Text 25
tasyāpi tava deho ’yaṁ
kṛpaṇasya jijīviṣoḥ
paraity anicchato jīrṇo
jarayā vāsasī iva
tasya—de esto; api—a pesar de; tava—tu; dehaḥ—cuerpo; ayam—este; kṛpaṇasya—de alguien que es avaro; jijīviṣoḥ—de ti, que deseas la vida; paraiti—decaerá; anicchataḥ—incluso en contra de la voluntad; jīrṇaḥ—deteriorado; jarayā—vieja; vāsasī—ropa; iva—como.
Pese a tu renuencia a morir y a tu deseo de vivir incluso al precio del honor y el prestigio, tu avaricioso cuerpo decaerá con toda certeza y se deteriorará como la ropa vieja.
SIGNIFICADO: Las palabras kṛpaṇasya jijīviṣoḥ son significativas. Existen dos clases de hombres. Los de una reciben el nombre de kṛpaṇas, y a los de la otra se les da el nombre de brāhmaṇas. El kṛpaṇa, o el hombre avaro, no conoce el valor de su cuerpo material, pero el brāhmaṇa conoce el verdadero valor de sí mismo y del cuerpo material. Como el kṛpaṇa tiene un concepto erróneo de su cuerpo material, quiere disfrutar de la complacencia de los sentidos con todas sus fuerzas, e incluso en la vejez quiere volverse joven por medio de un tratamiento médico o de alguna otra manera. A Dhṛtarāṣṭra se le tilda de kṛpaṇa, porque quiere vivir a cualquier precio sin darle el debido valor a su cuerpo material. Vidura está tratando de abrirle los ojos para que vea que no puede vivir más de lo que le corresponde y que debe prepararse para morir. Como la muerte es inevitable, ¿por qué habría de aceptar una posición tan humillante para poder vivir? Es mejor ir por el buen camino, incluso a riesgo de encontrar la muerte. La vida humana está hecha para acabar con todas las clases de sufrimientos que tiene la existencia material, y la existencia debe regularse de modo tal que uno pueda alcanzar la meta deseada. Dhṛtarāṣṭra, debido a su erróneo concepto de la vida, ya había malogrado el ochenta por ciento de la energía que había adquirido, así que le correspondía utilizar en aras del bien máximo los días restantes de su avara vida. Una vida de esa índole se denomina avara, porque en ella no se pueden utilizar debidamente los bienes de la forma humana de vida. Es únicamente por buena suerte que un hombre así de avaro se encuentra con un alma autorrealizada como Vidura, y mediante las instrucciones de este se libera de la nesciencia de la existencia material.