Text 13
nala-veṇu-śaras-tanba-
kuśa-kīcaka-gahvaram
eka evātiyāto ’ham
adrākṣaṁ vipinaṁ mahat
ghoraṁ pratibhayākāraṁ
vyālolūka-śivājiram
nala—tubos; veṇu—bambú; śaraḥ—corrales; tanba—llenos de; kuśa—hierba de punta; kīcaka—maleza; gahvaram—cuevas; ekaḥ—solo; eva—únicamente; atiyātaḥ—difícil de atravesar; aham—yo; adrākṣam—visité; vipinam—bosques profundos; mahat—grandes; ghoram—amedrentadores; pratibhaya-ākāram—peligrosamente; vyāla—serpientes; ulūka—búhos; śiva—chacales; ajiram—lugares predilectos.
Luego, pasé por muchos bosques de juncos, bambú, cañas, hierba de punta, maleza y cuevas, todos muy difíciles de atravesar a solas, y visité bosques profundos, oscuros y peligrosamente amedrentadores, que eran los lugares predilectos de serpientes, búhos y chacales.
SIGNIFICADO: Un mendicante (parivrājakācārya) tiene el deber de experimentar todas las variedades de cosas que hay en la creación de Dios, para lo cual debe viajar solo por todos los bosques, colinas, pueblos, aldeas, etc., a fin de adquirir fe en Dios y fortaleza mental, así como también para iluminar a los habitantes de esos lugares con el mensaje de Dios. Un sannyāsī tiene el deber de correr todos esos riesgos sin ningún temor, y el sannyāsī más típico de la era actual es el Señor Caitanya, quien viajaba de la misma manera por las junglas de la India central, iluminando incluso a los tigres, osos, serpientes, venados, elefantes y a muchos otros animales salvajes. En esta era de Kali, el sannyāsa les está prohibido a los hombres ordinarios. Aquel que se cambia el traje para hacerse propaganda es un hombre diferente del sannyāsī ideal original. Sin embargo, uno debe hacer el voto de interrumpir por completo las relaciones sociales, y consagrar la vida exclusivamente al servicio del Señor. El cambio de ropa es solo una formalidad. El Señor Caitanya no aceptó nombre de sannyāsī, y en esta era de Kali los llamados sannyāsīs no deben cambiar sus nombres, siguiendo los pasos del Señor Caitanya. En esta era se recomienda enfáticamente el servicio devocional que consiste en oír y repetir las sagradas glorias del Señor, y aquel que hace el voto de renunciar a la vida familiar no tiene que imitar al parivrājakācārya como Nārada o el Señor Caitanya, sino que puede sentarse en algún lugar sagrado, y consagrar todo su tiempo y energía a oír y recitar reiteradamente las Escrituras sagradas dejadas por los grandes ācāryas, tales como los Seis Gosvāmīs de Vṛndāvana.