Text 21
dhanvinām agraṇīr eṣa
tulyaś cārjunayor dvayoḥ
hutāśa iva durdharṣaḥ
samudra iva dustaraḥ
dhanvinām—de los grandes arqueros; agraṇīḥ—el más destacado; eṣaḥ—este niño; tulyaḥ—igualmente bueno; ca—y; arjunayoḥ—de los Arjunas; dvayoḥ—de los dos; hutāśaḥ—fuego; iva—como; durdharṣaḥ—irresistible; samudraḥ—océano; iva—como; dustaraḥ—insuperable.
Entre los grandes arqueros, este niño será igual que Arjuna. Él será tan irresistible como el fuego, y tan insuperable como el océano.
SIGNIFICADO: En la historia hay dos Arjunas. Uno es Kārtavīrya Arjuna, el rey de Haihaya, y el otro es el abuelo del niño. Los dos Arjunas eran famosos por su habilidad como arqueros, y del niño Parīkṣit se predice que será igual a los dos, específicamente en lo que a luchar se refiere. A continuación se da una corta descripción del Pāṇḍava Arjuna.
Pāṇḍava Arjuna: El gran héroe del Bhagavad-gītā. Es el hijo kṣatriya de Mahārāja Pāṇḍu. La reina Kuntīdevī podía llamar a cualquiera de los semidioses, y en virtud de ello llamó a Indra, el cual engendró a Arjuna. Arjuna es, por consiguiente, una parte plenaria del rey Indra del cielo. Él nació en el mes de phãlguna (febrero-marzo), y por eso también se le da el nombre de Phālguni. Cuando apareció como hijo de Kuntī, su futura grandeza fue proclamada por mensajes aéreos, y todas las personalidades importantes de diferentes partes del universo, tales como los semidioses, los gandharvas, los ãdityas (del globo solar), los rudras, los vasus, los nāgas, los diferentes ṛṣis (sabios) de importancia y las apsarās (las muchachas frívolas del cielo), asistieron a la ceremonia. Las apsarās complacieron a todos con sus bailes y canciones celestiales. Vasudeva, el padre del Señor Kṛṣṇa y tío materno de Arjuna, envió como representante a su sacerdote Kaśyapa, para que purificara a Arjuna mediante todos los saṁskāras prescritos, o procesos reformatorios. El saṁskāra en el que se le dio el nombre se realizó en presencia de los ṛṣis residentes de Śatasṛṅga. Él se casó con cuatro mujeres —Draupadī, Subhadrā, Citrāṅgadā y Ulūpī—, con quienes tuvo cuatro hijos, llamados Śrutakīrti, Abhimanyu, Babhruvāhana e Irāvān, respectivamente.
Durante su vida de estudiante se le confió al gran profesor Droṇācārya para que le enseñara, junto con los otros Pāṇḍavas y los Kurus. Pero él superaba a todos los demás con la intensidad de sus estudios, y su afecto por las disciplinas atrajo a Droṇācārya de un modo especial. Droṇācārya lo aceptó como un estudioso de primera, y muy gustosamente y de todo corazón le concedió todas las bendiciones de la ciencia militar. Él era un alumno tan ardiente, que solía practicar con el arco incluso de noche, y por todas estas razones el profesor Droṇācārya estaba decidido a convertirlo en el mejor arquero del mundo. Él pasó muy brillantemente el examen de tiro al blanco, y Droṇācārya se sintió muy complacido. Las familias reales de Maṇipura y Tripura son descendientes del hijo de Arjuna de nombre Babhruvāhana. Arjuna salvó a Droṇācārya del ataque de un cocodrilo, y el Ācārya, sintiéndose complacido con él, lo recompensó con un arma de nombre brahmaśiras. Mahārāja Drupada era enemigo de Droṇācārya, y cuando atacó al Ācārya, Arjuna lo arrestó y lo llevó ante este último. Arjuna sitió una ciudad de nombre Ahichhatra, que le pertenecía a Mahārāja Drupada, y después de apoderarse de ella se la dio a Droṇācārya. A Arjuna se le explicó el confidencial manejo del arma brahmaśiras, y él le prometió a Droṇācārya que, si era necesario, usaría el arma cuando el propio Droṇācārya se volviera su enemigo. Con esto el Ācārya vaticinó la futura batalla de Kurukṣetra, en la que él estuvo en el bando opuesto. Mahārāja Drupada, pese a que Arjuna lo había derrotado en nombre de su profesor Droṇācārya, decidió no obstante entregarle su hija Draupadī al joven combatiente, pero se sintió frustrado cuando oyó las falsas noticias acerca de la muerte de Arjuna en el incendio de una casa de laca, incendio urdido por Duryodhana. Él le organizó entonces a Draupadī una ceremonia de selección personal de novio, en la cual se elegiría a aquel que pudiera atravesar el ojo de un pez que colgaba del techo. Este ardid se empleó especialmente porque solo Arjuna podía hacer eso, y a Mahārāja Drupada se le cumplió el deseo de entregarle a Arjuna su hija igualmente digna. En esa época, los hermanos de Arjuna estaban viviendo de incógnito en virtud de un pacto que habían hecho con Duryodhana, y Arjuna y sus hermanos asistieron vestidos de brāhmaṇas a la reunión de selección que se le hizo a Draupadī. Cuando todos los reyes kṣatriyas que se hallaban reunidos vieron que Draupadī había enguirnaldado como su señor a un pobre brāhmaṇa, el Señor Śrī Kṛṣṇa le reveló la identidad de este último a Balarāma.
Él conoció a Ulūpī en Haridvāra (Hardwar), y una muchacha perteneciente a Nāgaloka lo atrajo, y así nació Iravān. De igual manera, conoció a Citrāṅgadā, una hija del rey de Maṇipura, y así nació Bābhruvāhana. El Señor Śrī Kṛṣṇa ingenió un plan para ayudar a Arjuna a raptar a Subhadrā, la hermana de Śrī Kṛṣṇa, porque Baladeva estaba inclinado a entregársela a Duryodhana. Yudhiṣṭhira también estuvo de acuerdo con Śrī Kṛṣṇa, por lo cual Arjuna se llevó a Subhadrā a la fuerza y se casó con ella. Abhimanyu es el hijo de Subhadrā y el padre de Parīkṣit Mahārāja, el hijo póstumo. Arjuna satisfizo al dios del fuego al incendiar el bosque Khāṇḍava, y, en virtud de ello, el dios del fuego le dio un arma. A Indra lo disgustó el incendio de dicho bosque y, asistido por todos los demás semidioses, comenzó a pelear con Arjuna por su gran desafío, Arjuna los derrotó, e Indradeva regresó a su reino celestial. Arjuna también le prometió absoluta protección a un tal Mayāsura, y este le obsequió una valiosa caracola, célebre con el nombre de Devadatta. Así mismo, recibió muchas otras armas valiosas que le dio Indradeva, al este sentirse satisfecho de ver su valentía.
Cuando Mahārāja Yudhiṣṭhira no pudo vencer a Jarāsandha, el rey de Magadha, solo Arjuna le dio al rey Yudhiṣṭhira toda clase de garantías, y, así pues, Arjuna, Bhīma y el Señor Kṛṣṇa partieron para Magadha a matar a Jarāsandha. Cuando Arjuna salió para poner a todos los demás reyes del mundo bajo el dominio de los Pāṇḍavas, conquistó el país llamado Kelinda y sometió al rey Bhagadatta. Luego, viajó por países como Antagiri, Ulūkapura y Modāpura, y sometió a todos los gobernantes.
En algunas ocasiones, él realizó severos tipos de penitencias, y más adelante Indradeva lo recompensó. El Señor Śiva también quiso poner a prueba la fuerza de Arjuna, y se le enfrentó en la forma de un aborigen. Entre los dos hubo una gran pelea, y al final el Señor Śiva se sintió satisfecho con él y le reveló su identidad. Arjuna le oró al Señor con toda humildad, y el Señor, complacido con él, le obsequió el arma pāśupata. Él adquirió muchas otras armas importantes que le dieron diferentes semidioses. Recibió el daṇḍāstra de Yamarāja, el paśāstra de Varuṇa y el antardhanāstra de Kuvera, el tesorero del reino celestial. Indra quiso que él fuera al reino celestial, el planeta Indraloka, el cual se encuentra más allá del planeta Luna. En ese planeta fue recibido cordialmente por los residentes del lugar, y se le hizo una recepción en el parlamento celestial de Indradeva. Luego, se reunió con este último, quien no solo le obsequió su arma vajra, sino que también le enseñó la ciencia militar y la ciencia musical, tal como se usan en el planeta celestial. En un sentido, Indra es el verdadero padre de Arjuna y, por lo tanto, quiso indirectamente entretenerlo con la famosa y frívola muchacha celestial llamada Urvaśī, la célebre beldad. Las muchachas frívolas del cielo son lujuriosas, y Urvaśī estaba muy ansiosa de tener relaciones con Arjuna, el más fuerte de los seres humanos. Ella fue a verlo a su habitación y le expresó los deseos que tenía, pero Arjuna mantuvo su impecable reputación cerrando los ojos, dirigiéndose a ella como madre de la dinastía Kuru, y poniéndola en la categoría de sus madres Kuntī, Mādrī y Śacīdevī, la esposa de Indradeva. Desilusionada, Urvaśī maldijo a Arjuna y se fue. En el planeta celestial, Arjuna conoció además al gran y célebre asceta Lomaśa, y le oró por la protección de Mahārāja Yudhiṣṭhira.
Cuando su hostil primo Duryodhana se hallaba en las garras de los gandharvas, Arjuna quiso salvarlo y les pidió a estos que lo soltaran; pero rehusaron hacerlo y, en consecuencia, peleó con ellos y logró liberarlo. Cuando todos los Pāṇḍavas estaban viviendo de incógnito, se presentó en la corte del rey Virāṭa como un eunuco, y fue contratado como maestro de música de Uttarā, su futura nuera. En la corte de Virāṭa se le conoció como Bṛhannala. Como Bṛhannala, peleó en nombre de Uttara, el hijo del rey Virāṭa, y así, de incógnito, derrotó a los Kurus en la pelea. Sus armas secretas fueron cuidadosamente guardadas bajo la custodia de un árbol somi, y él le ordenó a Uttara que se las trajera de vuelta. Más adelante, su identidad y la de sus hermanos le fueron reveladas a Uttara. Droṇācārya fue informado de la presencia de Arjuna en la pelea de los Kurus y los Virāṭas. Posteriormente, en el campo de batalla de Kurukṣetra, Arjuna mató a muchos y grandes generales, tales como Karṇa y otros. Después de la batalla de Kurukṣetra, castigó a Aśvatthāmā, el cual había matado a todos los cinco hijos de Draupadī. Luego, todos los hermanos fueron a donde se encontraba Bhīṣmadeva.
Se debe solo a Arjuna que el Señor pronunciara de nuevo en el campo de batalla de Kurukṣetra los grandiosos discursos filosóficos del Bhagavad-gītā. Los maravillosos actos que realizó en el campo de batalla de Kurukṣetra, se describen vívidamente en el Mahābhārata. Sin embargo, a Arjuna lo derrotó su hijo Babhruvāhana en Maṇipura, y perdió el conocimiento cuando Ulūpi lo salvó. Después de la desaparición del Señor Kṛṣṇa, Arjuna le llevó la noticia a Mahārāja Yudhiṣṭhira. Arjuna visitó Dvārakā de nuevo, y todas las viudas del Señor Kṛṣṇa se lamentaron ante él. Él las llevó a todas ante Vasudeva, y a todas las tranquilizó. Más adelante, cuando Vasudeva murió, realizó la ceremonia fúnebre de este, debido a la ausencia de Kṛṣṇa. Mientras Arjuna llevaba a todas las esposas de Kṛṣṇa a Indraprastha, fue atacado en el camino, y no pudo proteger a las damas que se hallaban bajo su custodia. Finalmente, aconsejados por Vyāsadeva, todos los hermanos se dirigieron a Mahãprasthāna. En el camino y a pedido de su hermano, renunció a todas las armas importantes como si fueran inútiles, y las echó todas al agua.