkeśa y Adhokṣaja. Estas dos palabras particulares fueron usadas por Parīkṣit Mahārāja en esta oportunidad. Hṛṣīkeśa es la Superalma, y Adhokṣaja es la Suprema Personalidad de Dios, quien es trascendental a la naturaleza material. Solamente para favorecer a las entidades vivientes ordinarias y por Su misericordia sin causa, Él aparece tal como es. Desafortunadamente, las personas necias se confunden, creyendo que se trata de otra persona ordinaria, y, en consecuencia, se vuelven merecedoras de ir al infierno.
Śukadeva Gosvāmī reafirmó que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, imperecedero, inconmensurable y libre de toda contaminación material.
Śukadeva Gosvāmī continuó, y le informó a Mahārāja Parīkṣit que Kṛṣṇa no es una persona ordinaria. Él es la Suprema Personalidad de Dios, colmado de todas las cualidades espirituales. Él aparece en este mundo material por Su misericordia sin causa, y cuando quiera que aparece, lo hace tal como es, sin ningún cambio. Esto también se confirma en el Bhagavad-gītā. Allí, el Señor dice que Él aparece en Su potencia espiritual. Él no aparece bajo el control de esta potencia material. La potencia material está bajo Su control. En el Bhagavad-gītā se afirma que la potencia material trabaja bajo Su superintendencia. También se confirma en la Brahma-saṁhitā que, la potencia material, conocida como Durgā, actúa exactamente igual que una sombra que se mueve con el movimiento que la produce. La conclusión es que si alguien, de una u otra manera, se apega a Kṛṣṇa o se siente atraído por Él, ya sea por Su belleza, naturaleza, opulencia, fama, fuerza, renunciación o conocimiento, o aun a través de la lujuria, la ira o el temor, el afecto o la amistad, entonces su salvación y liberación de esta contaminación material están aseguradas.
En el Bhagavad-gītā, capítulo décimo octavo, el Señor también afirma que aquel que se ocupa en predicar para el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, le es muy querido a Él. Un predicador tiene que enfrentar muchas dificultades en su lucha para predicar en pro del cultivo de conciencia de Kṛṣṇa pura. Algunas veces tiene que sufrir daños corporales, y algunas veces tiene que afrontar también la muerte. Todo esto se toma como una gran austeridad en el nombre de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa, por consiguiente, ha dicho que un predicador de esta índole le es muy, muy querido. Si los enemigos de Kṛṣṇa pueden esperar la salvación simplemente por concentrar sus mentes en Él, entonces, ¿qué puede decirse de las personas que le son tan queridas a Kṛṣṇa? La conclusión debe ser que la salvación de aquellos que se ocupan en predicar para el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa en el mundo, está garantizada bajo todas las circunstancias. Pero esta clase de predicadores nunca se preocupan por la salvación, debido a que, de hecho, aquel que está ocupado en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, en el servicio devocional, ya ha obtenido la salvación. Por consiguiente, Śukadeva Gosvāmī le aseguró al rey Parīkṣit que siempre debería estar seguro de que una persona atraída a Kṛṣṇa obtiene la liberación del cautiverio material, debido a que Kṛṣṇa es el amo trascendental de todo poder místico.
Cuando todas las gopīs se reunieron ante Kṛṣṇa, tal como se describió, Él comenzó a hablarles, dándoles la bienvenida, así como también desalentándolas con un juego de palabras. Kṛṣṇa es el supremo orador; Él es el orador del Bhagavad-gītā. Él puede hablar de los más elevados temas: filosofía, política, economía... de todo; y también habló ante las gopīs, quienes le eran tan queridas a Él. Él quería encantarlas con juegos de palabras, y así, empezó a hablar de la siguiente manera:
«¡Oh, damas de Vṛndāvana! —dijo Kṛṣṇa—, ustedes son muy afortunadas y Me son muy queridas. Yo estoy muy complacido con que ustedes hayan venido aquí, y espero que todo esté bien en Vṛndāvana. Ahora, por favor, ordénenme. ¿Qué puedo hacer por ustedes? ¿Cuál es el propósito de venir aquí a altas horas de la noche? Tengan la bondad de sentarse, permítanme saber qué puedo hacer por ustedes».
Las gopīs habían ido a donde estaba Kṛṣṇa para disfrutar de Su compañía para bailar con Él, abrazarlo y besarlo, y cuando Kṛṣṇa empezó a recibirlas tan oficialmente, exhibiendo todo tipo de etiqueta quedaron sorprendidas. Él las estaba tratando como a mujeres de sociedad ordinarias. Por consiguiente, ellas empezaron a sonreír entre sí, y muy atentamente oyeron a Kṛṣṇa hablar de esa manera. Cuando Él vio que ellas le sonreían, dijo: «Mis queridas amigas, deben saber que estas son las altas horas de la noche, y el bosque es muy peligroso. A esta hora, los feroces animales de la jungla, los tigres, los osos, los chacales y los lobos, merodean por el bosque. En consecuencia, es muy peligroso para ustedes; ahora no pueden hallar un lugar seguro. Por dondequiera que vayan, encontrarán que todos estos animales vagan en busca de su presa. Por lo tanto, Yo considero que ustedes corren un gran riesgo al venir aquí a estas altas horas de la noche. Por favor, regresen inmediatamente, sin demora».
Cuando Él vio que ellas continuaban sonriendo, dijo: «Yo aprecio mucho sus características corporales. Todas ustedes tienen cinturas muy bellas y muy delgadas». Todas las gopīs que allí se encontraban eran exquisitamente bellas. A ellas se les describe con la palabra sumadhyamā; el grado de belleza de una mujer se dice que es sumadhyamā, cuando la porción media del cuerpo es delgada.
Kṛṣṇa quiso inculcar en ellas que no tenían edad suficiente para cuidarse por sí mismas. En efecto, ellas necesitaban protección. No era muy sabio de su parte venir a ver a Kṛṣṇa a esas altas horas de la noche. Kṛṣṇa también indicó que Él era joven y que ellas eran muchachas jóvenes. «No luce muy bien que las muchachas y los muchachos jóvenes permanezcan juntos durante altas horas de la noche». Después de oír este consejo, las gopīs no se veían muy contentas. Por consiguiente, Kṛṣṇa empezó a recalcar el asunto de una manera distinta.
«Mis queridas amigas, Me doy cuenta de que ustedes han abandonado sus hogares sin el permiso de sus guardianes; por lo tanto, supongo que sus padres, sus hermanos mayores y aun sus hijos —y qué decir de sus esposos— deben de estar muy ansiosos de encontrarlas. Mientras ustedes estén aquí, ellos estarán buscándolas en diferentes lugares, y sus mentes deben de estar muy agitadas. Así que, no se demoren. Por favor, regresen y tranquilícenlos».
Cuando las gopīs parecían estar un poquito perturbadas y enojadas por el consejo impertinente de Kṛṣṇa, desviaron su atención para ver la belleza del bosque. En esa ocasión, todo el bosque estaba iluminado por el brillo resplandeciente de la Luna, y el aire soplaba muy silenciosamente sobre las flores lozanas, y las hojas verdes de los árboles se movían con la brisa. Kṛṣṇa aprovechó la oportunidad de que ellas estaban mirando el bosque, para aconsejarlas. «Yo creo que ustedes han venido a ver el hermoso bosque de Vṛndāvana en esta noche —dijo Él—, pero ahora ustedes deben estar satisfechas, así que, regresen a sus hogares sin demora. Entiendo que ustedes son todas mujeres muy castas, y ya que han visto la atmósfera hermosa del bosque de Vṛndāvana, por favor, regresen a sus hogares y ocúpense en el servicio fiel de sus respectivos esposos. A pesar de que son muy jóvenes, algunas de ustedes ya deben de tener bebés. Ustedes deben de haber dejado a sus pequeños nenes en el hogar, y ellos deben de estar llorando. Por favor, regresen inmediatamente a sus hogares y simplemente aliméntenlos con la leche de sus pechos. Yo también puedo comprender que ustedes tienen un gran afecto por Mí, y por ese afecto trascendental han venido aquí al oírme tocar la flauta. Sus sentimientos de amor y afecto por Mí son muy apropiados, porque Yo soy la Suprema Personalidad de Dios. Todas las criaturas vivientes son Mis partes integrales, y naturalmente ellas son afectuosas conmigo. Así que, este afecto por Mí es muy bien recibido, y Yo las felicito por esto. Ahora pueden regresar a sus hogares. Otra cosa que les debo explicar es que, para una mujer casta, prestarle servicio a su esposo sin duplicidad es el mejor principio religioso. Una mujer no solamente debe ser casta y fiel al esposo, sino también afectuosa con los amigos de su esposo, obediente con el padre y la madre de su esposo, y afectuosa con los hermanos menores del esposo. Y más importante aún, la mujer debe cuidar de los niños».
De esta manera, Kṛṣṇa explicó el deber de una mujer. Él también recalcó el punto de servir al esposo: «Aún si no es de muy buen carácter, o aun si no es muy rico o afortunado, o aun si está viejo o inválido debido a enfermedades continuas, cualquiera que sea la condición de su esposo, una mujer no debe divorciarse de él si realmente desea elevarse a los sistemas planetarios superiores después de dejar este cuerpo. Además de eso, en la sociedad se considera abominable si una mujer es infiel y va en busca de otro hombre. Semejantes hábitos le impedirán a una mujer elevarse a los planetas celestiales, y los resultados de dichos hábitos son muy degradantes. Una mujer casada no debe buscar a un amante, pues esto no lo sancionan los principios védicos de la vida. Si ustedes piensan que están muy apegadas a Mí y que quieren mi compañía, Yo les aconsejo que no traten personalmente de disfrutarme. Es mejor para ustedes regresar al hogar; simplemente hablen acerca de Mí, piensen en Mí y a través de ese proceso de recordarme constantemente y cantar Mis nombres, es seguro que se elevaran al plano espiritual. No hay ninguna necesidad de estar cerca de Mí. Por favor, regresen a sus hogares».
La instrucción dada aquí por la Suprema Personalidad de Dios a las gopīs no era en absoluto sarcástica. Esas instrucciones deben tomarlas muy seriamente toda mujer honrada. La castidad de las mujeres es específicamente recalcada aquí por la Suprema Personalidad de Dios. Por consiguiente, este principio debe ser seguido por cualquier mujer seria que quiera elevarse a un mejor estado de vida. Kṛṣṇa es el centro de todo afecto para todas las criaturas vivientes. Cuando este afecto por Kṛṣṇa se desarrolla, uno supera y trasciende todos los mandatos védicos. Esto fue posible para las gopīs, porque ellas vieron a Kṛṣṇa cara a cara. Esto no es posible para ninguna mujer que se halle en el estado condicionado. Desafortunadamente, imitando el comportamiento de Kṛṣṇa con las gopīs, algunas veces un bribón adopta la posición de Kṛṣṇa, siguiendo la filosofía del monismo o de la de ser uno con Dios, y, de manera muy irresponsable, se aprovecha de este rasa-līlā para seducir a muchas mujeres inocentes y desorientarlas en nombre de la iluminación espiritual. A manera de advertencia, el Señor Kṛṣṇa ha insinuado aquí que, lo que era posible para las gopīs, no es posible para las mujeres ordinarias. A pesar de que una mujer puede realmente elevarse por medio de la avanzada conciencia de Kṛṣṇa, no debe ser seducida por un impostor que dice ser Kṛṣṇa. Ella debe concentrar sus actividades devocionales en cantar y meditar acerca de Kṛṣṇa, tal como se aconseja aquí. Uno no debe seguir a los hombres llamados sahajiyā, los mal llamados devotos que toman todo muy a la ligera.
Cuando Kṛṣṇa les habló a las gopīs de manera tan desalentadora, ellas se pusieron muy tristes, porque pensaron que sus deseos de disfrutar de la danza rāsa con Kṛṣṇa se frustrarían, y, por ello se llenaron de ansiedad. Debido a la gran tristeza que las embargó, las gopīs empezaron a respirar muy fuertemente. En lugar de mirar a Kṛṣṇa cara a cara, inclinaron sus cabezas y miraron al suelo, y empezaron a dibujar diversos tipos de líneas curvas en la tierra con los dedos de sus pies. Ellas estaban derramando lágrimas copiosamente, y las decoraciones de sus maquillajes se estaban borrando de sus caras. El agua de sus ojos se mezcló con el kuṅkuma de sus senos y cayó al suelo. Ellas no podían decirle nada a Kṛṣṇa, sino que simplemente estaban allí paradas en silencio. Con su silencio, expresaron que sus corazones estaban gravemente heridos.
Las gopīs no eran mujeres ordinarias. En esencia, estaban al mismo nivel que Kṛṣṇa. Ellas son Sus asociadas eternas. Tal como se confirma en la Brahma-saṁhitā, ellas son expansiones de la potencia de placer de Kṛṣṇa, y como potencia de Él, no son diferentes de Él. A pesar de que estaban deprimidas por las palabras de Kṛṣṇa, no les gustaba usar palabras duras contra Él. Pero, aun así, querían reprocharle a Kṛṣṇa Sus palabras poco amables, y, por consiguiente, empezaron a hablar con voces vacilantes. Ellas no querían usar palabras duras contra Kṛṣṇa, porque Él era lo más querido que tenían, su corazón y su alma. Las gopīs solamente tenían a Kṛṣṇa en sus corazones. Ellas eran almas completamente rendidas y dedicadas a Él. Naturalmente, cuando oyeron palabras poco gentiles, trataron de contestar, pero en el intento, torrentes de lágrimas cayeron de sus ojos. Finalmente se las arreglaron para hablar.
«Kṛṣṇa —dijeron ellas—, ¡Tú eres muy cruel! No debes hablar de esa manera. Nosotras somos almas completamente rendidas. Por favor, acéptanos y no hables de esa manera tan cruel. Por supuesto que Tú eres la Suprema Personalidad de Dios y que puedes hacer lo que desees, pero no es digno de Tu posición tratarnos de una manera tan cruel. Hemos venido a Ti, dejándolo todo, tan solo para refugiarnos en Tus pies de loto. Sabemos que eres completamente independiente y que puedes hacer lo que gustes, pero Te pedimos que no nos rechaces. Nosotras somos Tus devotas. Tú debes aceptarnos tal como el Señor Nārāyaṇa acepta a Sus devotos. Hay muchos devotos del Señor Nārāyaṇa que lo adoran para obtener la salvación, y Él la otorga. En forma similar, ¿cómo puedes rechazarnos cuando no tenemos ningún otro refugio sino Tus pies de loto»?
«¡Oh, querido Kṛṣṇa! —continuaron ellas—, Tú eres el instructor supremo. No hay ninguna duda de eso. Las instrucciones que les das a las mujeres de ser fieles a sus esposos y de ser misericordiosas con sus hijos, de cuidar de los asuntos hogareños y de obedecer a los miembros mayores de la familia, están sin duda muy de acuerdo con los preceptos de los śāstras. Pero sabemos también que estas instrucciones de los śāstras pueden ser observadas perfectamente con uno mantenerse bajo la protección de Tus pies de loto. Nuestros esposos, amigos, parientes e hijos son todos tan queridos por nosotras y nos resultan agradables, solamente debido a Tu presencia, porque Tú eres la Superalma de todas las criaturas vivientes. Sin tu presencia, uno no vale nada. Cuando Tú abandonas el cuerpo, este inmediatamente muere, y de acuerdo con el mandato del śāstra, un cuerpo muerto debe ser tirado a un río o quemado de inmediato. Por consiguiente, en fin de cuentas, Tú eres la personalidad más querida que hay en este mundo. Al colocar nuestra fe y amor en Tu persona, no hay ninguna oportunidad de que se nos prive de esposo, amigos, hijos o hijas. Si una mujer Te acepta como el esposo supremo, entonces a ella nunca se le privará de esposo, tal como sucede al tenerse el concepto corporal de la vida. Si Te aceptamos como nuestro esposo supremo, entonces no hay posibilidad de que nos separemos, nos divorciemos o enviudemos. Tú eres el esposo eterno, el hijo eterno, el amigo eterno y el amo eterno, y aquel que establece una relación contigo es eternamente feliz. Puesto que eres el maestro de todo principio religioso, Tu pies de loto han de ser adorados primero. Por ello, los śāstras afirman: ācārya-upāsanam, la adoración de Tus pies de loto es el principio fundamental. Además de eso, tal como se afirma en el Bhagavad-gītā, Tú eres el único disfrutador, el único propietario y el único amigo. En virtud de esto, hemos venido a Ti dejando a un lado todos los supuestos amigos, sociedad y amor, y ahora Tú Te has convertido en nuestro disfrutador. Permítenos ser eternamente disfrutadas por Ti. Sé nuestro propietario, porque ese es Tu derecho natural, y sé nuestro supremo amigo, porque naturalmente lo eres. Permítenos abrazarte como supremo amado».
Luego, las gopīs le dijeron a Kṛṣṇa, el de los ojos de loto: «Por favor, no desalientes nuestros deseos tan añorados de tenerte por esposo. Cualquier hombre inteligente que se preocupa por su propio bien, deposita en Ti todo su espíritu de amar. Las personas que simplemente están mal guiadas por la energía externa, que quieren satisfacerse con conceptos falsos, tratan de disfrutar aparte de Ti. Los supuestos esposos, amigos, hijos o padres son simplemente fuentes de sufrimiento material. Nadie se vuelve feliz en este mundo material por tener los supuestos padres, esposos, hijos y amigos. Aunque se espera que el padre y la madre protejan a los niños, hay muchos niños que están sufriendo por falta de comida y de refugio. Hay muchos médicos competentes, pero cuando un paciente muere, ningún médico puede revivirlo. Hay muchos medios de protección, pero cuando alguien está condenado, ninguna de las medidas de protección puede ayudar, y sin Tu protección, las mal llamadas fuentes de protección simplemente se convierten en fuentes de sufrimiento continuo. Por consiguiente, apelamos a Ti, querido Señor de todos los señores: por favor, no mates nuestros muy añorados deseos de tenerte como nuestro esposo supremo».
«Querido Kṛṣṇa, como mujeres que somos, estamos sin duda satisfechas cuando nuestros corazones se ocupan en las actividades de asuntos familiares, pero Tú ya Te has robado nuestros corazones. Ya no podemos ocuparlos en asuntos familiares. Además de eso, Tú estás pidiéndonos repetidamente que regresemos a nuestros hogares, y esa es una instrucción muy apropiada, pero, desafortunadamente, estamos aquí paralizadas. Nuestras piernas no tienen ningún poder para dar ni un paso que nos aleje de Tus pies de loto. Por consiguiente, si aun a pedido Tuyo nosotras regresamos a nuestros hogares, ¿qué haremos allí? Hemos perdido toda nuestra capacidad de actuar sin Ti. En lugar de ocupar nuestros corazones en asuntos familiares como mujeres, ya hemos desarrollado un tipo diferente de lujuria, la cual está continuamente llameando en nuestros corazones. Ahora, nosotras Te pedimos, querido Kṛṣṇa, que extingas ese fuego con Tu hermosa sonrisa y con la vibración trascendental que emana de Tus labios. Si Tú no accedes a hacernos ese favor, arderemos sin duda en el fuego de la separación. En esa condición, nosotras simplemente pensaremos en Ti y en Tus bellas características, y abandonaremos nuestros cuerpos inmediatamente. De esa manera, creemos que nos será posible residir bajo Tus pies de loto en nuestra próxima vida. Querido Kṛṣṇa, si dices que, si regresamos a nuestra casa, nuestros respectivos esposos satisfarán la llamada lujuriosa de nuestro deseo, entonces solamente podemos decir que eso ya no es posible. Tú nos has dado la oportunidad de ser disfrutadas por Ti en el bosque, y tocaste nuestros pechos una vez en el pasado, lo cual aceptamos como una bendición, tal como lo hicieron las diosas de la fortuna, a quienes Tú disfrutas en los Vaikuṇṭhalokas. Debido a que hemos probado ese disfrute trascendental, ya no nos interesa ir a ninguna otra persona fuera de Ti para la satisfacción de nuestra lujuria. Querido Kṛṣṇa, los semidioses siempre adoran los pies de loto de la diosa de la fortuna, a pesar de que ella siempre descansa en Tu pecho en los planetas Vaikuṇṭha. Ella se sometió a una gran austeridad y penitencia para tener algún refugio en Tus pies de loto, los cuales siempre están cubiertos por hojas de tulasī. Tus pies de loto son el refugio apropiado de Tus servidores, y la diosa de la fortuna, en lugar de morar en Tu pecho, baja y adora Tus pies de loto. Ahora, nosotras nos hemos colocado bajo el polvo de Tus pies. Por favor, no nos rechaces, porque somos almas completamente rendidas».
«Querido Kṛṣṇa, a Ti se Te conoce como Hari. Tú destruyes todos los sufrimientos de todas las entidades vivientes, específicamente de aquellas que han dejado sus hogares y el apego hacia su familia y se han refugiado por completo en Ti. Hemos abandonado nuestros hogares con la esperanza de consagrar y dedicar completamente nuestras vidas a Tu servicio. Nosotras simplemente estamos suplicando que nos ocupes como sirvientas Tuyas. No deseamos pedirte que nos aceptes como esposas Tuyas. Simplemente acéptanos como sirvientas Tuyas. Puesto que Tú eres la Suprema Personalidad de Dios y Te gusta disfrutar del parakīya-rasa, y puesto que eres famoso como cazador trascendental de mujeres, hemos venido a satisfacer Tus deseos trascendentales. También estamos buscando nuestra propia satisfacción, ya que, por simplemente mirar Tu rostro sonriente, nos hemos puesto muy lujuriosas. Hemos venido ante Ti adornadas con todo tipo de ornamentos y vestidos, pero mientras Tú no nos abraces, todos nuestros vestidos y bellas características permanecerán incompletos. Tú eres la Suprema Persona, y si completas nuestro intento de vestirnos, haciendo el papel de puruṣa-bhūṣaṇa, o el ornamento masculino, entonces todos nuestros deseos y adornos corporales estarán completos».
«Querido Kṛṣṇa, simplemente hemos quedado cautivadas al verte con tilaka y aretes, y al ver Tu bello rostro, cubierto por el cabello revuelto, y Tu extraordinaria sonrisa. No solo eso, sino que también nos atraen Tus brazos, que siempre le dan seguridad a las almas rendidas. Y aunque también nos atrae Tu pecho, que la diosa de la fortuna siempre abraza, nosotras no deseamos tomar su posición. Simplemente, queremos satisfacernos siendo Tus sirvientas. Si Tú, no obstante, nos acusas de alentar la prostitución, entonces solamente podemos preguntar: ¿hay alguna mujer dentro de estos tres mundos, a quien no la cautive Tu belleza y las canciones rítmicas que vibra Tu flauta trascendental? En estos tres mundos no hay ninguna distinción entre hombre y mujer en relación contigo, debido a que tanto los hombres como las mujeres pertenecen a la potencia marginal o prakṛti. Nadie es realmente el disfrutador, o macho; todo el mundo está destinado a que Tú lo disfrutes. No hay mujer en estos tres mundos que no pueda sino desviarse de su sendero de castidad una vez que ha sido atraída por Ti, puesto que Tu belleza es tan sublime, que no solamente los hombres y las mujeres, sino también las vacas, los pájaros, las bestias y aun los árboles, las frutas y las flores —todo el mundo y todas las cosas— quedan embrujados, y ¿qué decir de nosotras mismas? Sin embargo, está definitivamente decidido que, así como el Señor Viṣṇu siempre protege a los semidioses de la embestida de los demonios, así mismo Tú apareciste en Vṛndāvana tan solo para darles a los residentes protección de todo tipo de angustia. ¡Oh, querido amigo de los afligidos!, ten la bondad de colocar Tu mano sobre nuestros ardientes pechos, así como también sobre nuestras cabezas, porque nos hemos rendido a Ti como Tus sirvientas eternas. Si piensas, no obstante, que Tus palmas de loto pueden quemarse y reducirse a cenizas si se colocan en nuestros pechos ardientes, permítenos asegurarte que Tus palmas sentirán placer en lugar de dolor, tal como la flor de loto que, a pesar de ser muy suave y delicada, disfruta del calor ardiente del Sol».
Al oír las súplicas ansiosas de las gopīs, la Suprema Personalidad de Dios empezó a sonreír, y siendo muy bondadoso con las gopīs, el Señor, a pesar de ser autosuficiente, empezó a abrazarlas y a besarlas tal como ellas lo deseaban. Cuando Kṛṣṇa, sonriendo, miró la cara de las gopīs, la belleza de estas aumentó cien veces. Cuando estaba en medio de ellas, disfrutándolas, parecía la Luna llena rodeada de millones de estrellas brillantes. Así, la Suprema Personalidad de Dios, rodeado por cientos de gopīs, y adornado con una guirnalda de flores de muchos colores, comenzó a deambular por el bosque de Vṛndāvana, algunas veces cantando para Sí, y otras veces cantando con las gopīs. De esta manera, tanto el Señor como las gopīs llegaron a la fresca y arenosa ribera del Yamunā, donde había lirios y flores de loto. En esa atmósfera trascendental, tanto las gopīs como Kṛṣṇa comenzaron a disfrutar entre sí. Mientras caminaban por la ribera del Yamunā, Kṛṣṇa ponía a veces Sus brazos alrededor de la cabeza, del pecho o de la cintura de una de las gopīs. Pellizcándose mutuamente, bromeando y mirándose entre sí, ellos disfrutaron. Cuando Kṛṣṇa tocaba los cuerpos de las gopīs, su lujuria por abrazarlo aumentaba. Todas ellas disfrutaron de estos pasatiempos. Así, las gopīs fueron bendecidas con toda la misericordia por la Suprema Personalidad de Dios, pues ellas disfrutaron de Su compañía sin ningún vestigio de vida sexual mundana.
Sin embargo, pronto las gopīs comenzaron a sentirse muy orgullosas, creyéndose las mujeres más afortunadas del universo al ser favorecidas por la compañía de Kṛṣṇa. El Señor Kṛṣṇa, a quien se le conoce como Keśava, inmediatamente se dio cuenta de su orgullo, causado por la gran fortuna que tenían de poder disfrutarlo a Él personalmente, y para otorgarles a ellas Su misericordia sin causa, así como para refrenar su falso orgullo, desapareció inmediatamente de la escena, exhibiendo Su opulencia de renunciación. La Suprema Personalidad de Dios está siempre colmado de seis tipos de opulencias, y este es un ejemplo de la opulencia de renunciación. Esta renunciación confirma el total desapego de Kṛṣṇa. Él es siempre autosuficiente, y no depende de nada. Esta es la plataforma en la cual se ejecutan Sus pasatiempos trascendentales.
Así termina el significado de Bhaktivedanta, del capítulo vigésimo noveno del libro Kṛṣṇa, titulado: «La danza rāsa: Introducción».