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Text 20

evaṁ prasanna-manaso
bhagavad-bhakti-yogataḥ
bhagavat-tattva-vijñānaṁ
mukta-saṅgasya jāyate

evam—así; prasanna—animada; manasaḥ—de la mente; bhagavat-bhakti—el servicio devocional del Señor; yogataḥ—por el contacto con; bhagavat—referente a la Personalidad de Dios; tattva—conocimiento; vijñānam—científico; mukta—liberado; saṅgasya—de la asociación; jāyate—se vuelve efectivo.

Establecido así en el plano de la modalidad de la bondad pura, el hombre cuya mente ha sido animada por el contacto con el servicio devocional del Señor, obtiene el verdadero conocimiento científico acerca de la Personalidad de Dios, en la etapa de la liberación de toda asociación material.

SIGNIFICADO: En el Bhagavad-gītā (7.3) se dice que de entre muchos miles de hombres ordinarios, un hombre afortunado se esfuerza por lograr la perfección en la vida. La mayoría de las veces, los hombres son dirigidos por las modalidades de la pasión y la ignorancia, y por ello siempre están dedicados a la lujuria, el deseo, los anhelos, la ignorancia y el sueño. De entre muchos de esos hombres cual animales, existe de hecho un hombre que conoce la responsabilidad de la vida humana, y que trata, por lo tanto, de hacer que la vida sea perfecta, mediante la prosecución de los deberes prescritos. Y de entre muchos miles de esas personas que han logrado así el éxito de la vida humana, puede que una conozca científicamente a la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa. En el mismo Bhagavad-gītā (18.55), también se dice que el conocimiento científico acerca de Śrī Kṛṣṇa se entiende únicamente mediante el proceso del servicio devocional (bhakti-yoga).

Aquí se confirma exactamente lo mismo con las palabras anteriores. Ningún hombre ordinario, y ni siquiera uno que haya logrado el éxito en la vida humana, puede conocer científica o perfectamente a la Personalidad de Dios. La perfección de la vida humana se logra cuando uno puede entender que no es un producto de la materia, sino que es de hecho espíritu. Y tan pronto como uno entiende que no tiene nada que ver con la materia, de inmediato cesan sus anhelos materiales y se anima como ser espiritual. Este logro del éxito se vuelve posible cuando uno se encuentra por encima de las modalidades de la pasión y la ignorancia, o, en otras palabras, cuando uno verdaderamente es un brāhmaṇa por aptitud. Un brāhmaṇa es el símbolo del sattva-guṇa, o la modalidad de la bondad. Y los demás, que no están en el plano de la modalidad de la bondad, son o bien kṣatriyas, o vaiśyas, o śūdras, o menos que los śūdras. Por sus buenas cualidades, la etapa brahmínica es la etapa más elevada de la vida humana. De manera que uno no puede ser devoto, a menos que posea como mínimo las cualidades de un brāhmaṇa. El devoto es de por sí un brāhmaṇa por acción. Pero ahí no termina todo. Como se dijo anteriormente, esa clase de brāhmaṇa tiene que volverse un vaiṣṇava de hecho, para estar verdaderamente en la etapa trascendental. Un vaiṣṇava puro es un alma liberada y es trascendental incluso a la posición de un brāhmaṇa. En la etapa material, hasta un brāhmaṇa es también un alma condicionada, pues, aunque en la etapa brahmínica el concepto de Brahman o trascendencia logra comprenderse, falta el conocimiento científico acerca del Señor Supremo. Uno tiene que superar la etapa brahmínica y alcanzar la etapa vasudeva, para comprender a la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. La ciencia de la Personalidad de Dios es el tema de estudio para los estudiantes posgraduados que están en la línea espiritual. Hombres tontos, u hombres con un escaso acopio de conocimiento, no entienden al Señor Supremo, e interpretan a Kṛṣṇa conforme a sus caprichos respectivos. Los cierto es, sin embargo, que uno no puede entender la ciencia de la Personalidad de Dios, a menos que esté libre de la contaminación de las modalidades materiales, incluso en la etapa de brāhmaṇa. Cuando un brāhmaṇa apto se vuelve de hecho un vaiṣṇava, en el estado animado de la liberación puede conocer quién es en verdad la Personalidad de Dios.

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