Text 18
viduras tad abhipretya
dhṛtarāṣṭram abhāṣata
rājan nirgamyatāṁ śīghraṁ
paśyedaṁ bhayam āgatam
viduraḥ—Mahātmā Vidura; tat—eso; abhipretya—sabiéndolo bien; dhṛtarāṣṭram—a Dhṛtarāṣṭra; abhāṣata—dijo; rājan—¡oh, rey!; nirgamyatām—por favor, sal de inmediato; śīghram—sin la menor demora; paśya—tan solo fíjate; idam—esto; bhayam—temor; āgatam—ya llegó.
Mahātmā Vidura sabía todo eso y, por consiguiente, se dirigió a Dhṛtarāṣṭra y le dijo: Mi querido rey, por favor sal de aquí de inmediato. No te demores. Tan solo fíjate cómo el miedo se ha apoderado de ti.
SIGNIFICADO: La cruel muerte no respeta a nadie, ya sea este Dhṛtarāṣṭra o incluso Mahārāja Yudhiṣṭhira; por lo tanto, la instrucción espiritual, tal como se le dio al anciano Dhṛtarāṣṭra, podía aplicársele igual a Mahārāja Yudhiṣṭhira, que era más joven. A decir verdad, todos los miembros del palacio real, incluso el rey, sus hermanos y su madre, estaban asistiendo a las conferencias con mucho interés. Pero Vidura sabía que sus instrucciones iban dirigidas en especial a Dhṛtarāṣṭra, quien era muy materialista. La palabra rājan se usó especialmente para Dhṛtarāṣṭra de un modo significativo. Dhṛtarāṣṭra era el hijo mayor de su padre y, por eso, de acuerdo con la ley, tenía que haber sido ascendido al trono de Hastināpura. Pero como era ciego de nacimiento, estaba incapacitado y perdió su justo derecho. Mas, él no pudo olvidar el percance, y su decepción se compensó un poco al morir Pāṇḍu, su hermano menor. Este dejó tras de sí unos hijos menores, y Dhṛtarāṣṭra se volvió el tutor natural de ellos, aunque de corazón quería convertirse en el verdadero rey y hacerles entrega del reino a sus propios hijos, encabezados por Duryodhana. Con todas esas ambiciones imperiales, Dhṛtarāṣṭra quiso volverse rey, y urdió toda clase de intrigas, aconsejado por su cuñado Śakuni. Pero todo falló por la voluntad del Señor, y en la última etapa, incluso después de perder todo —hombres y dinero—, quería permanecer como rey, en su carácter de tío mayor de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Mahārāja Yudhiṣṭhira, como una cuestión de deber, mantuvo a Dhṛtarāṣṭra con todos los honores, y Dhṛtarāṣṭra estaba pasando sus últimos días muy feliz, con la ilusión de que era un rey, o el tío cortesano del rey Yudhiṣṭhira. Vidura, por ser un santo y por su afecto y sentido del deber para con su hermano mayor Dhṛtarāṣṭra, quería despertar a este último de su sueño de enfermedad y vejez. Por eso Vidura se dirigió sarcásticamente a Dhṛtarāṣṭra con el epíteto de «rey», cosa que en realidad no era. Todo el mundo es el sirviente del tiempo eterno y, por ende, nadie puede ser rey en este mundo material. rey significa la persona que puede ordenar. Un célebre rey de Inglaterra quiso darles órdenes al tiempo y las circunstancias, pero estos rehusaron obedecerlo. De manera que uno es un rey falso en el mundo material, y a Dhṛtarāṣṭra se le recordó particularmente de esa falsa posición y de los temibles sucesos que de hecho ya se le habían acercado para ese momento. Vidura le pidió que saliera de inmediato, si quería salvarse de la temible situación que se le estaba acercando vertiginosamente. Él no le hizo el mismo pedido a Mahārāja Yudhiṣṭhira, porque sabía que un rey como él estaba consciente de todas las situaciones temibles de este mundo insustancial, y que cuidaría de sí mismo a su debido tiempo, aunque Vidura no estuviera presente para ese entonces.