Text 31
ajāta-śatruḥ kṛta-maitro hutāgnir
viprān natvā tila-go-bhūmi-rukmaiḥ
gṛhaṁ praviṣṭo guru-vandanāya
na cāpaśyat pitarau saubalīṁ ca
ajāta—nunca nacido; śatruḥ—enemigo; kṛta—habiendo realizado; maitraḥ—adorando a los semidioses; huta-agniḥ—y ofreciendo leña en el fuego; viprān—los brāhmaṇas; natvā—ofreciendo reverencias; tila-go-bhūmi-rukmaiḥ—junto con granos, vacas, tierra y oro; gṛham—dentro del palacio; praviṣṭaḥ—habiendo entrado a; guru-vandanāya—para ofrecerles respeto a los miembros mayores; na—no; ca—también; apaśyat—vio; pitarau—a sus tíos; saubalīm—Gāndhārī; ca—también.
Mahārāja Yudhiṣṭhira, cuyo enemigo nunca nació, realizó sus deberes diarios matutinos, orando, ofreciéndole un fuego de sacrificio al dios del sol, y ofreciéndoles reverencias, granos, vacas, tierra y oro a los brāhmaṇas. Él entró entonces en el palacio para darles sus respetos a los mayores. Sin embargo, no pudo encontrar a sus tíos, ni tampoco a su tía, la hija del rey Subala.
SIGNIFICADO: Mahārāja Yudhiṣṭhira era el rey más piadoso de todos, porque a diario practicaba personalmente los deberes piadosos que tienen los casados. Los casados tienen que levantarse temprano por la mañana y, después de bañarse, deben ofrecerles respetos a las Deidades de la casa mediante oraciones, ofreciendo leña en el fuego sagrado, dándoles a los brāhmaṇas caridad en forma de tierra, vacas, granos, oro, etc., y, finalmente, ofreciéndoles a los miembros mayores los debidos respetos y reverencias. Aquel que no está dispuesto a practicar las disposiciones que se prescriben en los śāstras, no puede ser un hombre bueno simplemente en virtud del conocimiento libresco. Los casados de hoy en día están acostumbrados a un modo de vida diferente, es decir, a levantarse tarde, y luego tomar té en la cama, sin ninguna clase de limpieza y sin ninguna de las prácticas purificatorias que se mencionaron antes. Los niños de la casa adoptan las costumbres de sus padres y, por consiguiente, toda la generación se desliza hacia el infierno. Nada bueno se puede esperar de ellos, a menos que se asocien con sādhus. Al igual que Dhṛtarāṣṭra, la persona materialista puede aprender con un sādhu como Vidura, y así limpiarse de los efectos de la vida moderna.
Mahārāja Yudhiṣṭhira, sin embargo, no pudo encontrar en el palacio a sus dos tíos, Dhṛtarāṣṭra y Vidura, ni tampoco a Gāndhārī, la hija del rey Subala. Él estaba ansioso de verlos y, por lo tanto, le preguntó por ellos a Sañjaya, el secretario privado de Dhṛtarāṣṭra.