Text 26
evam etan mahā-bhāga
yathā vadasi dehinām
ajñāna-prabhavāhaṁ-dhīḥ
sva-pareti bhidā yataḥ
evam—sí, es correcto; etat—lo que tú has dicho; mahā-bhāga—¡oh, gran personalidad!; yathā—mientras; vadasi—estás hablando; dehinām—acerca de las entidades vivientes (que reciben cuerpos materiales); ajñāna-prabhavā—por la influencia de la ignorancia; aham-dhīḥ—este es mi interés (ego falso); sva-parā iti—este es el interés de otro; bhidā—diferencia; yataḥ—debido a ese concepto de la vida.
¡Oh, Kaṁsa, gran personalidad!, solo por la influencia de la ignorancia aceptamos el cuerpo material y el ego corporal. Lo que tú has dicho acerca de esta filosofía es correcto. Las personas que se hallan bajo la influencia del concepto corporal de la vida, carentes de autorrealización, establecen diferencias considerando que «esto es mío» y «eso pertenece a otro».
SIGNIFICADO: Las leyes de la naturaleza, que actúan bajo la dirección de la Suprema Personalidad de Dios, lo realizan todo de forma automática. No hay posibilidad de hacer nada independientemente, pues quien ha entrado en esta atmósfera material se halla totalmente sometido al control de las leyes de la naturaleza. Nuestra principal tarea debe ser, por lo tanto, esforzarnos por salir de esta vida condicionada y situarnos de nuevo en el plano espiritual de existencia. La ignorancia es la única razón de que una persona piense «soy un semidiós», «soy un ser humano», «soy un perro», «soy un gato», o, cuando la ignorancia se vuelve aún más oscura, «soy Dios». Esa vida de ignorancia proseguirá mientras no lleguemos a la plena autorrealización.