Text 35
ayāta-yāmās tasyāsan
yāmāḥ svāntara-yāpanāḥ
śṛṇvato dhyāyato viṣṇoḥ
kurvato bruvataḥ kathāḥ
ayāta-yāmāḥ—tiempo nunca perdido; tasya—de Manu; āsan—fueron; yāmāḥ—las horas; sva-antara—la duración de su vida; yāpanāḥ—llegando a un final; śṛṇvataḥ—escuchando; dhyāyataḥ—contemplando; viṣṇoḥ—del Señor Viṣṇu; kurvataḥ—actuando; bruvataḥ—hablando; kathāḥ—los temas.
En consecuencia, aunque la duración de su larga vida —una era manvantara—poco a poco llegó a su fin, no pasó en vano, puesto que siempre se ocupó en escuchar, contemplar, poner por escrito y cantar los pasatiempos del Señor.
SIGNIFICADO: De la misma manera que un alimento recién preparado es muy sabroso, pero se vuelve insípido y desabrido al cabo de tres o cuatro horas, una existencia de disfrute material puede tolerarse mientras la vida mantiene su frescor, pero al final de la vida todo se vuelve desabrido, y todo parece vacío y doloroso. Sin embargo, la vida del emperador Svāyambhuva Manu no era desabrida; a medida que se hacía mayor, su vida seguía con la misma frescura que al principio, debido a que se mantuvo consciente de Kṛṣṇa. La vida de un hombre consciente de Kṛṣṇa es una vida siempre fresca. Se dice que el Sol sale por la mañana y se pone por la tarde para reducir la duración de la vida de todos. Pero la salida y la puesta del Sol no pueden disminuir la vida de aquel que se ocupa en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. La vida de Svāyambhuva Manu no se volvió insípida con el paso del tiempo, pues él se ocupó siempre en cantar y meditar en relación con el Señor Viṣṇu. Él era el yogī más elevado, porque nunca perdió el tiempo. Aquí se dice especialmente: viṣṇoḥ kurvato bruvataḥ kathāḥ: Cuando hablaba, solo hablaba de Kṛṣṇa y Viṣṇu, la Personalidad de Dios; cuando escuchaba algo, era de Kṛṣṇa; cuando meditaba, era en Kṛṣṇa y Sus actividades.
Se afirma que su vida fue muy larga, de setenta y un yugas. Un yuga dura 4 320 000 años; la vida de un manu dura setenta y un yugas, y en un día de Brahmā vienen y se van catorce de estos manus. Manu se ocupó durante toda su vida —4 320 000 x 71 años—en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, cantando, escuchando, hablando y meditando en relación con Kṛṣṇa. Por esa razón, su vida ni fue un desperdicio, ni se volvió insípida.