Ilustración 42
Por la noche, en el otoño, la atmósfera es muy placentera, porque no es muy caliente ni es muy fría. El viento suave que soplaba entre los jardines de frutas y flores en Vṛndāvana, complacía a todos - a todos, menos a las gopīs
Existen dos clases de sentimientos trascendentales entre las personas ocupadas en la adoración del Señor. Uno se llama saṁbhoga y el otro se llama viraha. De acuerdo con las autoridades en la línea discipular, la adoración viraha es más agradable que la adoración saṁbhoga. Saṁbhoga tiene lugar con el contacto directo, mientras que viraha se produce sin ese contacto directo. EL Señor Caitanya Mahāprabhu nos enseñó a aceptar la adoración viraha. En nuestra condición actual, no podemos hacer ningún contacto directo con la Suprema Personalidad de Dios. Pero si practicamos la forma de adoración viraha trascendentalmente podremos comprender la presencia del Señor más amorosamente que en Su presencia real.
Sin amor a Dios, ni siquiera tiene sentido el contacto directo. Durante la presencia del Señor había miles y miles de personas pero, debido a que ellos no tenían amor por Dios, difícilmente podían comprender la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa. Por eso debemos primero activar nuestro amor latente por Dios, cumpliendo las reglas prescritas y siguiendo los pasos de las autoridades que están verdaderamente fijas en el amor a Dios. Las gopīs dan el ejemplo más elevado del amor puro por Dios. El Señor Caitanya, en el clímax de la realización, exhibió la adoración viraha en la modalidad de las gopīs.
En el mundo terrenal también existe un atisbo de ese viraha. Una amorosa consorte, un esposo o un amigo, pueden enloquecer por algún tiempo debido a la ausencia de su amado. Sin embargo, tal estado mental no es permanente. El amoroso esposo, o la esposa, se entregan a otro y olvidan todo el pasado. Esto es así porque tales relaciones del mundo material no son reales.
Sin embargo, la situación espiritual es completamente distinta. Un verdadero amante de Dios no puede olvidarlo nunca, aun a cambio de todo lo demás. El devoto del Señor no puede ser feliz en ninguna circunstancia sin el Señor. En ausencia del Señor, el devoto se relaciona con Él recordando Su separación. Debido a que el Señor es absoluto el sentimiento de separación del devoto es trascendentalmente más agradable que el contacto directo. Esto es posible únicamente cuando desarrollamos amor genuino por Él. En tal estado, el devoto siempre está unido al Señor por sentimientos de separación que se vuelven más agudos e intolerables en circunstancias apropiadas. El suave viento recordaba a las gopīs la asociación del Señor y ellas sintieron Su separación agudamente.