Text 16
daivenāpratighātena
śukle saṁsthām upeyuṣi
rāto vo ’nugrahārthāya
viṣṇunā prabhaviṣṇunā
daivena—mediante poder sobrenatural; apratighātena—mediante los que es irresistible; śukle—al puro; saṁsthām—destrucción; upeyuṣi—habiéndosele impuesto; rātaḥ—restituido; vaḥ—para ti; anugraha-arthāya—con objeto de complacerte; viṣṇunā—por el omnipresente Señor; prabhaviṣṇunā—por el todopoderoso.
Los brāhmaṇas dijeron: El todopoderoso y omnipresente Señor Viṣṇu, la Personalidad de Dios, a fin de complacerte, ha restituido a este inmaculado hijo. Él fue salvado cuando estaba condenado a ser destruido por una intolerable arma sobrenatural.
SIGNIFICADO: El todopoderoso y omnipresente Viṣṇu (el Señor Kṛṣṇa) salvó al niño Parīkṣit por dos razones. La primera razón es que el niño que se hallaba en el vientre de su madre era inmaculado, por el hecho de ser un devoto puro del Señor. La segunda razón es que el niño era el único varón que había sobrevivido de los descendientes de Puru, el pío antepasado del virtuoso rey Yudhiṣṭhira. El Señor quiere continuar la línea de reyes piadosos, a fin de que estos rijan la Tierra como representantes de Él, en aras del verdadero progreso de una vida pacífica y próspera. Después de la batalla de Kurukṣetra, incluso la generación siguiente a la de Mahārāja Parīkṣit había sido aniquilada, y no había nadie más que pudiera engendrar otro hijo en la gran familia real. De toda la familia, Mahārāja Parīkṣit, el hijo de Abhimanyu, era el único heredero legítimo que había sobrevivido, y a causa de la intolerable y sobrenatural arma brahmāstra de Aśvatthāmā, era seguro que sería aniquilado. Al Señor Kṛṣṇa se lo describe aquí como Viṣṇu, y esto también es significativo. El Señor Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios original, realiza la labor de protección y aniquilación en su capacidad de Viṣṇu. El Señor Viṣṇu es la expansión plenaria del Señor Kṛṣṇa. Por medio de Su aspecto Viṣṇu, el Señor ejecuta Sus actividades omnipresentes. Al niño Parīkṣit se lo describe aquí como inmaculadamente blanco, por ser un devoto puro del Señor. Esa clase de devotos puros del Señor aparecen en la Tierra solo para ejecutar la misión del Señor. El Señor desea que las almas condicionadas que se encuentran revoloteando por la creación material, sean rescatadas y llevadas de vuelta al hogar, de vuelta a Dios, y, para ello, las ayuda preparando Escrituras trascendentales tales como los Vedas, enviando misiones de santos y sabios, y delegando a Su representante, el maestro espiritual. Dichas Escrituras trascendentales y dichos misioneros y representantes del Señor son inmaculadamente blancos, porque la contaminación de las cualidades materiales ni siquiera puede tocarlos. Ellos siempre están protegidos por el Señor cuando los amenaza la aniquilación. Esa clase de amenazas necias las hacen los muy materialistas. El brahmāstra que Aśvatthāmā le lanzó al niño Parīkṣit era indudablemente poderoso de una manera sobrenatural, y nada del mundo material podía resistir su fuerza de penetración. Pero el Todopoderoso Señor, que está presente en todas partes —dentro y fuera—, pudo contrarrestarlo mediante Su todopoderosa potencia, tal solo para salvar a un genuino sirviente del Señor y descendiente de otro devoto, Mahārāja Yudhiṣṭhira, a quien el Señor siempre complacía, por Su misericordia sin causa.