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Capítulo Treinta y Cinco

Amor Neutral por Dios


Śrī Rūpa Gosvāmi ofrece sus oraciones respetuosas a la Eterna y Suprema Personalidad de Dios, quien siempre es tan hermoso y por quien los devotos puros siempre se dedican al servicio amoroso y trascendental. Esta tercera división de El Bhakti-rasāmṛta-sindhu describe las cinco clases principales que hay de servicio devocional, es decir, la neutralidad, la servidumbre, la fraternidad, la paternidad y el amor conyugal. Estas cinco cosas se van a explicar aquí muy detalladamente, y, así pues, se han descrito en sentido figurado como las cinco olas del lado occidental de este océano del néctar de la devoción.


Cuando uno es realmente capaz de mantener la posición trascendental, la etapa en que se encuentra se llama "neutralidad en el servicio devocional". Algunos grandes sabios han alcanzado esa posición neutral practicando la austeridad, la penitencia y la meditación para controlar los sentidos. Esos sabios generalmente se llaman yogīs místicos, y en la mayoría de los casos se inclinan a apreciar el placer espiritual del aspecto impersonal de la Verdad Absoluta. Ellos prácticamente ignoran el placer trascendental que se obtiene del contacto personal con la Divinidad Suprema.


En realidad, el placer trascendental que se obtiene de la compañía de la Persona Suprema es mucho mayor que el que se obtiene de comprender el Brahmān impersonal, debido a que uno se encuentra directamente con la forma eterna del Señor. Los impersonalistas no obtienen directamente el placer trascendental que procede de reunirse con el Señor por medio del proceso de oír hablar de Sus pasatiempos. A raíz de ello, los impersonalistas no pueden obtener ningún placer trascendental disfrutable de los temas de El Bhagavad-gītā, en el que el Señor está hablando personalmente con Arjuna. El principio básico de su actitud impersonal no les permite saborear el placer trascendental del que disfruta un devoto cuyo entendimiento tiene como principio básico a la Persona Suprema. Por consiguiente, los comentarios impersonalistas sobre El Bhagavad-gītā son desastrosos, ya que, sin comprender el placer trascendental del Gītā, el impersonalista quiere interpretarlo a su manera. Sin embargo, si un impersonalista puede ponerse en contacto con un devoto puro, su posición trascendental puede cambiar y lograr una mayor elevación. A los grandes sabios se les recomienda, pues, que adoren la forma del Señor, para que puedan conseguir ese altísimo placer trascendental.


Sin adorar el arcā-vigraha, la forma o deidad del Señor, no es posible comprender Escrituras tales como El Bhagavad-gītā y El Śrīmad-Bhāgavatam. Para esos grandes sabios situados en la posición de la neutralidad trascendental, el comienzo debe ser el de refugiarse en el Señor Viṣṇu, la forma eterna de cuatro manos de la Suprema Personalidad de Dios. Por lo tanto, a los yogīs místicos se les aconseja que mediten en la forma del Señor Viṣṇu, tal como lo recomienda Kapila Muni en el sistema de sāṅkhya-yoga. Desgraciadamente, muchos yogīs místicos tratan de meditar en algo vacío, y, como se indica en el Gitā, el resultado de ello es que tan sólo sufren molestias y no logran ningún resultado tangible.

Cuando algunas personas santas muy eminentes que habían ejecutado penitencias y austeridades vieron la forma trascendental de Viṣṇu de cuatro manos, hicieron este comentario:
"Esta forma de cuatro manos que tiene el Señor, manifestada con un color azulado, es el depósito de todo placer y el centro de nuestra fuerza vital. En verdad, cuando vemos esta forma eterna de Viṣṇu, nosotros, junto con muchos otros paramahaṁsas, nos sentimos inmediatamente cautivados por la belleza del Señor”.
Esta apreciación del Señor Viṣṇu por parte de las personas santas, es un ejemplo del estado de śānta-rasa la etapa neutral del servicio devocional. En un principio, aquellos que aspiran a la salvación tratan de salirse del enredo material ejecutando penosas austeridades y penitencias, y finalmente llegan al estado impersonal de la comprensión espiritual. En esa etapa brahmā-bhūta de liberación del enredo material, los síntomas que se presentan, como se explica en El Bhagavad-gītā, son, que uno se llega a sentir feliz más allá de cualquier anhelo o lamentación, y que uno adquiere una visión universal. Cuando el devoto se sitúa en el śānta-rasa, o la etapa neutral del servicio devocional, aprecia la forma Viṣṇu del Señor.


A decir verdad, toda la cultura védica está encaminada a comprender al Señor Viṣṇu. En El Ṛg Veda, un mantra dice que cualquier persona santa y adelantada aspira siempre a estar fija en el proceso de meditar en los pies de loto de Viṣṇu.


En El Śrīmad-Bhāgavatam se dice que los tontos no saben que Viṣṇu es la meta final de la vida. De acuerdo con las conclusiones de todas las Escrituras védicas que son la autoridad, cuando una persona llega a la etapa de apreciar a Viṣṇu, está al principio del servicio devocional. Si se sigue cultivando el servicio devocional cada vez más, bajo una guía apropiada, gradualmente se irán manifestando otras características de dicho servicio. En esa etapa de śānta-rasa, se puede ver al Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios, el redentor incluso de los demonios. Esos futuros devotos aprecian al Señor como la forma trascendental eterna, el jefe de todas las almas autorrealizadas, la Superalma y el Brahman Supremo. A Él también se lo aprecia como alguien que es completamente calmado, completamente controlado y puro, misericordioso con los devotos, y que no es tocado por ninguna condición material. Esta apreciación del Señor Viṣṇu con respecto y veneración por parte de los santos, se debe tomar como la señal de que ellos están situados en el estado de śānta-rasa, o la etapa neutral del servicio devocional.


Los impersonalistas pueden alcanzar esa etapa de śānta-rasa sólo cuando se relacionan con devotos puros. De lo contrario no es posible. Después de llegar a la comprensión Brahman, cuando un alma liberada se pone en contacto con un devoto puro del Señor Kṛṣṇa y acepta sumisamente las enseñanzas del Señor Kṛṣṇa sin mal interpretarlas, se sitúa en esa etapa neutral del servicio devocional. El mejor ejemplo de personas santas situadas en el estado de śānta-rasa son Sanaka, Sanātana, Sananda y Sanat-kumāra, los hermanos Kumāra. Estas cuatro personas santas (conocidas como los Catuḥ-sana) son hijas del Señor Brahmā. Después de su nacimiento, cuando su padre les ordenó convertirse en padres de familia y aumentar la población de la sociedad humana, ellos rechazaron la orden. Ellos dijeron que ya habían decidido no llegar a enredarse en una vida familiar; preferían vivir como brahmacārīs santos para su propia perfección. Así que estos grandes santos han estado viviendo durante millones de años, pero todavía se ven como niños de apenas cuatro o cinco años. Su piel es muy clara, tienen una refulgencia en el cuerpo, y siempre viajan desnudos. Estas cuatro personas santas casi siempre andan juntas.

En una de las oraciones de los hermanos Kumāra, se hace esta declaración:
"¡Oh, Señor Mukunda [Kṛṣṇa, el dador de la liberación]!, tan sólo mientras no se ha llegado a ver Tu forma eterna de dicha y conocimiento, que tiene la apariencia de un árbol tamāla joven y es de un matiz azulado, sólo hasta entonces puede ser muy agradable para una persona santa el aspecto impersonal de la Verdad Absoluta, conocido como Brahman".


Las cualidades de una persona santa se describen en El Bhakti-rasāmṛta-sindhu de la siguiente manera: una persona santa es la que comprende plenamente que con sólo realizar servicio devocional puede llegar a estar segura de la liberación. Esa persona siempre está fija en los principios regulativos de la vida devocional, y al mismo tiempo aspira a liberarse del enredo material.

Una persona santa piensa lo siguiente:
"¿Cuándo podré vivir a solas en las cuevas de las montañas? ¿Cuándo me vestiré tan sólo con ropa interior? ¿Cuándo me sentiré satisfecho con comer tan sólo un poco de fruta y verduras? ¿Cuándo me será posible pensar siempre en los pies de loto de Mukunda, que es la fuente de la refulgencia Brahman? Y, en esa condición espiritual de la vida, ¿cuándo comprenderé plenamente que mis días y noches son momentos insignificantes en el tiempo eterno?".


Los devotos y las personas autorrealizadas que se dedican a predicar las glorias del Señor, siempre conservan en el corazón un amor extático por el Señor. Así pues, ellos se benefician con los rayos de la luna del éxtasis y se les llama personas santas.


La persona santa siente el impulso de dedicarse al estudio de los Vedas, especialmente de las porciones upaniṣādicas, de vivir siempre en un lugar en donde no haya molestias de la gente común, de pensar siempre en la forma eterna de Kṛṣṇa, de estar dispuesta a considerar y comprender la Verdad Absoluta, de destacarse siempre en manifestar conocimiento, de ver al Señor Supremo en Su forma universal (viśva-rūpa), de relacionarse siempre con devotos eruditos, y de discutir las conclusiones de los Vedas con personas igualmente elevadas. Todas estas cualidades de una persona santa sirven para elevarla al estado de śānta-rasa.


En El Bhakti-rasāmṛta-sindhu se declara que todos aquellos que asistieron a la reunión piadosa que celebró el Señor Brahmā para el estudio de Escrituras védicas tales como los Upaniśads, llegaron a sentirse colmados de amor extático por Kṛṣṇa, el jefe de la dinastía Yadu. De hecho, el resultado de estudiar los Upaniśads es el de comprender a la Suprema Personalidad de Dios. La negación de la existencia material es solamente uno de los temas de los Upaniśads. El siguiente tema trata sobre la comprensión impersonal y cómo llegar a ella. Y luego, después de penetrar a través del Brahman impersonal, cuando se llega al plano en el que uno se relaciona con la Suprema Personalidad de Dios, se alcanza la meta final del estudio de los Upaniśads.


Aquellos que están situados en el plano de śānta-rasa, obtienen su ímpetu para avanzar en el servicio devocional del hecho de oler la tulasī que se ofrece a los pies de loto del Señor, de oír el sonido de Su caracola, de ver un lugar santificado en alguna montaña o colina, de observar un bosque como los de Vṛndāvana, de ir a un lugar de peregrinaje, de visitar el curso del río Ganges, de conquistar los dictados de las exigencias corporales (es decir, el comer, el dormir, el aparearse y el defenderse), de comprender la devastación del tiempo eterno y de relacionarse constantemente con devotos dedicados al proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Todas estas diferentes cosas son favorables para elevar hasta la etapa avanzada del servicio devocional a las personas santas que están situadas en el śānta-rasa.


En el Tercer Canto, Capítulo Quince, verso 43, de El Śrīmad-Bhāgavatam, hay una declaración de las cuatro personas santas conocidas como Catuḥ-sana, encabezadas por Sanaka-kumāra. Ellas fueron a visitar al Señor de Vaikuṇṭhaloka en el cielo espiritual, y cuando se postraron ante el Señor, el aroma de las tulasī, mezclado con azafrán, les entró en la nariz y de inmediato les atrajo la mente. Aunque estas cuatro personas santas siempre estaban absortas en el pensamiento acerca del Brahman impersonal, debido a su relación con el Señor y al hecho de oler las hojas de tulasī, el vello del cuerpo se les erizó al instante. Esto demuestra que hasta una persona que esté situada en el plano de la comprensión Brahman, si llega a ponerse en contacto con devotos dedicados al servicio devocional puro, de inmediato se sentirá atraída al aspecto personal del Señor.


Existen ciertos síntomas que se presentan en los grandes sabios que están situados en el servicio devocional śānta-rasa, y esos síntomas se manifiestan de la siguiente manera: ellos concentran la vista en la punta de la nariz y se comportan como un avadhūta. La palabra avadhūta se refiere a un místico muy elevado a quien no le importan las convenciones sociales, religiosas ni védicas. Otro síntoma es que esas personas tienen mucho cuidado en dar un paso al frente cuando están dando un discurso. Cuando ellas hablan, unen el dedo índice y el pulgar. (Esto se llama posición jñāna-mudrā.) Ellos no están en contra de los ateos, ni se sienten particularmente inclinados hacia los devotos. Esas personas le dan énfasis a la liberación y al desapego de la forma de vida materialista. Ellas siempre son neutrales y no sienten afecto por las cosas materiales ni se identifican erróneamente con ellas. Ellas siempre son graves, pero están totalmente absortas en los pensamientos acerca de la Suprema Personalidad de Dios. Estas características poco comunes se manifiestan en los devotos que están situados en el estado de śānta-rasa.

Por lo que toca a la concentración de la vista en la punta de la nariz, en El Bhakti-rasāmṛta-sindhu se encuentra la declaración de un devoto que observó a un yogī que hacía esto. Su comentario fue:
"Este gran sabio está concentrando la vista en la punta de la nariz, lo cual hace pensar que ya ha comprendido la eterna forma del Señor que lleva dentro de sí".

Algunas veces, un devoto que se encuentra en el estado de śānta-rasa bosteza, estira los miembros, da instrucciones sobre el servicio devocional, le ofrece respetuosas reverencias a la forma del Señor, le ofrece bellas oraciones al Señor, y tiene el deseo de prestar servicio directo con el cuerpo. Esos son algunos de los síntomas comunes que presenta el devoto que está situado en el plano de la neutralidad. Un devoto, después de observar el bostezo de otro devoto, se dirigió a él así:
"Mi querido místico, creo que dentro de tu corazón hay un amor devocional extático que te está haciendo bostezar".
Algunas veces se observa que un devoto que se halla en el estado de śānta-rasa se cae al suelo, el vello del cuerpo se le eriza, y todo él tiembla. De esa forma, esos devotos manifiestan automáticamente diferentes síntomas de trance extático.


En El Bhakti-rasāmṛta-sindhu se dice que cuando el Señor Kṛṣṇa hacía sonar Su caracola conocida como Pāñcajanya, muchos grandes sabios que vivían en las cuevas de las montañas reaccionaban inmediatamente al ser despertados de su trance de meditación. Ellos veían al instante que se les erizaba el vello del cuerpo. Algunas veces, los devotos que han alcanzado el estado de śānta-rasa, se quedan aturdidos, o se vuelven pacíficos, jubilosos, prudentes, reflexivos, ansiosos, hábiles y argumentativos. Estos síntomas indican la presencia de un éxtasis continuo, o emoción establecida.


Una vez, un gran sabio iluminado se lamentaba del hecho de que el Supremo Señor Kṛṣṇa viviera en Dvārakā y él no pudiera aprovecharse de eso para verlo. Al pensar esto, el sabio se quedó aturdido de inmediato. Él se puso a pensar que tan sólo estaba perdiendo su tiempo. En otras palabras, el sabio se lamentaba porque la Suprema Personalidad de Dios estaba presente personalmente, pero aun así él no podía aprovecharse de eso debido a su meditación.

Cuando un místico es trascendental a toda clase de maquinaciones mentales y está situado en el plano del Brahman, su estado se llama "de trance", y está más allá de la influencia de la concepción material de la vida. En esa etapa, cuando alguien oye hablar de los pasatiempos trascendentales del Señor, es posible que le dé un temblor en el cuerpo.

Cuando un devoto que ha comprendido el Brahman y que ha llegado a la etapa de trance constante se pone en contacto con la forma eterna de Kṛṣṇa, su placer trascendental aumenta millones de veces. Un gran sabio le preguntó una vez a otro:
"Mi querido amigo, ¿crees que después de que yo perfeccione la práctica del yoga óctuple pueda ver la forma eterna de la Suprema Personalidad de Dios?"
Esta pregunta del sabio es un ejemplo de la curiosidad que se manifieta en un devoto que se encuentra en la etapa neutral del servicio devocional.

Cuando el Señor Kṛṣṇa, junto con Su hermano mayor Balarāma y Su hermana Subhadrā, llegó a Kurukṣetra en un carruaje en ocasión de un eclipse solar, también llegaron ahí muchos yogīs místicos. Cuando estos yogīs místicos vieron al Señor Kṛṣṇa y a Balarāma, exclamaron que ahora que habían visto la excelente refulgencia corporal del Señor, casi habían olvidado el placer que procede de comprender el Brahman impersonal. A este respecto, uno de los místicos se acercó a Kṛṣṇa y le dijo:
"Mi querido Señor, Tú siempre estás colmado de dicha trascendental, superando todas las demás posiciones espirituales. Y por eso, con sólo verte desde un lugar distante, he llegado a la conclusión de que no tengo necesidad de estar situado en la dicha trascendental del Brahman impersonal".


Cuando un gran místico despertó una vez de su trance meditativo al escuchar el sonido de la caracola Pāñcajanya de Kṛṣṇa, se sintió tan abrumado, que comenzó a dar cabezazos contra el suelo, y con los ojos llenos de lágrimas de amor extático, violó todas las reglas y regulaciones de sus prácticas de yoga. Así pues, él abandonó de inmediato el proceso de la comprensión del Brahman*.

Bilvamaṅgala Thākura, en su libro El Kṛṣṇa-karṇāmṛta, dice:
"Que los impersonalistas se dediquen al proceso de la comprensión trascendental mediante la adoración del Brahman impersonal. Aunque yo también fui iniciado en esa senda de la comprensión del Brahman, ahora he sido desencaminado por un muchacho travieso, un muchacho que es muy astuto, que está muy apegado a las gopīs y que me ha convertido en Su sirvienta. Así que, ahora he olvidado el proceso de la comprensión del Brahman".


Bilvamaṅgala Thākura primero fue iniciado espiritualmente para la comprensión impersonal de la Verdad Absoluta, pero más tarde, por relacionarse con Kṛṣṇa en Vṛndāvana, llegó a convertirse en un devoto experimentado. Lo mismo le sucedió a Śukadeva Gosvāmī, quien también se reformó por la gracia del Señor y emprendió la senda del servicio devocional, abandonando el camino de la comprensión impersonal.

Śukadeva Gosvāmi y Bilvamaṅgala Thākura, quienes renunciaron a la concepción impersonal de la Verdad Absoluta para dedicarse al servicio devocional, son los mejores ejemplos de devotos situados en el estado neutral. De acuerdo con algunas autoridades, esta condición no se puede aceptar como uno de los humores trascendentales, o rasas, pero Śrīla Rūpa Gosvāmi dice que aunque no se acepte como un humor trascendental, sí debe ser aceptada como la posición inicial del servicio devocional. Sin embargo, si uno no sigue elevándose hasta llegar al plano del verdadero servicio al Señor, no se considera que esté en el plano de la melosidad trascendental. A este respecto, en el Undécimo Canto de El Śrīmad-Bhāgavatam, el Señor Kṛṣṇa instruye personalmente a Uddhava de la siguiente manera:
"El estado en el cual alguien se encuentra establecido en el concepto de Mi forma personal se llama śānta-rasa, y sin estar situado en esa posición, nadie puede avanzar hacia el verdadero servicio devocional puro”.
En otras palabras, nadie puede situarse en el plano del aspecto personal de la Suprema Personalidad de Dios, sin estar situado al menos en el estado de śānta-rasa.

* Éstos son los brahmānas a quienes Sūta Gosvāmī les narró El Śrīmad-Bhāgavatam, tal como se describe en El Śrīmad-Bhāgavatam del autor, Primer Canto, Capítulo Uno.
 

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