Text 42
vṛṣasya naṣṭāṁs trīn pādān
tapaḥ śaucaṁ dayām iti
pratisandadha āśvāsya
mahīṁ ca samavardhayat
vṛṣasya—el toro (la personalidad de la religión); naṣṭān—perdido; trīn—tres; pādān—patas; tapaḥ—austeridad; śaucam—limpieza; dayām—misericordia; iti—así pues; pratisandadhe—restablecidas; āśvāsya— mediante actividades alentadoras; mahīm—la Tierra; ca—y; samavardhayat—mejoró mucho.
Luego, el rey restableció las patas que la personalidad de la religión [el toro] había perdido, y mediante actividades alentadoras hizo que la condición de la Tierra mejorara considerablemente.
SIGNIFICADO: Al asignarle a la personalidad de Kali determinados lugares, Mahārāja Parīkṣit prácticamente lo engañó. En presencia de Kali, Dharma (en la forma de un toro) y la Tierra (en la forma de una vaca), él pudo analizar de hecho la condición general de su reino y, por consiguiente, de inmediato tomó las medidas indicadas para restablecer las patas del toro, es decir, la austeridad, la limpieza y la misericordia. Y para beneficio general de la gente del mundo, él observó que la reserva de oro se podía emplear para la estabilización. El oro es sin duda una fuente de falsedad, embriaguez, prostitución, enemistad y violencia, pero bajo la guía de un rey o líder público que sea idóneo, o de un brāhmaṇa o sannyāsī, el mismo oro puede ser debidamente utilizado para restablecer las patas que el toro, la personalidad de la religión, ha perdido.
Por lo tanto, al igual que su abuelo Arjuna, Mahārāja Parīkṣit reunió todo el oro ilícito que se guardaba para complacer las propensiones de Kali, y lo empleó en el saṅkīrtana-yajña, conforme lo instruye el Śrīmad-Bhāgavatam. Tal como lo hemos sugerido antes, uno debe distribuir la riqueza que haya acumulado, dividiéndola en tres partes: cincuenta por ciento para el servicio del Señor, veinticinco por ciento para los miembros de la familia y veinticinco por ciento para necesidades personales. Emplear el cincuenta por ciento para el servicio del Señor o para propagar en la sociedad el conocimiento espiritual por medio del saṅkīrtana-yajña, constituye el máximo despliegue de misericordia humana. La gente del mundo se encuentra por lo general sumida en la oscuridad en lo que se refiere al conocimiento espiritual, especialmente en relación con el servicio devocional del Señor, y, en consecuencia, propagar el conocimiento trascendental y sistemático del servicio devocional constituye la mayor misericordia que se puede exhibir en este mundo. Cuando a todo el mundo se le enseñe a sacrificar en aras del servicio del Señor el cincuenta por ciento del oro que hayan reunido, sin duda que la austeridad, la limpieza y la misericordia aparecerán automáticamente, y de ese modo se restablecerán automáticamente las tres patas de la personalidad de la religión. Naturalmente, cuando hay suficiente austeridad, limpieza, misericordia y veracidad, la Madre Tierra queda satisfecha por completo, y hay muy pocas posibilidades de que Kali se infiltre en la estructura de la sociedad humana.