Text 33
padbhyāṁ bhagavato jajñe
śuśrūṣā dharma-siddhaye
tasyāṁ jātaḥ purā śūdro
yad-vṛttyā tuṣyate hariḥ
padbhyām—de las piernas; bhagavataḥ—de la Personalidad de Dios; jajñe—se manifestó; śuśrūṣā—servicio; dharma—ocupación obligatoria; siddhaye—con el objeto de; tasyām—en eso; jātaḥ—siendo generado; purā—en el pasado; śūdraḥ—los servidores; yat-vṛttyā—la ocupación por la cual; tuṣyate—queda satisfecha; hariḥ—la Suprema Personalidad de Dios.
Después, el servicio se manifestó de las piernas de la Personalidad de Dios, para perfeccionar la función religiosa. Situados en las piernas están los śūdras, que satisfacen al Señor mediante el servicio.
SIGNIFICADO: El servicio es la verdadera ocupación original de todas las entidades vivientes. Las entidades vivientes tienen la función de ofrecer servicio al Señor, y pueden lograr la perfección religiosa mediante esa actitud de servicio. Uno no puede alcanzar la perfección religiosa simplemente mediante la especulación dirigida al logro del conocimiento teórico. La división jñānī de los espiritualistas especulan y especulan, únicamente para distinguir el alma de la materia, pero no tienen ninguna información acerca de las actividades del alma después de que se libera mediante el conocimiento. Se dice que las personas que únicamente especulan mentalmente para conocer las cosas tal como son, y que no se dedican al servicio amoroso trascendental del Señor, están simplemente desperdiciando su tiempo.
Aquí se afirma claramente que el principio del servicio se generó de las piernas del Señor para perfeccionar el proceso religioso; pero este servicio trascendental es diferente de la idea de servicio que se tiene en el mundo material. En el mundo material, nadie quiere ser un sirviente; todo el mundo quiere ser el amo, debido a que el sentido de falso dominio es la enfermedad básica del alma condicionada. El alma condicionada que se encuentra en el mundo material quiere enseñorearse de los demás. Ilusionada por la energía externa del Señor, es forzada a ser sirviente del mundo material. Esa es la verdadera posición del alma condicionada. La última trampa de la ilusoria energía externa es el concepto de volverse uno con el Señor, y, debido a ese concepto, el alma ilusionada permanece en el cautiverio de la energía material, pensando falsamente que es un alma liberada y que es «igual a Nārāyaṇa».
De hecho, es mejor ser un śūdra que ser un brāhmaṇa y no desarrollar la actitud de servicio, pues esa actitud es lo único que satisface al Señor. Todo ser viviente, aunque sea un brāhmaṇa por cualidades, debe adoptar el servicio trascendental del Señor. Tanto el Bhagavad-gītā como el Śrīmad-Bhāgavatam sostienen que esa actitud de servicio constituye la perfección de la entidad viviente. Un brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya o śūdra pueden perfeccionar sus ocupaciones obligatorias únicamente ofreciendo servicio al Señor. Se espera que un brāhmaṇa sepa esto en virtud de su perfección en lo referente a la sabiduría védica. Las otras secciones se supone que han de seguir las directrices del vaiṣṇava brāhmaṇa (aquel que es brāhmaṇa por cualidades, y vaiṣṇava en su acción). Eso hará que toda la sociedad se vuelva perfecta en cuanto al orden de su construcción social. Una sociedad desordenada no puede satisfacer ni a sus integrantes ni al Señor. Aunque uno no sea un perfecto brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya o śūdra, si adopta el servicio del Señor sin importarle la perfección de su posición social, se vuelve un ser humano perfecto, simplemente por desarrollar la actitud de querer servir al Señor Supremo.