Text 54
satya-jñānānantānanda-
mātraika-rasa-mūrtayaḥ
aspṛṣṭa-bhūri-māhātmyā
api hy upaniṣad-dṛśām
satya—eternas; jñāna—con conocimiento completo; ananta—ilimitadas; ānanda—plenamente bienaventuradas; mātra—solamente;eka-rasa—que existen siempre; mūrtayaḥ—formas; aspṛṣṭa-bhūri-māhātmyāḥ—cuya gran gloria no es tocada; api—siquiera; hi—debido a; upaniṣat-dṛśām—por los jñānīs que se ocupan en el estudio de los Upaniṣads.
Todas las viṣṇu-mūrtis tenían formas eternas e ilimitadas, llenas de conocimiento y bienaventuranza, y que existían más allá de la influencia del tiempo. Su gran gloria no iba a poder siquiera tocarla los jñānīs que se entregan al estudio de los Upaniṣads.
SIGNIFICADO: El mero śāstra-jñāna, el conocimiento de los Vedas, no ayuda a entender a la Personalidad de Dios. Solo quien es favorecido por el Señor, quien ha recibido Su misericordia, puede comprender al Señor. Así se explica también en los Upaniṣads(Muṇḍaka Up. 3.2.3):
nāyam ātmā pravacanena labhyo
na medhasā na bahunā śrutena
yam evaiṣa vṛṇute tena labhyas
tasyaiṣa ātmā vivṛṇute tanuṁ svām
«Al Señor Supremo no se Le obtiene mediante explicaciones expertas, ni mediante una vasta inteligencia, ni siquiera por escuchar mucho. A Él solo Le obtienen aquellos a quienes Él mismo elige. A esas personas, Él les manifiesta Su propia forma».
Existe la siguiente descripción del Brahmān: satyaṁ brahma, ānanda-rūpam: «Brahman es la Verdad Absoluta y bienaventuranza,ānanda, plena». Las formas de Viṣṇu, el Brahman Supremo, eran una, pero Se manifestaban diferentes. Sin embargo, los seguidores de los Upaniṣads no pueden entender las diversidades que manifiesta el Brahman. Eso demuestra que el Brahman y Paramātmā solo pueden comprenderse realmente con la devoción, como el propio Señor confirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (bhaktyāham ekayā grāhyaḥ, Bhāg. 11.14.21). Para dejar establecido que el Brahman posee realmente forma trascendental, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura presenta varias citas de los śāstras. En el Śvetāśvatara Upaniṣad (3.8), se describe al Supremo con las palabras: āditya-varṇaṁ tamasaḥ parastāt: «Aquel cuya forma automanifiesta es luminosa como el Sol y trascendental a la oscuridad de la ignorancia».Ānanda-mātram ajaraṁ purāṇam ekaṁ santaṁ bahudhā dṛśyamānam: «El Supremo es bienaventurado, libre de todo rastro de infelicidad. Aunque es el más anciano, nunca envejece, y, aunque es uno, se Le percibe en diversas formas». Sarve nityāḥ śāśvatāś ca dehās tasya parātmanaḥ: «Todas las formas de la Persona Suprema son eternas» (Mahā-varāha Purāṇa). La Persona Suprema posee una forma, con brazos, piernas y otros rasgos personales, pero Sus manos y piernas no son materiales. Los bhaktas saben que la forma de Kṛṣṇa, del Brahman, no tiene nada de material. Por el contrario, el Brahman posee una forma trascendental, y cuando estamos absortos en ella, habiendo alcanzado plena madurez en el bhakti, podemos comprenderle (premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena). Losmāyāvādīs, sin embargo, no pueden comprender esa forma trascendental, pues piensan que es material.
Las formas trascendentales de la Suprema Personalidad de Dios en Su aspecto personal son tan sublimes que los seguidores impersonalistas de los Upaniṣads no pueden alcanzar el plano del conocimiento necesario para entenderlas. Las formas trascendentales del Señor están particularmente fuera del alcance de los impersonalistas, a quienes el estudio de los Upaniṣads solo les permite entender que la Verdad Absoluta no es materia y que no está sujeta a ninguna restricción material impuesta por potencias limitadas.
Pero, aunque a Kṛṣṇa no se Le puede ver a través de los Upaniṣads, en algunos pasajes se dice que a Kṛṣṇa sí se Le puede conocer de esa forma. Aupaniṣadaṁ puruṣam: «A Él se Le conoce mediante los Upaniṣads». Esto significa que, cuando nos purificamos mediante el conocimiento védico, se nos permite entrar en el plano de la comprensión devocional (mad-bhaktiṁ labhate parām).
tac chraddadhānā munayo
jñāna-vairagya-yuktayā
paśyanty ātmani cātmānaṁ
bhaktyā śruta-gṛhītayā
«El sabio o estudiante sincero e inquisitivo, bien equipado de conocimiento y desapego, llega a percibir esa Verdad Absoluta ofreciendo servicio devocional conforme a lo que ha escuchado en el Vedānta-śruti» (Bhāg. 1.2.12). La palabra śruta-gṛhītayā se refiere al conocimiento del Vedānta, no al sentimentalismo. Śruta-gṛhīta es conocimiento sólido.
Brahmā llegó así a comprender que el Señor Viṣṇu es el receptáculo de toda verdad, de todo conocimiento y de toda bienaventuranza. Él es la combinación de esos tres aspectos trascendentales, y el objeto de adoración para los seguidores de los Upaniṣads. Brahmā comprendió que la transformación de las vacas, niños y terneros en formas de Viṣṇu, no fue debida a un tipo de misticismo como el que podrían manifestar un yogī o un semidiós en virtud de los poderes específicos de que están dotados. Las vacas, los terneros y los niños que se transformaron en viṣṇu-mūrtis, formas de Viṣṇu, no eran manifestaciones de la energía de Viṣṇu, viṣṇu-māyā, sino que eran Viṣṇu en persona. Las respectivas cualidades de Viṣṇu y viṣṇu-māyā son como las del calor y el fuego. En el calor está la característica del fuego, la capacidad de calentar; pero el calor no es fuego. La manifestación de los niños, terneros y vacas en formas de Viṣṇu no era como el calor, sino como el fuego; todas ellas eran Viṣṇu. De hecho, las cualidades de Viṣṇu son plena verdad, pleno conocimiento y plena bienaventuranza. Se puede dar también el ejemplo de los objetos materiales, que pueden reflejarse en muchísimas formas. El Sol, por ejemplo, se refleja en muchas vasijas de agua, pero esos múltiples reflejos en el agua no son el verdadero Sol. El Sol de la vasija, pese a tener el aspecto del Sol, no desprende luz y calor. Sin embargo, todas las formas que Kṛṣṇa adoptó eran Viṣṇu en plenitud.
Debemos hablar acerca del Śrīmad-Bhāgavatam diariamente y tanto como sea posible, pues con ello todo quedará claro, ya que elBhāgavatam es la esencia de todas las Escrituras védicas (nigama-kalpa-taror galitaṁ phalam). Fue escrito por Vyāsadeva (mahā-muni-kṛte) cuando alcanzó la autorrealización. Así, cuanto más leemos el Śrīmad-Bhāgavatam, más claro se vuelve el conocimiento. Todos y cada uno de sus versos son trascendentales.