Text 18
yasya rāṣṭre pure caiva
bhagavān yajña-pūruṣaḥ
ijyate svena dharmeṇa
janair varṇāśramānvitaiḥ
yasya—cuyo; rāṣṭre—en el país o reino; pure—en las ciudades; ca—también; eva—ciertamente; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; yajña-pūruṣaḥ—que es el disfrutador de todos los sacrificios; ijyate—es adorado; svena—su propia; dharmeṇa—con la ocupación; janaiḥ—por la gente; varṇa-āśrama—el sistema de ocho órdenes sociales; anvitaiḥ—que siguen.
Se considera que un rey es piadoso cuando en su país y en sus ciudades la población observa estrictamente el sistema de ocho órdenes sociales de varṇa y āśrama, y cuando todos los ciudadanos adoran a la Suprema Personalidad de Dios con sus respectivas ocupaciones.
SIGNIFICADO: En este verso quedan bien claros el deber del estado y el deber del ciudadano. Tanto el rey o jefe del estado como los ciudadanos deben ordenar sus actividades de tal manera que, en última instancia, todos se ocupen en el servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios. Se considera que el rey o jefe de estado es el representante de la Suprema Personalidad de Dios, y que, por lo tanto, debe velar por la buena marcha de las cosas y porque los ciudadanos estén debidamente establecidos en el orden social científico que consta de cuatro varṇas y cuatro āśramas. El Viṣṇu Purāṇa afirma que si la gente no se educa o establece en ese orden social científico de cuatro varṇas (brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya y śūdra) y cuatro āśramas (brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa), la sociedad no puede considerarse humana verdaderamente, ni puede hacer el menor progreso hacia el objetivo final de la vida humana. El gobierno tiene el deber de velar por que todo proceda conforme al varṇa y al āśrama. Como aquí se dice: bhagavān yajña-pūruṣaḥ: La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, es el yajña-pūruṣa. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (5.29): bhoktāraṁ yajña-tapasām: El propósito final de todo sacrificio es Kṛṣṇa. Él es además el disfrutador de todos los sacrificios; por eso se Le conoce con el nombre de yajña-pūruṣa. La palabra yajña-pūruṣa se refiere al Señor Viṣṇu, el Señor Kṛṣṇa, o a cualquier otra Personalidad de Dios dentro de la categoría de viṣṇu-tattva. En la sociedad humana perfecta, las personas se encuadran en los órdenes de varṇa y āśrama y se ocupan en adorar al Señor Viṣṇu con sus respectivas actividades. Todo ciudadano ocupado en una tarea ofrece servicio con las acciones resultantes de sus actividades. Esa es la perfección de la vida. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (18.46):
yataḥ pravṛttir bhūtānāṁ
yena sarvam idaṁ tatam
sva-karmaṇā tam abhyarcya
siddhiṁ vindati mānavaḥ
«Por adorar al Señor, que es la fuente de todos los seres y es omnipresente, el hombre puede alcanzar la perfección mediante el desempeño de sus propios deberes».
Así pues, brāhmaṇas, kṣatriyas, śūdras y vaiśyas deben ejecutar sus deberes prescritos tal como se definen en los śāstras. De este modo, todos pueden satisfacer a Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios. El rey o jefe del estado tiene que comprobar que los ciudadanos se ocupan de esta forma. En otras palabras, el estado o gobierno no debe apartarse de su deber declarando que el estado es laico y que, por lo tanto, no tiene interés en si la gente avanza o no avanza en el varṇāśrama-dharma. Hoy en día, los que están al servicio del gobierno y los que gobiernan a los ciudadanos no sienten respeto por el varṇāśrama-dharma. Les agrada la idea de un estado laico. Con un gobierno así, nadie puede ser feliz. La gente debe seguir el varṇāśrama-dharma, y el rey debe comprobar que se sigue tal y como es.