Text 43
uvāca cāsahanty asya
bandhanānayanaṁ satī
mucyatāṁ mucyatām eṣa
brāhmaṇo nitarāṁ guruḥ
uvāca—dijo; ca—y; asahantī—siendo insoportable para ella; asya—su; bandhana—estando atado; ānayanam—trayéndolo; satī—la consagrada; mucyatām mucyatām—¡suéltalo, por favor!; eṣaḥ—ese; brāhmaṇaḥ—un brāhmaṇa; nitarām—nuestro; guruḥ—maestro.
Ella no podía tolerar que Aśvatthāmā estuviera atado con sogas, y siendo una dama leal, dijo: Suéltalo, que es un brāhmaṇa, nuestro maestro espiritual.
SIGNIFICADO: En cuanto Aśvatthāmā fue llevado ante Draupadī, ella consideró que era intolerable que un brāhmaṇa fuera arrestado como un delincuente y llevado ante ella en esa condición, especialmente cuando el brāhmaṇa resultaba ser el hijo de un maestro.
Arjuna arrestó a Aśvatthāmā sabiendo perfectamente bien que era el hijo de Droṇācārya. Kṛṣṇa también sabía que lo era, pero ambos condenaron al asesino, sin considerar el hecho de que fuera el hijo de un brāhmaṇa. De acuerdo con las Escrituras reveladas, un preceptor o maestro espiritual puede ser rechazado, si demuestra ser indigno de la posición de guru o maestro espiritual. Un guru también recibe el nombre de ācārya, o persona que ha asimilado personalmente toda la esencia de los śāstras y que ha ayudado a sus discípulos a adoptar las sendas que se señalan en ellos. Aśvatthāmā no desempeñó los deberes de un brāhmaṇa o maestro y, por lo tanto, podía ser rechazado de la excelsa posición de brāhmaṇa. Sobre la base de esta consideración, tanto el Señor Śrī Kṛṣṇa como Arjuna estaban en lo correcto al condenar a Aśvatthāmā. Pero para una dama buena como Draupadī, el asunto se analizaba no desde el punto de vista śāstrico, sino como una cuestión de costumbre. Por costumbre, a Aśvatthāmā se le ofrecía el mismo respeto que a su padre. Ello se debía a que, generalmente, la gente acepta al hijo de un brāhmaṇa como si fuera un brāhmaṇa verdadero, solo por sentimentalismo. En realidad, la cuestión es diferente. A un brāhmaṇa se le acepta sobre la base del mérito de la aptitud, y no sobre la base del mérito de simplemente ser el hijo de un brāhmaṇa.
Pero a pesar de todo esto, Draupadī deseaba que Aśvatthāmā fuera liberado de inmediato, y ello era sin embargo un buen sentimiento en el caso de ella. Esto significa que un devoto del Señor puede tolerar toda clase de tribulaciones personales, pero aun así dichos devotos nunca son crueles con los demás, ni siquiera con los enemigos. Esas son las características de aquel que es un devoto puro del Señor.