Text 28
samāhitaṁ te hṛdayaṁ
yatremān parivatsarān
sā tvāṁ brahman nṛpa-vadhūḥ
kāmam āśu bhajiṣyati
samāhitam—ha estado absorto; te—tu; hṛdayam—corazón; yatra—en quien; imān—durante todos estos; parivatsarān—años; sā—ella; tvām—a ti; brahman—¡oh, brāhmaṇa!; nṛpa-vadhūḥ—la princesa; kāmam—según tu deseo; āśu—muy pronto; bhajiṣyati—servirá.
Esa princesa, ¡oh, santo sabio!, será exactamente el ideal que tuviste en tu corazón durante todos estos largos años. Pronto será tuya, y te servirá a tu entera satisfacción.
SIGNIFICADO: El Señor bendice al devoto satisfaciendo todos sus deseos íntimos. Así pues, el Señor dijo a Kardama Muni: «La joven que viene para casarse contigo es una princesa, hija del emperador Svāyambhuva, y es justamente la ideal para ti». Solamente por la gracia de Dios puede alguien ver cumplidos sus deseos de obtener una buena esposa. Y también solamente por la gracia de Dios encuentra una joven un esposo tal como ella deseaba. Se dice entonces que si Le oramos al Señor Supremo en todas las cuestiones de nuestra existencia material, todo saldrá bien, exactamente tal como lo deseamos. En otras palabras, debemos refugiarnos en la Suprema Personalidad de Dios en toda circunstancia, y depender completamente de Su decisión. El hombre propone y Dios dispone. De modo que debemos confiar a la Suprema Personalidad de Dios la satisfacción de nuestros deseos; esa es la mejor solución. Kardama Muni deseaba únicamente una esposa, pero, por ser devoto del Señor, Él le seleccionó una esposa que era hija de un emperador, una princesa. Fue así como la esposa que Kardama Muni obtuvo superaba todas sus expectativas. Si dependemos de la elección de la Suprema Personalidad de Dios, la opulencia de las bendiciones recibidas será mayor que lo que hayamos deseado.
También se señala aquí significativamente que Kardama Muni era un brāhmaṇa, mientras que el emperador Svāyambhuva era un kṣatriya. Así pues, el matrimonio entre miembros de distintas castas era corriente incluso en aquellos días. Lo estipulado era que un brāhmaṇa podía casarse con la hija de un kṣatriya, pero un kṣatriya no podía casarse con la hija de un brāhmaṇa. En la historia de la edad védica tenemos el testimonio de que Śukrācārya ofreció su hija a Mahārāja Yayāti, pero el rey tuvo que rehusar casarse con la hija de un brāhmaṇa; solo pudieron casarse con el consentimiento especial del brāhmaṇa. Vemos, por lo tanto, que en los días de antaño, hace muchísimos millones de años, no estaban prohibidos los matrimonios entre miembros de castas distintas, sino que estaban reglamentados en el sistema de comportamiento social.