Text 5
atho vihāyemam amuṁ ca lokaṁ
vimarśitau heyatayā purastāt
kṛṣṇāṅghri-sevām adhimanyamāna
upāviśat prāyam amartya-nadyām
atho—así pues; vihāya—abandonando; imam—este; amum—y el siguiente; ca—también; lokam—planetas; vimarśitau—siendo juzgados todos ellos; heyatayā—por inferioridad; purastāt—anteriormente; kṛṣṇa-aṅghri—los pies de loto del Señor, Śrī Kṛṣṇa; sevām—servicio amoroso y trascendental; adhimanyamānaḥ—aquel que piensa en el más grande de todos los logros; upāviśat—se sentó firmemente; prāyam—para ayunar; amartya-nadyām—en la ribera del río trascendental (el Ganges o el Yamunā).
Mahārāja Parīkṣit se sentó firmemente en la ribera del Ganges para concentrar la mente en el estado de conciencia de Kṛṣṇa, rechazando todas las demás prácticas de la autorrealización, debido a que el servicio trascendental y amoroso que se le presta a Kṛṣṇa es el logro más grande de todos, pues supera a todos los demás métodos.
SIGNIFICADO: Para un devoto como Mahārāja Parīkṣit, ninguno de los planetas materiales, ni siquiera el muy elevado Brahmaloka, es tan deseable como Goloka Vṛndāvana, la morada del Señor Śrī Kṛṣṇa, el Señor primordial y la Personalidad de Dios original. Esta Tierra es uno de los innumerables planetas materiales que hay en el universo, y también existen infinidad de universos dentro de los límites del mahat-tattva. El Señor y Sus representantes —los maestros espirituales o ācāryas— les dicen a los devotos que ninguno de los planetas de toda la infinidad de universos es idóneo para los fines residenciales de un devoto. El devoto siempre desea ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios, solo para convertirse en uno de los asociados del Señor, en el carácter de servidor, amigo, padre o amante conyugal del Señor, ya sea en uno de los innumerables planetas Vaikuṇṭha, o en Goloka Vṛndāvana, el planeta del Señor Śrī Kṛṣṇa. Todos estos planetas están situados eternamente en el cielo espiritual, el paravyoma, el cual se halla al otro lado del océano causal del mahat-tattva. Mahārāja Parīkṣit ya conocía toda esta información, gracias a la piedad que había acumulado y al hecho de haber nacido en una alta familia de devotos, de vaiṣṇavas, y por eso no estaba interesado en absoluto en los planetas materiales. Los científicos modernos están muy ansiosos de llegar a la Luna por medios materiales, pero ellos no pueden imaginarse el planeta más elevado de este universo. Sin embargo, a un devoto como Mahārāja Parīkṣit poco le importa la Luna, o, en todo caso, ninguno de los planetas materiales. Así que cuando le aseguraron la fecha precisa en que ocurriría su muerte, se volvió más determinado en lo referente al amoroso servicio trascendental del Señor Kṛṣṇa, y se puso a ayunar por completo en la ribera del trascendental río Yamunā, el cual corre por la capital de Hastināpura (en el Estado de Delhi). Tanto el Ganges como el Yamunā son ríos amartyā(trascendentales), y el Yamunā está aún más santificado por las razones siguientes.