Text 38
śrī-śuka uvāca
sampradiśyaivam ajano
janānāṁ parameṣṭhinam
paśyatas tasya tad rūpam
ātmano nyaruṇad dhariḥ
śrī-śukaḥ uvāca—Śrīla Śukadeva Gosvāmī dijo; sampradiśya—instruyendo plenamente a Brahmājī; evam—así pues; ajanaḥ—el Señor Supremo; janānām—de las entidades vivientes; parameṣṭhinam—al líder supremo, Brahmā; paśyataḥ—mientras él veía; tasya—Su; tat rūpam—esa forma trascendental; ātmanaḥ—del Absoluto; nyaruṇat—desapareció; hariḥ—el Señor, la Personalidad de Dios.
Śukadeva Gosvāmī le dijo a Mahārāja Parīkṣit: La Suprema Personalidad de Dios, Hari, desapareció, después de ser visto en Su forma trascendental instruyendo a Brahmājī, el líder de las entidades vivientes.
SIGNIFICADO: En este verso se menciona claramente que el Señor es ajanaḥ, o la Persona Suprema, y que Él estaba exhibiendo Su forma trascendental (ātmano rūpam) a Brahmājī mientras le impartía el resumen del Śrīmad-Bhāgavatam en cuatro versos. Él es ajanaḥ, o la Persona Suprema, entre los janānām, o entre todas las personas. Todas las entidades vivientes son personas individuales, y entre todas esas personas, el Señor Hari es supremo, tal como se confirma en el śruti mantra: nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām. Así que, en el mundo trascendental no hay cabida para cualidades impersonales, como en el mundo material. Dondequiera que hay cetana, o conocimiento, entra el aspecto personal. En el mundo espiritual, todo está lleno de conocimiento, y, por ende, todo lo que hay en el mundo trascendental, la tierra, el agua, el árbol, la montaña, el río, el hombre, el animal, el pájaro —todo— es de la misma calidad, es decir, cetana, y, en consecuencia, todo lo que hay allí es individual y personal. El Śrīmad-Bhāgavatam, en su carácter de Escritura védica suprema, nos da esta información, y la obra le fue expuesta personalmente a Brahmājī por la Suprema Personalidad de Dios, de manera que el líder de las entidades vivientes pudiera difundir el mensaje entre todos los seres del universo, con el fin de enseñar el conocimiento supremo que es el bhakti-yoga. Brahmājī a su vez le impartió el mismo mensaje del Śrīmad-Bhāgavatam a Nārada, su querido hijo, y Nārada a su vez le enseñó lo mismo a Vyāsadeva, quien además se lo enseñó a Śukadeva Gosvāmī. Por la gracia de Śukadeva Gosvāmī y por la misericordia de Mahārāja Parīkṣit, a todos nosotros se nos ha dado el Śrīmad-Bhāgavatam perpetuamente, para aprender la ciencia de la Absoluta Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa.