Text 34
nirīkṣatas tasya yayāv aśeṣa-
siddheśvarābhiṣṭuta-siddha-mārgaḥ
ākarṇayan patra-rathendra-pakṣair
uccāritaṁ stomam udīrṇa-sāma
nirīkṣataḥ tasya—mientras miraba; yayau—Él Se fue; aśeṣa—todas; siddha-īśvara—las almas liberadas; abhiṣṭuta—glorifican; siddha-mārgaḥ—el camino al mundo espiritual; ākarṇayan—oyendo; patra-ratha-indra—de Garuḍa (rey de las aves); pakṣaiḥ—con las alas; uccāritam—vibrados; stomam—himnos; udīrṇa-sāma—que forman el Sāma Veda.
Mientras el sabio se quedaba mirándolo, el Señor Se alejó por el sendero que lleva a Vaikuṇṭha, un sendero que glorifican todas las grandes almas liberadas. El sabio se quedó escuchando mientras el batir de las alas de Garuḍa, el portador del Señor, difundía la vibración de los himnos que forman la base del Sāma Veda.
SIGNIFICADO: En las Escrituras védicas se declara que las dos alas de Garuḍa, el ave trascendental que lleva al Señor a todas partes, son dos divisiones del Sāma Veda denominadas bṛhat y rathāntara. Garuḍa actúa como portador del Señor; por eso se considera que es el príncipe trascendental de todos los transportadores. Garuḍa comenzó a emitir con sus dos alas la vibración del Sāma Veda, que los grandes sabios cantan para pacificar al Señor. Brahmā, Śiva, Garuḍa y otros semidioses adoran al Señor con poesía selecta, y los grandes sabios Le adoran con los himnos de las Escrituras védicas, como los Upaniṣads y el Sāma Veda. El devoto escucha esas declamaciones del Sāma Veda siempre que Garuḍa, otro gran devoto del Señor, bate sus alas.
Aquí se afirma claramente que el sabio Kardama se puso a mirar el sendero que siguió el Señor al ser llevado a Vaikuṇṭha. De este modo se confirma que el Señor desciende de Su morada, Vaikuṇṭha, en el cielo espiritual, y que Garuḍa Le transporta. Los trascendentalistas corrientes no adoran el camino que lleva a Vaikuṇṭha. Solo aquellos que ya están liberados del cautiverio material pueden volverse devotos del Señor. Aquellos que no están liberados del cautiverio material no pueden entender el trascendental servicio devocional. En el Bhagavad-gītā se afirma claramente: yatatām api siddhānām. Hay muchas personas que están tratando de alcanzar la perfección esforzándose por liberarse del cautiverio material, y aquellos que realmente están liberados reciben el nombre de brahma-bhūtas o siddhas. Solamente los siddhas, las personas liberadas del cautiverio material, pueden volverse devotos. Esto se confirma también en el Bhagavad-gītā: Cualquiera que se ocupe en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, el servicio devocional, está ya liberado de la influencia de las modalidades de la naturaleza material. Aquí se confirma también que quienes adoran el sendero del servicio devocional son las personas liberadas, no las almas condicionadas. El alma condicionada no puede entender el servicio devocional del Señor. Kardama Muni era un alma liberada que vio al Señor Supremo en persona, directamente. No cabe duda de que estaba liberado, y por eso pudo ver a Garuḍa llevando al Señor camino a Vaikuṇṭha, y pudo escuchar el batir de sus alas vibrando el sonido de Hare Kṛṣṇa, la esencia del Sāma Veda.