Text 44
etāvān eva loke ’smin
puṁsāṁ niḥśreyasodayaḥ
tīvreṇa bhakti-yogena
mano mayy arpitaṁ sthiram
etāvān eva—solo así; loke asmin—en este mundo; puṁsām—de los hombres; niḥśreyasa—la perfección final de la vida; udayaḥ—la consecución de; tīvreṇa—intensa; bhakti-yogena—mediante la práctica del servicio devocional; manaḥ—mente; mayi—en Mí; arpitam—fija;sthiram—estable.
Por lo tanto, las personas cuyas mentes están fijas en el Señor se ocupan en la práctica intensiva de servicio devocional. Esa es la única manera de alcanzar la máxima perfección de la vida.
SIGNIFICADO: Aquí son significativas las palabras mano mayy arpitam, que significan «con la mente fija en Mí». Debemos fijar la mente en los pies de loto de Kṛṣṇa o de Su encarnación. Cuando la mente está siempre fija, libre de otros pensamientos, está en el sendero de la liberación. Un ejemplo de esto es Ambarīṣa Mahārāja. Él fijó su mente en los pies de loto del Señor, solo hablaba de los pasatiempos del Señor, solo olía las hojas de tulasī y las flores ofrecidas al Señor, caminaba solo para ir al templo del Señor, ocupaba sus manos en limpiar el templo, su lengua en saborear los alimentos ofrecidos al Señor, y sus oídos en escuchar los grandes pasatiempos del Señor. Así ocupaba todos sus sentidos. Primero se debe ocupar la mente en los pies de loto del Señor, en forma continua y natural. Cuando la mente está ocupada, todos los sentidos la siguen, pues los sentidos están subordinados a la mente. Eso es bhakti-yoga. Yoga significa controlar los sentidos. Los sentidos no se pueden controlar, en el sentido estricto del término; siempre están agitados. Con los niños ocurre lo mismo: ¿cuánto tiempo pueden permanecer sentados en silencio? ¿Podemos obligarlos? No es posible. Incluso Arjuna dijo: cañcalaṁ hi manaḥ kṛṣṇa: «La mente siempre está agitada». Lo mejor es fijar la mente en los pies de loto del Señor. Mano mayy arpitaṁ sthiram. El estado de perfección más elevado es ocuparse con toda seriedad en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Todas las actividades conscientes de Kṛṣṇa están en el nivel más elevado de perfección de la vida humana.
Thus end the Bhaktivedanta purports of the Third Canto, Twenty-fifth Chapter, of the Śrīmad-Bhāgavatam, entitled “The Glories of Devotional Service.”