Text 5
sa tān pṛṣatkair abhidhāvato mṛdhe
nikṛtta-bāhūru-śirodharodarān
nināya lokaṁ param arka-maṇḍalaṁ
vrajanti nirbhidya yam ūrdhva-retasaḥ
saḥ—él (Dhruva Mahārāja); tān—a todos los yakṣas; pṛṣatkaiḥ—con sus flechas; abhidhāvataḥ—que avanzaban; mṛdhe—en el campo de batalla; nikṛtta—siendo separados; bāhu—brazos; ūru—muslos; śiraḥ-dhara—cuellos; udarān—y vientres; nināya—envió; lokam—al planeta; param—supremo; arka-maṇḍalam—el globo solar; vrajanti—ir; nirbhidya—hiriendo; yam—al cual; ūrdhva-retasaḥ—aquellos que nunca emiten semen.
Cuando Dhruva Mahārāja vio que los yakṣas cargaban contra él, sin vacilar tomó sus flechas y cortó en pedazos a sus enemigos. Separándoles del cuerpo los brazos, las piernas, la cabeza y el vientre, envió a los yakṣas al sistema planetario que está por encima del globo solar, al que solamente tienen acceso los más cualificados brahmacārīs, que nunca han emitido semen.
SIGNIFICADO: Para los no devotos, es auspicioso morir a manos del Señor o de Sus devotos. Aunque Dhruva Mahārāja no hizo distinciones a la hora de matar a los yakṣas, estos alcanzaron el sistema planetario al que solo tienen acceso los brahmacārīs que nunca han emitido semen. Tal como los jñānīs impersonalistas, o como los demonios matados por el Señor, las personas que mueren a manos de un devoto del Señor también llegan a Brahmaloka (Satyaloka). Para ascender hasta el sistema planetario Satyaloka que se menciona aquí, hay que elevarse por encima del globo solar. Por lo tanto, matar no siempre es malo. Si la muerte viene de manos de la Suprema Personalidad de Dios o de Su devoto, o se lleva a cabo en un gran sacrificio, la entidad viviente que muere de ese modo sale beneficiada. La supuesta no violencia material es insignificante en comparación con la muerte que viene de manos de la Suprema Personalidad de Dios o de Sus devotos. Es más, incluso un asesino sale beneficiado cuando muere a manos de un rey o del gobierno de una nación, pues de ese modo puede purificarse de todas las reacciones de su pecado.
Una palabra importante en este verso es ūrdhva-retasaḥ, que se refiere a los brahmacārīs que nunca han emitido semen. El celibato es tan importante que el brahmacārī que mantiene su pureza, sin emitir semen, después de morir se eleva hasta el planeta Satyaloka, incluso sin realizar las austeridades, penitencias o ceremonias rituales establecidas en los Vedas. Generalmente, la vida sexual es la causa de todas las miserias del mundo material. La civilización védica restringe esa vida sexual de distintas maneras. Del conjunto de la población que compone la estructura social, la relación sexual solo se les permite, y con restricciones, a los gṛhasthas. Todos los demás practican la abstinencia. En esta era en particular, la gente no conoce el valor de no emitir semen, de modo que se enredan de diversas maneras bajo la influencia de las cualidades materiales y sufren en la lucha por la existencia, sin conocer nada más. La palabra ūrdhva-retasaḥ se refiere principalmente a los sannyāsīs māyāvādīs, que se someten a estrictos principios de austeridad. Pero en el Bhagavad-gītā (8.66), el Señor dice que incluso si nos elevamos hasta Brahmaloka, de nuevo tenemos que regresar (ābrahma-bhuvanāl lokāḥ punar āvartino ’rjuna). Por consiguiente, la verdadera mukti, la verdadera liberación, solo se puede obtener por medio del servicio devocional, que nos permite ir más allá de Brahmaloka y llegar hasta el mundo espiritual, de donde nunca se regresa. Los sannyāsīs māyāvādīs están muy orgullosos de alcanzar la liberación, pero sin estar en contacto con el Señor Supremo mediante el servicio devocional, no se puede obtener la verdadera liberación. Las Escrituras dicen: hariṁ vinā na mṛtiṁ taranti: Sin la misericordia de Kṛṣṇa, no se puede obtener la liberación.