Text 35
na tvaṁ vismṛta-śastrāstrān
virathān bhaya-saṁvṛtān
haṁsy anyāsakta-vimukhān
bhagna-cāpān ayudhyataḥ
na—no; tvam—tu majestad; vismṛta-śastra-astrān—a aquellos que han olvidado cómo utilizar las armas; virathān—sin cuadrigas; bhaya-saṁvṛtān—confundidos por el temor; haṁsi—mata; anya-āsakta-vimukhān—a personas que no están apegadas a luchar, sino a alguna otra cosa; bhagna-cāpān—con los arcos rotos; ayudhyataḥ—sin poder luchar.
Cuando los semidioses pierden sus cuadrigas, cuando olvidan cómo utilizar las armas, cuando sienten miedo o están apegados a algo que no tiene que ver con el combate, o cuando tienen los arcos rotos y han perdido la capacidad de luchar, tu majestad no les mata.
SIGNIFICADO: También la guerra se rige por determinados principios. Un enemigo que no tiene cuadriga, que, por miedo, ha perdido todo interés en la lucha, o que es reacio a luchar, no debe ser matado. Los ministros de Kaṁsa le recordaron que él, a pesar de su poder, era consciente de los principios que rigen la guerra, de modo que había perdonado a los semidioses teniendo en cuenta su incapacidad. «Pero en esta situación de emergencia —dijeron los ministros—, no son correctas esas demostraciones de misericordia o de etiqueta militar. Ahora debes disponerte a luchar pase lo que pase». Así, aconsejaron al rey Kaṁsa que dejase de lado la caballerosidad tradicional en la guerra y que castigase al enemigo sin reparar en medios.