Text 28
vācaṁ duhitaraṁ tanvīṁ
svayambhūr haratīṁ manaḥ
akāmāṁ cakame kṣattaḥ
sa-kāma iti naḥ śrutam
vācam—Vāk; duhitaram—a la hija; tanvīm—nacida de su cuerpo; svayambhūḥ—Brahmā; haratīm—atrayendo; manaḥ—su mente; akāmām—sin estar sexualmente predispuesta; cakame—deseó; kṣattaḥ—¡oh, Vidura!; sa-kāmaḥ—estando sexualmente predispuesto; iti—de este modo; naḥ—nosotros; śrutam—hemos oído.
¡Oh, Vidura! Hemos oído que Brahmā tuvo una hija llamada Vāk, que nació de su cuerpo y que atrajo su mente hacia la actividad sexual, aunque ella no estaba sexualmente predispuesta hacia él.
SIGNIFICADO: Balavān indriya-grāmo vidvāṁsam api karṣati (Bhāg. 9.19.17). Se dice que los sentidos son tan locos y fuertes que pueden confundir incluso al hombre más sensible y erudito. Así pues, se aconseja no vivir solo ni siquiera con la propia madre, hermana o hija. Vidvāṁsam api karṣati quiere decir que incluso los más eruditos caen también víctimas del impulso sensual. Maitreya titubeó en afirmar esta anomalía de Brahmā, que se sintió atraído sexualmente hacia su propia hija, pero aun así lo mencionó, porque es algo que a veces ocurre, y el ejemplo vivo es el propio Brahmā, aunque es el ser viviente primigenio y el más erudito de todo el universo. Si Brahmā pudo ser víctima del impulso sexual, ¿qué podemos decir entonces de otros, que son propensos a tantas flaquezas mundanas? Esta inmoralidad extraordinaria de Brahmā de la que se había oído hablar ocurrió en un cierto kalpa, pero no pudo haber ocurrido en el kalpa en que Brahmā oyó directamente del Señor los cuatro versos esenciales del Śrīmad-Bhāgavatam, porque el Señor, tras impartir a Brahmā lecciones acerca del Bhāgavatam, le dio la bendición de que nunca, en ningún kalpa, quedaría confundido. Esto indica que antes de oír el Śrīmad-Bhāgavatam podía haber caído víctima de dicha sensualidad, pero que, después de oír el Śrīmad-Bhāgavatam directamente del Señor, no había posibilidad de semejantes caídas.
Hay, sin embargo, que tomar nota seriamente de este incidente. El ser humano es un animal social, y su relación irrestricta con el sexo bello le lleva a caer. Esa libertad social de hombre y mujer, especialmente entre los más jóvenes, es verdaderamente un gran obstáculo en el sendero del progreso espiritual. El cautiverio material se debe únicamente al cautiverio sexual y, por lo tanto, la convivencia irrestricta de hombres y mujeres es verdaderamente un gran impedimento. Maitreya citó este ejemplo protagonizado por Brahmā solo para llamar nuestra atención sobre este gran peligro.