Text 24
bhukta-bhogā parityaktā
dṛṣṭa-doṣā ca nityaśaḥ
neśvarasyāśubhaṁ dhatte
sve mahimni sthitasya ca
bhukta—disfrutado; bhogā—disfrute; parityaktā—abandonado; dṛṣṭa—descubierta; doṣā—imperfección; ca—y; nityaśaḥ—siempre; na—no; īśvarasya—del independiente; aśubham—daño; dhatte—ella inflige; sve mahimni—en su propia gloria; sthitasya—situada; ca—y.
Cuando descubre la imperfección de su deseo de enseñorearse de la naturaleza material, y en consecuencia, lo abandona, la entidad viviente obtiene la independencia y se sitúa en su propia gloria.
SIGNIFICADO: La entidad viviente no es el verdadero disfrutador de los recursos materiales, y por ello, en última instancia su intento de enseñorearse de la naturaleza material se frustra. Esta decepción le hace desear más poder que las entidades vivientes corrientes, y desea fundirse en la existencia del disfrutador supremo. De este modo, proyecta un plan para obtener mayor disfrute.
Nosotros somos independientes cuando estamos firmemente situados en el plano del servicio devocional. Los hombres poco inteligentes no pueden entender la posición del sirviente eterno del Señor. El empleo de la palabra «sirviente» les confunde; no pueden entender que esa servidumbre no es la servidumbre del mundo material. Ser el sirviente del Señor es la posición más eminente. Quien pueda entender esto, y pueda con ello revivir su naturaleza original de servidumbre eterna al Señor, se situará en una posición completamente independiente. Esa independencia de la entidad viviente se pierde por el contacto con la materia. En el campo espiritual tiene independencia plena, y por lo tanto, no puede caer bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material. Esa es la posición que alcanza el devoto, quien viendo la imperfección de la tendencia al disfrute material, la abandona.
La diferencia entre el devoto y el impersonalista es que este trata de volverse uno con el Supremo, a fin de disfrutar sin trabas, mientras que el devoto abandona por completo la mentalidad de disfrute y se ocupa en el servicio amoroso trascendental del Señor. Esa es su gloriosa posición constitucional. En ese momento, él es completamente independiente, īśvara. El verdadero īśvara, o īśvaraḥ paramaḥ, el īśvara supremo, el independiente supremo, es Kṛṣṇa. La entidad viviente solo es īśvara cuando se ocupa en el servicio del Señor. En otras palabras, el placer trascendental que se deriva del servicio amoroso al Señor Supremo es verdadera independencia.