Ilustración 27
Después de fuertes lluvias, las tierras de pastoreo se hallaban cubiertas con pasto verde y los toros y las vacas yacían sobre él (¿quién es él?), plenamente satisfechos. Las vacas, seguidas de sus terneros, parecían cansadas de pastar, debido a sus ubres rebosantes de leche. Tranquilamente, las vacas y los terneros descansaban y rumiaban, masticando su alimento.
La protección y el campo de pastoreo para las vacas se encuentran entre las necesidades esenciales de la sociedad y el beneficio de toda la gente. La grasa animal que requiere el cuerpo humano bien puede obtenerse de la leche de vaca. La leche de vaca es muy importante para la energía humana. El desarrollo económico de la sociedad depende de una suficiente producción de cereales, de bastante leche y el adecuado transporte y distribución de esos productos. El Señor Śrī Kṛṣṇa, a través de Su ejemplo personal, nos enseñó la importancia de la protección de las vacas, que no está circunscrita a la India solamente, sino que corresponde a todos los seres humanos en todo el universo.
Las personas poco inteligentes subestiman el valor de la leche de vaca que también se llama gorasa, o jugo del cuerpo de la vaca. La leche es la forma más valiosa de gorasa y con ella podemos preparar muchos alimentos nutritivos para el mantenimiento del cuerpo. La matanza de vacas llevada a cabo por la sociedad humana es una de las políticas suicidas más burdas y los hombres deseosos de educar el espíritu humano, deben antes dirigir su atención al asunto de la protección de las vacas.
Si realmente deseamos cultivar el espíritu humano en la sociedad, debemos contar con hombres inteligentes de primera clase para guiarla. Y para desarrollar los tejidos más finos de nuestro cerebro, debemos asimilar los valores vitamínicos de la leche. Los devotos adoran al Señor Kṛṣṇa dirigiéndose a Él como el bienqueriente de los brāhmaṇas y las vacas.
La clase de hombres más inteligentes, que han obtenido un perfecto conocimiento sobre los valores espirituales, se llaman brāhmaṇas. Ninguna sociedad puede perfeccionarse en el conocimiento trascendental sin la guía de estos hombres superiores y ningún cerebro puede asimilar la forma sutil de conocimiento, sin un tejido cerebral fino. Para estos importantes tejidos cerebrales necesitamos suficiente cantidad de leche y preparaciones lácteas.
Definitivamente, necesitamos proteger a la vaca para tener el mayor beneficio de este importante animal. Por eso, la protección de las vacas no es meramente un sentimiento religioso, sino el medio de asegurar el más grande beneficio para la sociedad humana.