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Text 50

niṣpāditaṁ deva-kṛtyam
avaśeṣaṁ pratīkṣate
tāvad yūyam avekṣadhvaṁ
bhaved yāvad iheśvaraḥ

niṣpāditam—realizado; deva-kṛtyam—lo que había de hacerse en el nombre de los semidioses; avaśeṣam—el resto; pratīkṣate—siendo esperado; tāvat—hasta ese momento; yūyam—ustedes, todos los Pāṇḍavas; avekṣadhvam—observen y aguarden; bhavet—han de; yāvat—mientras; iha—en este mundo; īśvaraḥ—el Señor Supremo.

El Señor ya ha cumplido Sus deberes para ayudar a los semidioses, y está esperando el resto. Ustedes los Pāṇḍavas, han de aguardar mientras el Señor esté aquí en la Tierra.

SIGNIFICADO: El Señor desciende de Su morada (Kṛṣṇaloka), el planeta más elevado del cielo espiritual, con el fin de ayudar a los semidioses administradores de este mundo material cuando están sumamente afligidos por los asuras, que no solo envidian al Señor, sino también a Sus devotos. Como se refirió anteriormente, los seres vivientes condicionados se ponen en contacto con la influencia material por su propia elección, llevados por un fuerte deseo de enseñorearse de los recursos del mundo material y volverse señores de imitación de todo lo que ven. Todo el mundo está tratando de volverse un Dios de imitación; hay una feroz competencia entre esos dioses de imitación, y a esos competidores por lo general se les conoce como asuras. Cuando en el mundo hay demasiados asuras, se vuelve un infierno para aquellos que son devotos del Señor. Debido al aumento de los asuras, las masas, que generalmente son devotas del Señor por naturaleza, y los devotos puros del Señor, entre ellos los semidioses de los planetas superiores, le oran al Señor pidiéndole alivio, y el Señor, o bien desciende personalmente desde Su morada, o designa a alguno de Sus devotos para restaurar la caída condición de la sociedad humana, o incluso de la sociedad animal. Esos trastornos ocurren no solo en la sociedad humana, sino también entre los animales, las aves u otros seres vivos, entre ellos los semidioses de los planetas superiores. El Señor Kṛṣṇa descendió personalmente para destruir a asuras tales como Kaṁsa, Jarāsandha y Śiśupāla, y durante el reinado de Mahārāja Yudhiṣṭhira casi todos los asuras fueron matados por el Señor. Ahora, Él estaba esperando la aniquilación de Su propia dinastía, denominada la Yadu-vaṁśa, que apareció en este mundo por Su voluntad. Él quería llevárselos antes de Su propia partida para Su morada eterna. Nārada, al igual que Vidura, no reveló la inminente aniquilación de la dinastía Yadu, pero indirectamente le insinuó al rey y a sus hermanos que aguardaran hasta que el incidente hubiera ocurrido y el Señor partiera.

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