Texto 7
prāyeṇa munayo rājan
nivṛttā vidhi-ṣedhataḥ
nairguṇya-sthā ramante sma
guṇānukathane hareḥ
prāyeṇa—principalmente; munayaḥ—todos los sabios; rājan—¡oh, rey!; nivṛttāḥ—por encima; vidhi—principios regulativos; sedhataḥ—de las restricciones; nairguṇya-sthāḥ—situados en el plano trascendental; ramante—se complacen en; sma—claramente; guṇa-anukathane—describiendo las glorias; hareḥ—del Señor.
¡Oh, rey Parīkṣit!, los trascendentalistas más elevados de todos, que se encuentran por encima de las restricciones y los principios regulativos, son principalmente quienes se complacen en describir las glorias del Señor.
SIGNIFICADO: El más elevado de los trascendentalistas es un alma liberada, y, por ende, no se encuentra dentro de la jurisdicción de los principios regulativos. Al neófito, a quien se pretende promover al plano espiritual, lo guía el maestro espiritual con los principios regulativos. El neófito es como un paciente al que se lo trata mediante diversas restricciones que se le imponen bajo la jurisdicción de los médicos. Por lo general, las almas liberadas también se complacen en describir las actividades trascendentales. Como se dijo anteriormente, puesto que Nārāyaṇa, Hari, la Personalidad de Dios, se encuentra más allá de la creación material, Su forma y atributos no son materiales. Los más elevados trascendentalistas o las almas liberadas lo llegan a comprender a Él mediante la experiencia superior que les proporciona el conocimiento trascendental, y, por lo tanto, los complace la discusión acerca de las cualidades trascendentales de los pasatiempos del Señor. En el Bhagavad-gītā (4.9), la Personalidad de Dios declara que Su aparición y actividades son todas divyam, o trascendentales. El hombre común, que está bajo el hechizo de la energía material, da por sentado que el Señor es como uno de nosotros, y, en consecuencia, rehúsa aceptar la naturaleza trascendental de la forma, el nombre, etc., del Señor. Al más elevado de los trascendentalistas no le interesa nada material, y que él se interese en lo referente a las actividades del Señor es prueba categórica de que el Señor no es como uno de los que estamos en el mundo material. En las Escrituras védicas también se confirma que el Señor Supremo es uno, pero que Él está dedicado a Sus pasatiempos trascendentales en compañía de Sus devotos puros, y que simultáneamente está presente como la Superalma, una expansión de Baladeva, en el corazón de todas las entidades vivientes. De modo que, la máxima perfección de la comprensión trascendental es la de complacerse en oír y describir las cualidades trascendentales del Señor, y no el fundirse en Su existencia Brahman impersonal, que es a lo que aspira el monista impersonalista. El verdadero placer trascendental se experimenta en el transcurso de la glorificación del Señor trascendental, y no en el sentimiento de estar situado en Su aspecto impersonal. Pero también hay otros que no son los trascendentalistas más elevados sino que se encuentran en un nivel inferior, y quienes no se complacen en describir las trascendentales actividades del Señor. Más bien, ellos discuten dichas actividades del Señor de un modo formal, con el propósito de fundirse en Su existencia.