Text 9
yat-tejasā nṛpa-śiro-’ṅghrim ahan makhārtham
āryo ’nujas tava gajāyuta-sattva-vīryaḥ
tenāhṛtāḥ pramatha-nātha-makhāya bhūpā
yan-mocitās tad-anayan balim adhvare te
yat—cuyo; tejasā—por la influencia; nṛpa-śiraḥ-aṅghrim—aquel cuyos pies son adorados por las cabezas de los reyes; ahan—matado; makha-artham—para el sacrificio; āryaḥ—respetable; anujaḥ—hermano menor; tava—tu; gaja-ayuta—diez mil elefantes; sattva-vīryaḥ—existencia poderosa; tena—por él; āhṛtāḥ—reunido; pramatha-nātha—el señor de los fantasmas (Mahābhairava); makhāya—para el sacrificio; bhūpāḥ—reyes; yat-mocitāḥ—por quien fueron liberados; tat-anayan—todos ellos trajeron; balim—impuestos; adhvare—presentados; te—a ti.
Tu respetable hermano menor, que posee la fuerza de diez mil elefantes, mató, por Su gracia, a Jarāsandha, cuyos pies fueron adorados por muchos reyes. Esos reyes habían sido llevados para ser sacrificados en el mahābhairava-yajña de Jarāsandha, pero, de ese modo, todos fueron liberados. Posteriormente, ellos le pagaron los tributos a tu majestad.
SIGNIFICADO: Jarāsandha era un rey muy poderoso de Magadha, y la historia de su nacimiento y actividades también es muy interesante. Su padre, el rey Bṛhadratha, también era un rey de Magadha muy poderoso y próspero, pero no tenía hijos, si bien se había casado con dos hijas del rey de Kāśī. Descorazonado por no haber recibido un hijo de ninguna de las dos reinas, el rey, junto con sus esposas, dejó el hogar, para irse a vivir al bosque y hacer austeridades, pero en el bosque un gran ṛṣi lo bendijo para que tuviera un hijo, y le dio un mango que debían comerse las reinas. Estas así lo hicieron, y muy pronto quedaron en estado. El rey estaba muy contento de ver que las reinas estaban procreando, pero cuando llegó el tiempo indicado, las reinas dieron a luz un niño en dos partes, cada una proveniente de cada uno de sus respectivos vientres. Las dos partes se lanzaron al bosque, donde solía vivir una gran demonio, y ella se contentó de obtener la sangre y la delicada carne del niño recién nacido. Llevada por la curiosidad, ella unió las dos partes, y el niño quedó completo y cobró vida. La demonio, de nombre Jarā, se compadeció del rey, que no tenía hijos, y le ofreció el hermoso niño. El rey se sintió muy complacido con la demonio, y quiso recompensarla con lo que ella quisiera. La demonio expresó su deseo de que al niño se le diera un nombre en honor de ella, y, por consiguiente, se le dio el nombre de Jarāsandha, o aquel que fue unido por Jarā, la demonio. De hecho, este Jarāsandha nació como una de las partes integrales del demonio Vipraciti. El santo por cuyas bendiciones las reinas concibieron al niño se llamaba Candra Kauśika, quien le predijo a Bṛhadratha la aparición de su hijo.
Como él poseía cualidades demoníacas de nacimiento, naturalmente se volvió un gran devoto del Señor Śiva, quien es el señor de todos los fantasmas y hombres demoníacos. Rāvaṇa era un gran devoto del Señor Śiva, e igualmente el rey Jarāsandha. Él solía sacrificar ante el Señor Mahābhairava (Śiva) a todos los reyes que arrestaba, y por medio de su poder militar venció a muchos reyes de poca importancia, a quienes arrestó para descuartizar ante Mahābhairava. En la provincia de Bihar, anteriormente llamada Magadha, hay muchos devotos del Señor Mahābhairava, o Kālabhairava. Jarāsandha era un pariente de Kaṁsa, el tío materno de Kṛṣṇa, y, por lo tanto, después de la muerte de Kaṁsa, el rey Jarāsandha se convirtió en un gran enemigo de Kṛṣṇa, y entre ellos dos hubo muchas peleas. El Señor Kṛṣṇa quería matarlo, pero también quería que aquellos que servían a Jarāsandha como militares no fueran matados. Así pues, se adoptó un plan para matarlo. Kṛṣṇa, Bhīma y Arjuna fueron juntos a visitar a Jarāsandha vestidos de brāhmaṇas pobres, y le pidieron al rey que les diera caridad. Jarāsandha nunca le negaba caridad a ningún brāhmaṇa, y también ejecutaba muchos sacrificios, mas, aun así, ello no era igual que el servicio devocional. El Señor Kṛṣṇa, Bhīma y Arjuna le pidieron a Jarāsandha que les diera la oportunidad de pelear con él, y se dispuso que Jarāsandha pelearía únicamente con Bhīma. Así que todos ellos fueron tanto invitados como contendientes de Jarāsandha, y Bhīma y Jarāsandha pelearon durante varios días. Bhīma se desanimó, pero Kṛṣṇa le hizo insinuaciones acerca de cómo Jarāsandha había sido unido cuando niño, y fue así como Bhīma lo dividió de nuevo y lo mató. Todos los reyes que estaban detenidos en el campo de concentración para ser matados ante Mahābhairava, fueron liberados por Bhīma de ese modo. Sintiéndose, pues, obligados con los Pāṇḍavas, le pagaron sus tributos al rey Yudhiṣṭhira.