Text 36
etan me janma loke ’smin
mumukṣūṇāṁ durāśayāt
prasaṅkhyānāya tattvānāṁ
sammatāyātma-darśane
etat—este; me—Mi; janma—nacimiento; loke—en el mundo; asmin—en este; mumukṣūṇām—por aquellos grandes sabios que buscan la liberación; durāśayāt—de deseos materiales innecesarios; prasaṅkhyānāya—para explicar; tattvānām—de las verdades; sammatāya—que es muy apreciado; ātma-darśane—en la autorrealización.
Mi advenimiento en este mundo tiene como fin especial la explicación de la filosofía del sāṅkhya, muy apreciada con vistas a la autorrealización por aquellos que desean liberarse del enredo de los deseos materiales innecesarios.
SIGNIFICADO: Aquí es muy significativa la palabra durāśayāt. Dur se refiere a «inconvenientes» o duḥkha, «miserias». Āśayāt significa «del refugio». Las almas condicionadas hemos aceptado el refugio del cuerpo material, que está lleno de inconvenientes y miserias. La gente necia no puede entender la situación, y eso se denomina «ignorancia», «ilusión», o «el hechizo de māyā». La sociedad humana debe entender muy seriamente que el cuerpo es, en sí, la fuente de todas las miserias de la vida. Supuestamente, la civilización moderna debería estar progresando en conocimiento científico, pero ¿qué es ese conocimiento científico? Se basa solamente en las comodidades del cuerpo, sin conocimiento de que el cuerpo, por muy confortablemente que lo mantengamos, está sujeto a la destrucción. Como se afirma en el Bhagavad-gītā: antavanta ime dehāḥ: Estos cuerpos están destinados a la destrucción. Nityasyoktāḥ śarīriṇaḥ se refiere al alma viviente, la chispa viviente que hay dentro del cuerpo. Esa alma es eterna, pero el cuerpo no lo es. Para nuestra actividad, debemos tener un cuerpo; sin cuerpo, sin órganos de los sentidos, no hay actividad. Pero la gente no se pregunta si es posible tener un cuerpo eterno. En realidad aspiran a él, pues aunque se ocupan en disfrute de los sentidos, ese disfrute no es eterno. Anhelan, por lo tanto, algo de lo que puedan disfrutar eternamente, pero no entienden cómo obtener esa perfección. De modo que la filosofía sāṅkhya, como aquí afirma Kapiladeva, es tattvānām. El sistema de filosofía sāṅkhya está concebido para aportar entendimiento de la auténtica verdad. ¿Cuál es esa auténtica verdad?: el conocimiento de cómo salir del cuerpo material, que es la fuente de todo problema. El Señor Kapila Se encarna o adviene con esa finalidad especial. Eso se afirma aquí claramente.