Text 29
na veda kaścid bhagavaṁś cikīrṣitaṁ
tavehamānasya nṛṇāṁ viḍambanam
na yasya kaścid dayito ’sti karhicid
dveṣyaś ca yasmin viṣamā matir nṛṇām
na—no; veda—conoce; kaścit—nadie; bhagavan—¡oh, Señor!; cikīrṣitam—pasatiempos; tava—Tuyos; īhamānasya—como los hombres mundanos; nṛṇām—de la gente en general; viḍambanam—engañoso; na—nunca; yasya—Su; kaścit—nadie; dayitaḥ—objeto de un favor específico; asti—hay; karhicit—en ninguna parte; dveṣyaḥ—objeto de envidia; ca—y; yasmin—a Él; viṣamā—parcialidad; matiḥ—concepto; nṛṇām—de la gente.
¡Oh, Señor!, nadie puede entender Tus pasatiempos trascendentales, que parecen ser humanos y, por lo tanto, son engañosos. Nada es objeto específico de Tu preferencia, ni nada Te causa envidia. La gente solo imagina que Tú eres parcial.
SIGNIFICADO: La misericordia del Señor para con las almas caídas se distribuye equitativamente. Él no tiene a nadie como objeto específico de Su hostilidad. El mismo concepto de la personalidad de Dios como ser humano es engañoso. Sus pasatiempos parecen ser exactamente iguales a los de un ser humano, pero en realidad son trascendentales y no tienen ningún matiz de contaminación material. A Él se le conoce sin duda como una persona parcial para con Sus devotos puros, pero de hecho Él nunca es parcial, así como el sol nunca es parcial para con nadie. Con el uso de los rayos del sol, a veces hasta las piedras se vuelven valiosas, mientras que un ciego no puede ver el sol, aunque haya suficientes rayos solares ante él. La oscuridad y la luz son dos conceptos opuestos, pero eso no significa que el sol es parcial al distribuir sus rayos. Los rayos del sol están a la disposición de todo el mundo, pero las capacidades de los receptores difieren. La gente necia piensa que el servicio devocional consiste en adular al Señor para obtener una misericordia especial. En verdad, los devotos puros que están dedicados al trascendental servicio amoroso del Señor, no son una comunidad mercantil. Una firma mercantil le presta servicio a alguien a cambio de valores. El devoto puro no le presta servicio al Señor por un intercambio tal, y, por consiguiente, la misericordia del Señor por entero está a su disposición. Los hombres que sufren y que están necesitados, las personas indagadoras y los filósofos, establecen relaciones temporales con el Señor para cumplir con un propósito en particular. Cuando el propósito se cumple, la relación con el Señor deja de existir. Un hombre que sufre, si de alguna manera es piadoso, le ora al Señor pidiéndole recuperarse. Pero en la mayoría de los casos, en cuanto la recuperación se acaba, al hombre que sufre deja de interesarle el hecho de mantener alguna relación con el Señor. La misericordia del Señor está a su disposición, pero él está poco dispuesto a recibirla. Esa es la diferencia entre un devoto puro y un devoto con mezcla. Aquellos que están completamente en contra del servicio del Señor se considera que están en la oscuridad más abyecta, aquellos que piden el favor del Señor únicamente en momentos de necesidad son receptores parciales de Su misericordia, y aquellos que están cien por ciento dedicados al servicio del Señor son receptores completos de la misericordia de Él. Esa parcialidad en recibir la misericordia del Señor es relativa al receptor, y no se debe a la parcialidad del supremamente misericordioso Señor
Cuando el Señor desciende a este mundo material mediante Su energía supremamente misericordiosa, actúa como un ser humano y, por lo tanto, parece que el Señor es parcial únicamente con Sus devotos, lo cual no es así. Pese a esa aparente manifestación de parcialidad, Su misericordia se distribuye equitativamente. En el campo de batalla de Kurukṣetra, todas las personas que murieron en la pelea en presencia del Señor obtuvieron la salvación sin las cualidades necesarias, debido a que morir ante la presencia del Señor purifica de los efectos de todos los pecados al alma que se está yendo, y, por consiguiente, el hombre moribundo obtiene un lugar en alguna parte de la morada trascendental. De una forma u otra, si alguien se expone a los rayos solares, es seguro que obtendrá el beneficio requerido tanto con el calor como con los rayos ultravioletas. Por lo tanto, la conclusión es que el Señor nunca es parcial. Que la gente en general crea que Él es parcial, es un error.