Text 3
kathayasva mahābhāga
yathāham akhilātmani
kṛṣṇe niveśya niḥsaṅgaṁ
manas tyakṣye kalevaram
kathayasva—por favor continúa hablando; mahābhāga—¡oh, muy afortunado!; yathā—tanto como; aham—yo; akhila-ātmani—al Alma Suprema; kṛṣṇe—al Señor Śrī Kṛṣṇa; niveśya—habiendo colocado; nihsaṅgam—estando libre de las cualidades materiales; manaḥ—mente; tyakṣye—pueda abandonar; kalevaram—cuerpo.
¡Oh, muy afortunado Śukadeva Gosvāmī!, por favor continúa narrando el Śrīmad-Bhāgavatam, de manera que yo pueda fijar la mente en el Alma Suprema, el Señor Kṛṣṇa, y abandone así este cuerpo, encontrándome libre por completo de las cualidades materiales.
SIGNIFICADO: Dedicarse por completo a escuchar la narración trascendental que se expone en el texto del Śrīmad-Bhāgavatam, significa asociarse constantemente con el Alma Suprema, Śrī Kṛṣṇa. Y asociarse constantemente con el Supremo Señor Kṛṣṇa, significa liberarse de las cualidades de la materia. El Señor Kṛṣṇa es como el sol, y la contaminación material es como la oscuridad. Así como la presencia del sol disipa la oscuridad, el dedicarse constantemente a asociarse con el Señor Śrī Kṛṣṇa lo libra a uno de la contaminación de las cualidades materiales. La contaminación que provocan las cualidades materiales es la causa del nacimiento y la muerte repetidos, y el librarse de las cualidades materiales constituye la trascendencia. Mahārāja Parīkṣit era ahora un alma iluminada en virtud de ese secreto de la liberación, por la gracia de Śukadeva Gosvāmī, ya que este último le había informado al rey que la máxima perfección de la vida es recordar a Nārāyaṇa al final de la misma. Mahārāja Parīkṣit tenía destinado abandonar su cuerpo al cabo de siete días, y, por ello, decidió continuar recordando al Señor, asociándose con Él mediante los temas del Śrīmad-Bhāgavatam, y de ese modo abandonar su cuerpo con plena conciencia de la presencia del Señor Śrī Kṛṣṇa, el Alma Suprema.
La audición que se le presta al Śrīmad-Bhāgavatam que recitan los profesionales, es distinta de la audición trascendental que presta Mahārāja Parīkṣit. Mahārāja Parīkṣit era un alma iluminada en lo referente a la Verdad Absoluta, Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios. El materialista fruitivo no es un alma iluminada; él quiere sacar algún beneficio material de su supuesta acción de escuchar el Śrīmad-Bhāgavatam. Indudablemente que ese público, al oír el Śrīmad-Bhāgavatam de labios de los profesionales, puede conseguir algún beneficio material tal como lo desea, pero eso no significa que esa pretendida audición del Śrīmad-Bhāgavatam durante una semana, da los mismos resultados que la audición de Mahārāja Parīkṣit.
Es deber de los cuerdos oír el Śrīmad-Bhāgavatam de labios de un alma autorrealizada, y no dejarse engañar por profesionales. Uno debe continuar escuchando así hasta el final de su vida, de manera que uno pueda tener realmente la asociación trascendental del Señor, y así liberarse por el simple hecho de oír el Śrīmad-Bhāgavatam.
Mahārāja Parīkṣit ya había abandonado todos sus nexos con su reino y su familia, los aspectos más atractivos del materialismo, pero aún estaba consciente de su cuerpo material. Él también quería liberarse de ese cautiverio, mediante la compañía constante del Señor.