Text 10
kāmasya nendriya-prītir
lābho jīveta yāvatā
jīvasya tattva-jijñāsā
nārtho yaś ceha karmabhiḥ
kāmasya—de deseos; na—no; indriya—sentidos; prītiḥ—satisfacción; lābhaḥ—ganancia; jīveta—autoconservación; yāvatā—tanto; jīvasya—del ser viviente; tattva—la Verdad Absoluta; jijñāsā—preguntas; na—no; arthaḥ—fin; yaḥ ca iha—cualquier otra cosa; karmabhiḥ—mediante actividades y ocupaciones.
Los deseos que se tienen en la vida, nunca deben ser dirigidos hacia la complacencia de los sentidos. Uno debe desear únicamente una vida sana, o la autoconservación, pues la finalidad del ser humano es investigar acerca de la Verdad Absoluta. Ninguna otra cosa debe ser la meta de las labores de uno.
SIGNIFICADO: La totalmente confundida civilización material está erróneamente dirigida hacia el cumplimiento de los deseos de complacer los sentidos. En todas las esferas de vida de semejante civilización, el fin último es la complacencia de los sentidos. En política, servicio social, altruismo, filantropía y, finalmente, en religión o incluso en la salvación, el mismísimo matiz de complacencia de los sentidos se halla predominante de una manera siempre creciente. En el campo político, los líderes de los hombres pelean entre sí para satisfacer su propia complacencia de los sentidos. Los votantes adoran a los supuestos líderes únicamente cuando estos prometen complacencia de los sentidos. Tan pronto como los votantes se sienten descontentos con su propia satisfacción de los sentidos, destronan a los líderes. Los líderes siempre habrán de defraudar a los votantes, al no satisfacerles sus sentidos. Lo mismo se puede aplicar en todos los demás campos; nadie toma en serio los problemas de la vida. Incluso aquellos que se encuentran en la senda de la salvación, desean volverse uno con la Verdad Absoluta y desean cometer suicidio espiritual en pos de la complacencia de los sentidos. Pero el Bhāgavatam dice que uno no debe vivir para la complacencia de los sentidos. Uno debe satisfacer los sentidos únicamente hasta donde se requiera para la autoconservación, y no para la complacencia de ellos. Debido a que el cuerpo está hecho de sentidos, que también requieren de una cierta cantidad de satisfacción, existen instrucciones regulativas para la satisfacción de los mismos. Pero los sentidos no tienen por objeto el disfrute sin restricción. Por ejemplo, el matrimonio, o la unión de un hombre y una mujer, es necesario para la procreación, mas su finalidad no es el disfrute de los sentidos. Ante la ausencia de una restricción voluntaria, se le hace propaganda a la planificación familiar, pero los hombres necios no saben que la planificación familiar se ejecuta automáticamente, tan pronto como hay una búsqueda de la Verdad Absoluta. Los buscadores de la Verdad Absoluta nunca son seducidos por la innecesaria participación en actividades de complacencia de los sentidos, debido a que los estudiantes sinceros que buscan la Verdad Absoluta, están siempre sobrecargados con el trabajo de investigar la Verdad. En cada esfera de la vida, por lo tanto, el fin último debe ser la búsqueda de la Verdad Absoluta, y esa clase de ocupación lo volverá a uno feliz, debido a que se estará menos ocupado en las diversas variedades de complacencia de los sentidos. Y a continuación se explica lo que es esa Verdad Absoluta.