Text 28
jñānam ekaṁ parācīnair
indriyair brahma nirguṇam
avabhāty artha-rūpeṇa
bhrāntyā śabdādi-dharmiṇā
jñānam—conocimiento; ekam—uno; parācīnaiḥ—personas adversas; indriyaiḥ—por medio de los sentidos; brahma—la Suprema Verdad Absoluta; nirguṇam—más allá de las modalidades materiales; avabhāti—aparece; artha-rūpeṇa—en forma de diversos objetos; bhrāntyā—erróneamente; śabda-ādi—sonido, etc; dharmiṇā—dotada con.
Las personas con aversión a la Realidad Trascendental aprecian de maneras distintas la Suprema Verdad Absoluta por medio de la percepción especulativa de los sentidos; debido a esa errónea especulación, todo les parece relativo.
SIGNIFICADO: La Personalidad de Dios, la Suprema Verdad Absoluta, es uno, y Se difunde por todas partes mediante Su aspecto impersonal. Esto se expresa con claridad en el Bhagavad-gītā. El Señor Kṛṣṇa dice: «Todo objeto de experiencia es solamente una expansión de Mi energía». Él lo sustenta todo, pero eso no significa que Él esté en todo. Las percepciones de los sentidos, como la recepción auditiva del sonido de un tambor, la percepción visual de una mujer hermosa, o el delicioso sabor de un dulce de leche percibido con la lengua, vienen a través de sentidos distintos, y por eso se captan de distinta manera. Así pues, el conocimiento sensorial se subdivide en diversas categorías, aunque en realidad es todo uno, en cuanto que es manifestación de la energía del Señor Supremo. De manera similar, las energías del fuego son la iluminación y el calor. Mediante esas energías, puede manifestarse de muchas formas, en percepciones sensoriales diversificadas. Los filósofos māyāvādīs declaran que esa diversidad es falsa, pero los filósofos vaiṣṇavas no aceptan esa supuesta falsedad de las diversas manifestaciones; como son manifestación de las diversas energías de la Suprema Personalidad de Dios, no las consideran diferentes de Él.
Los filósofos vaiṣṇavas no aceptan la filosofía de que el Absoluto es verdad y la creación es falsa (brahma satyaṁ jagan mithyā). Se da un ejemplo: No es oro todo lo que reluce, pero eso no significa que el objeto que brilla sea falso. Por ejemplo, la concha de la ostra parece de oro. El color dorado que presenta se debe solamente a la percepción de los ojos, pero eso no significa que la concha de la ostra sea falsa. De la misma manera, viendo la forma del Señor Kṛṣṇa no podemos entender quién es Él en realidad, pero eso no significa que Él sea falso. La forma de Kṛṣṇa debe entenderse según las descripciones de los libros de conocimiento, como la Brahma-saṁhitā. Īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ sac-cid-ānanda-vigrahaḥ: Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, tiene un cuerpo espiritual eterno y bienaventurado. No podemos entender la forma del Señor con nuestra imperfecta percepción sensorial. Tenemos que adquirir conocimiento acerca de Él. Por eso se dice aquí: jñānam ekam. El Bhagavad-gītā confirma que algunos necios consideran a Kṛṣṇa un hombre común, basándose solo en Su forma. No saben acerca del conocimiento, el poder y la opulencia ilimitados de la Suprema Personalidad de Dios. La especulación material sensoria lleva a la conclusión de que el Supremo no tiene forma. Esa especulación mental es la causa de que el alma condicionada permanezca cubierta por la ignorancia, bajo el hechizo de la energía ilusoria. El medio para entender a la Persona Suprema es el sonido trascendental vibrado por Él en el Bhagavad-gītā, donde dice que no hay nada superior a Él; la refulgencia impersonal del Brahman reposa en Su personalidad. La visión purificada y absoluta del Bhagavad-gītā se compara con el río Ganges. El agua del Ganges es tan pura que puede purificar incluso a los asnos y a las vacas. Pero si despreciamos las aguas puras del Ganges, y en su lugar queremos purificarnos con el agua sucia de un desagüe, no conseguiremos nada. Análogamente, solo podremos obtener conocimiento puro del Absoluto si escuchamos del Absoluto en persona, que es puro.
En este verso se dice claramente que los que tienen aversión a la Suprema Personalidad de Dios especulan con sus sentidos imperfectos acerca de la naturaleza de la Verdad Absoluta. No obstante, el concepto del Brahman sin forma solo se puede recibir por vía auditiva, y no por experiencia personal. Por lo tanto, el conocimiento se adquiere por recepción auditiva, como se confirma en el Vedānta-sūtra: śāstra-yonitvāt: Tenemos que adquirir conocimiento puro de las Escrituras autorizadas. En consecuencia, los supuestos argumentos especulativos acerca de la Verdad Absoluta son inútiles. La identidad verdadera de la entidad viviente es la conciencia, que siempre está presente, no solo cuando la entidad viviente está despierta, sino también cuando duerme y en el estado de sueño profundo. Incluso en ese estado, la conciencia le permite percibir si es feliz o está afligida. De este modo, cuando se manifiesta por medio de los cuerpos materiales denso y sutil, la conciencia está cubierta, pero cuando esta se purifica, por medio del proceso de conciencia de Kṛṣṇa, la entidad viviente se libera del enredo del ciclo de nacimientos y muertes.
La verdadera identidad de la entidad viviente como servidor eterno de la Suprema Personalidad de Dios se descubre cuando su conocimiento puro, libre de contaminación, no está cubierto por las modalidades de la naturaleza material. El siguiente ejemplo ilustra el proceso de eliminar la cubierta: Los rayos de Sol son luminosos, y el Sol en sí también es luminoso. En presencia del Sol, los rayos iluminan tanto como el Sol, pero cuando su luz queda cubierta por el velo de una nube, es decir, por māyā, entonces comienza la oscuridad, la percepción imperfecta. Por lo tanto, para liberarnos del velo de la nesciencia, tenemos que despertar nuestra conciencia espiritual, nuestra conciencia de Kṛṣṇa, tal como establecen las Escrituras autorizadas.