Texts 3-4
taṁ bandhum āgataṁ dṛṣṭvā
dharma-putraḥ sahānujaḥ
dhṛtarāṣṭro yuyutsuś ca
sūtaḥ śāradvataḥ pṛthā
gāndhārī draupadī brahman
subhadrā cottarā kṛpī
anyāś ca jāmayaḥ pāṇḍor
jñātayaḥ sasutāḥ striyaḥ
tam—él; bandhum—pariente; āgatam—habiendo llegado allí; dṛṣṭvā—por verlo; dharma-putraḥ—Yudhiṣṭhira; saha-anujaḥ—junto con sus hermanos menores; dhṛtarāṣṭraḥ—Dhṛtarāṣṭra; yuyutsuḥ—Sātyaki; ca—y; sūtaḥ—Sañjaya; śāradvataḥ—Kṛpācārya; pṛthā—Kuntī; gāndhārī—Gāndhārī; draupadī—Draupadī; brahman—¡oh, brāhmaṇas!; subhadrā—Subhadrā; ca—y; uttarā—Uttarā; kṛpī—Kṛpī; anyāḥ—otros; ca—y; jāmayaḥ—esposas de otros familiares; pāṇḍoḥ—de los Pāṇḍavas; jñātayaḥ—familiares; sa-sutāḥ—junto con sus hijos; striyaḥ—las damas.
Cuando vieron que Vidura regresaba al palacio, todos los residentes —Mahārāja Yudhiṣṭhira, sus hermanos menores, Dhṛtarāṣṭra, Sātyaki, Sañjaya, Kṛpācārya, Kuntī, Gāndhārī, Draupadī, Subhadrā, Uttarā, Kṛpī, muchas otras esposas de los Kauravas, y otras damas con hijos— se apresuraron hacia él con gran deleite. Parecía que hubieran vuelto en sí después de estar inconscientes por mucho tiempo.
SIGNIFICADO: Gāndhārī: La mujer casta ideal de la historia del mundo. Era la hija de Mahārāja Subala, el rey de Gāndhāra (hoy en día Kandahar en Kabul), y en sus días de soltera adoraba al Señor Śiva. En la India, las jóvenes solteras adoran por lo general al Señor Śiva a fin de conseguir un buen esposo. Gāndhārī satisfizo al Señor Śiva, y por la bendición que él le dio de tener cien hijos, le fue prometida en matrimonio a Dhṛtarāṣṭra, pese a que este era ciego de por vida. Cuando Gāndhārī se enteró de que su futuro esposo era un hombre ciego, decidió volverse ciega voluntariamente para seguir a su compañero de vida. Así que se cubrió los ojos con muchos paños de seda, y se casó con Dhṛtarāṣṭra bajo la guía de Śakuni, su hermano mayor. Ella era la muchacha más hermosa de su tiempo, y estaba igualmente dotada de cualidades femeninas, las cuales le granjearon el aprecio de cada uno de los miembros de la corte Kaurava. Pero a pesar de todas sus buenas cualidades, tenía las debilidades naturales de una mujer, y sintió envidia de Kuntī cuando esta última dio a luz un varón. Las dos reinas estaban embarazadas, pero Kuntī fue la primera en dar a luz y tener un varón. Gāndhārī se enfureció por ello y se asestó un golpe en el abdomen. A raíz de esto, dio a luz únicamente un pedazo de carne, pero como era una devota de Vyāsadeva, siguiendo la instrucción de este el trozo se dividió en cien partes, y cada una de ellas se desarrolló gradualmente hasta convertirse en un varón. De ese modo, su ambición de ser la madre de cien hijos se satisfizo, y comenzó a alimentar a todos los hijos conforme a su excelsa posición. Mientras se tejía la intriga de Kurukṣetra, ella no estaba a favor de pelear con los Pāṇḍavas; por el contrario, culpó a Dhṛtarāṣṭra, su esposo, de semejante guerra fratricida. Ella deseaba que se dividiera el Estado en dos partes, una para los hijos de Pāṇḍu y otra para los suyos. Ella se vio muy afectada cuando todos sus hijos murieron en la batalla de Kurukṣetra, y quiso maldecir a Bhīmasena y a Yudhiṣṭhira, pero Vyāsadeva se lo impidió. Su lamento ante el Señor Kṛṣṇa por la muerte de Duryodhana y Duḥśāsana fue muy doloroso, y el Señor Kṛṣṇa la tranquilizó con mensajes trascendentales. Ella se acongojó de igual manera ante la muerte de Karṇa, y le describió al Señor Kṛṣṇa el lamento de la esposa de aquel. Śrīla Vyāsadeva la tranquilizó cuando le mostró a sus hijos muertos, en ese entonces promovidos a los reinos celestiales. Murió junto con su esposo en las junglas de los Himālayas, cerca de la desembocadura del Ganges; murió quemada en un incendio forestal. Mahārāja Yudhiṣṭhira realizó la ceremonia fúnebre de su tío y de su tía.
Pṛthā: Hija de Mahārāja Śūrasena y hermana de Vasudeva, el padre del Señor Kṛṣṇa. Posteriormente fue adoptada por Mahārāja Kuntibhoja, y de ahí que se la conozca con el nombre de Kuntī. Es la encarnación de la potencia del éxito de la Personalidad de Dios. Los ciudadanos celestiales de los planetas superiores solían visitar el palacio del rey Kuntibhoja, y Kuntī se encargaba de recibirlos. Ella también sirvió al gran sabio y místico Durvāsā, y satisfecho con su servicio fiel, Durvāsā Muni le dio un mantra mediante el cual podía llamar a cualquier semidiós que quisiera. Por curiosidad, llamó de inmediato al dios del sol, el cual deseó copular con ella, a lo cual ella se negó. Pero el dios del sol le aseguró la inmunidad contra la pérdida de la virginidad, y ella accedió entonces a su proposición. Como resultado de esta unión, Kuntī quedó encinta, y dio a luz a Karṇa. Por la gracia del sol, ella se convirtió de nuevo en una muchacha virgen, pero por temor a sus padres abandonó al recién nacido Karṇa. Después de eso, cuando de hecho eligió a su propio esposo, prefirió a Pāṇḍu. Más adelante, Mahārāja Pāṇḍu quiso retirarse de la vida familiar y adoptar la orden de vida de renuncia. Kuntī rehusó permitirle a su esposo que adoptara esa vida, y al final Mahārāja Pāṇḍu le dio permiso de ser madre, para lo cual podía llamar a algunas otras personalidades idóneas. En un principio, Kuntī no aceptó esa proposición, pero cuando Pāṇḍu le dio unos ejemplos vívidos, ella accedió. Así pues, por medio del mantra que Durvāsā Muni le confirió, llamó a Dharmarāja, y así nació Yudhiṣṭhira. Luego, llamó al semidiós Vāyu (el aire), y así nació Bhīma. Después, llamó a Indra, el rey del cielo, y así nació Arjuna. Los otros dos hijos —Nakula y Sahadeva— fueron engendrados por el propio Pāṇḍu en el vientre de Mādrī. Mahārāja Pāṇḍu murió más adelante a una temprana edad, con lo cual Kuntī se afligió tanto que se desmayó. Las coesposas Kuntī y Mādrī decidieron que Kuntī debía vivir para sostener a los cinco hijos pequeños, los Pāṇḍavas, y que Mādrī debía aceptar los rituales del satī, sometiéndose a una muerte voluntaria en la pira de su esposo. Este acuerdo fue respaldado por grandes sabios, tales como Śataśṛṅga y otros, que se hallaban presentes en esa ocasión.
Luego, cuando los Pāṇḍavas fueron desterrados del reino por las intrigas de Duryodhana, Kuntī siguió a sus hijos, y afrontó igual que ellos toda clase de dificultades en esos días. Durante la temporada en que estuvieron en el bosque, una muchacha demonio, Hiḍimbā, quiso tener a Bhīma por esposo. Bhīma se negó, pero cuando la muchacha acudió a Kuntī y Yudhiṣṭhira, ellos le ordenaron a Bhīma que aceptara su proposición y le diera un hijo. Como resultado de esta unión nació Ghaṭotkaca, quien, al lado de su padre, peleó muy valientemente en contra de los Kauravas. Durante su permanencia en el bosque, ellos vivieron con una familia brāhmaṇa que estaba en dificultades a causa de un demonio Bakāsura, y Kuntī le ordenó a Bhīma que lo matara para proteger a la familia brāhmaṇa de los problemas creados por el demonio. Ella le aconsejó a Yudhiṣṭhira que partiera para el Pāñcāladeśa. En ese Pāñcāladeśa, Arjuna se ganó a Draupadī, pero por orden de Kuntī todos los cinco hermanos Pāṇḍava se convirtieron por igual en esposos de Pāñcālī, o Draupadī. Ella se casó con los cinco Pāṇḍavas en presencia de Vyāsadeva. Kuntīdevī nunca olvidó a Karṇa, su primer hijo, y cuando este murió en la batalla de Kurukṣetra, ella se lamentó y admitió ante sus otros hijos que Karṇa era su hijo mayor, nacido antes de su matrimonio con Mahārāja Pāṇḍu. Sus oraciones al Señor después de la batalla de Kurukṣetra, cuando el Señor Kṛṣṇa se iba de vuelta al hogar, están explicadas de un modo excelente. Más adelante se fue al bosque con Gāndhārī en aras de una vida de severa penitencia. Ella solía comer cada treinta días. Al final se sentó en profunda meditación, y luego quedó reducida a cenizas en un incendio forestal.
Draupadī: La hija más casta de Mahārāja Drupada, y una encarnación parcial de la diosa Śacī, la esposa de Indra. Mahārāja Drupada realizó un gran sacrificio bajo al superintendencia del sabio Yaja. Como resultado de su primera ofrenda nació Dhṛṣṭadyumna, y con la segunda ofrenda nació Draupadī. Ella es, pues, la hermana de Dhṛṣṭadyumna, y también recibe el nombre de Pāñcālī. Los cinco Pāṇḍavas se casaron con ella y la tuvieron como esposa en común, y cada uno de ellos engendró un hijo en ella. Mahārāja Yudhiṣṭhira engendró un hijo llamado Pratibhit, Bhīmasena engendró un hijo llamado Sutasoma, Arjuna engendró a Śrutakīrti, Nakula engendró a Śatānīka, y Sahadeva engendró a Śrutakarmā. A ella se la describe como una dama de lo más hermosa, igual a su suegra Kuntī. Durante su nacimiento hubo en mensaje aéreo que decía que debía llamarse Kṛṣṇā. El mismo mensaje declaró además que había nacido para matar a muchos kṣatriyas. En virtud de las bendiciones que recibió de Śaṅkara se le dieron cinco esposos, todos ellos igualmente capacitados. Cuando ella decidió elegir a su propio esposo, se invitó a príncipes y reyes de todos los países del mundo. Ella se casó con los Pāṇḍavas durante el exilio de estos en el bosque, pero cuando regresaron al hogar, Mahārāja Drupada les dio inmensas riquezas en calidad de dote. Ella fue bien recibida por todas las nueras de Dhṛtarāṣṭra. Al ser perdida en una apuesta, fue arrastrada a la fuerza hasta la sala de asambleas, y Duḥśāsana hizo el intento de ver su belleza al desnudo, aun a pesar de que se hallaban presentes personas mayores, tales como Bhīṣma y Droṇa. Ella era una gran devota del Señor Kṛṣṇa, y, por sus oraciones, el propio Señor se convirtió en una prenda ilimitada, para salvarla del insulto. Un demonio llamado Jaṭāsura la secuestró, pero su segundo esposo, Bhīmasena, mató al demonio y la salvó. Por la gracia del Señor Kṛṣṇa, ella salvó a los Pāṇḍavas de ser maldecidos por Maharṣi Durvāsā. Cuando los Pāṇḍavas estaban viviendo de incógnito en el palacio de Virāṭa, Kīcaka se sintió atraído por su exquisita belleza, y, mediante un plan que se hizo con Bhīma, el diablo fue matado y ella se salvó. Ella se afligió mucho cuando Aśvatthāmā mató a sus cinco hijos. En la última etapa acompañó a su esposo Yudhiṣṭhira y a los demás, y cayó en el camino. Yudhiṣṭhira explicó la causa de su caída, pero cuando él entró en el planeta celestial, vio a Draupadī gloriosamente presente ahí como la diosa de la fortuna de ese planeta.
Subhadrā: Hija de Vasudeva y hermana del Señor Śrī Kṛṣṇa. No solo era una hija muy querida de Vasudeva, sino también una hermana muy querida tanto de Kṛṣṇa como de Baladeva. En Purī, en el famoso templo de Jagannātha, a los dos hermanos se los representa junto con su hermana, y miles de peregrinos aún visitan el templo a diario. Este templo se erigió en conmemoración de la visita del Señor a Kurukṣetra durante un eclipse de sol, y de Su encuentro subsecuente con los residentes de Vṛndāvana. El encuentro de Rādhā y Kṛṣṇa en esa ocasión constituye una historia muy patética, y el Señor Śrī Caitanya, manifestando el éxtasis de Rādhārāṇī, siempre añoraba al Señor Śrī Kṛṣṇa en Jagannātha Pur. Mientras Arjuna estaba en Dvārakā, quiso tener a Subhadrā como su reina, y le expresó su deseo al Señor Kṛṣṇa. Śrī Kṛṣṇa sabía que Su hermano mayor, el Señor Baladeva, estaba organizando el matrimonio de ella en otra parte, y como no se atrevía a ir en contra de los planes de Baladeva, le aconsejó a Arjuna que raptara a Subhadrā. Así que, cuando todos ellos se encontraban en la colina Raivata en un viaje de placer, Arjuna se las ingenió para raptar a Subhadrā conforme al plan de Śrī Kṛṣṇa. Śrī Baladeva se disgustó mucho con Arjuna y quiso matarlo, pero el Señor Kṛṣṇa le imploró a Su hermano que lo perdonara. Luego, Subhadrā se casó debidamente con Arjuna y tuvo a Abhimanyu. Ante la prematura muerte de Abhimanyu, Subhadrā se mortificó mucho, pero con el nacimiento de Parīkṣit se puso muy feliz y se consoló.