Text 6
maitreya uvāca
prajāḥ sṛjeti bhagavān
kardamo brahmaṇoditaḥ
sarasvatyāṁ tapas tepe
sahasrāṇāṁ samā daśa
maitreyaḥ uvāca—el gran sabio Maitreya dijo; prajāḥ—hijos; sṛja—engendró; iti—de este modo; bhagavān—el venerable; kardamaḥ—Kardama Muni; brahmaṇā—del Señor Brahmā; uditaḥ—habiendo recibido la orden; sarasvatyām—a orillas del río Sarasvatī; tapaḥ—penitencia; tepe—practicó; sahasrāṇām—de miles; samāḥ—años; daśa—diez.
El gran santo Maitreya respondió: Designado por el Señor Brahmā para poblar los mundos con sus descendientes, el adorable Kardama Muni practicó penitencias a orillas del río Sarasvatī durante diez mil años.
SIGNIFICADO: De aquí se desprende que, antes de alcanzar la perfección, Kardama Muni meditó en yoga durante diez mil años. También Vālmīki Muni, según sabemos, practicó meditación yoga durante sesenta mil años, antes de alcanzar la perfección. Por lo tanto, para practicar el yoga con éxito es imprescindible una vida muy larga, de unos cien mil años de duración; entonces es posible lograr la perfección en el yoga. En caso contrario, no se puede alcanzar la auténtica perfección. Seguir las regulaciones, controlar los sentidos y practicar las diversas posturas de sentarse no son más que las prácticas preliminares. No comprendemos cómo la gente puede quedar cautivada con el fraudulento sistema de yoga que afirma que se puede alcanzar la perfección de volverse uno con Dios simplemente por meditar quince minutos al día. Esta era (Kali-yuga) es la era del embuste y de la riña. Lo cierto es que con esas proposiciones facilonas no hay posibilidad de alcanzar la perfección del yoga. Las Escrituras védicas afirman claramente tres veces —para darle mayor énfasis: kalau nāsty eva nāsty eva nāsty eva—que en esta era de Kali, no hay otro camino, no hay otro camino, no hay otro camino que harer nāma, cantar el santo nombre del Señor.