Text 22
athāvamṛjyāśru-kalā vilokayann
atṛpta-dṛg-gocaram āha pūruṣam
padā spṛśantaṁ kṣitim aṁsa unnate
vinyasta-hastāgram uraṅga-vidviṣaḥ
atha—a continuación; avamṛjya—secando; aśru-kalāḥ—las lágrimas de los ojos; vilokayan—observando; atṛpta—no satisfecho; dṛk-gocaram—visible a simple vista; āha—dijo; pūruṣam—a la Suprema Personalidad de Dios; padā—con Sus pies de loto; spṛśantam—casi tocando; kṣitim—el suelo; aṁse—en el lomo; unnate—erguido; vinyasta—posada; hasta—de Su mano; agram—la parte de delante; uraṅga-vidviṣaḥ—de Garuḍa, el enemigo de las serpientes.
La Suprema Personalidad de Dios estaba de pie, con Sus pies de loto casi al ras del suelo, mientras posaba la palma de la mano en el erguido lomo de Garuḍa, el enemigo de las serpientes. Mahārāja Pṛthu, secándose las lágrimas, trataba de mirar al Señor, pero parecía que el rey no estaba completamente satisfecho con mirarlo. Entonces ofreció las siguientes oraciones.
SIGNIFICADO: El punto significativo de este verso es que el Señor estaba de pie casi al ras del suelo. Los habitantes de los sistemas planetarios superiores, desde Brahmaloka (el planeta en que vive el Señor Brahmā) hasta Svargaloka (el planeta celestial de Indra), son tan avanzados en la vida espiritual que cuando vienen a visitar este sistema planetario inferior o algún otro sistema parecido, conservan su ingravidez. Esto significa que pueden sostenerse en pie sin tocar el suelo. El Señor Viṣṇu es la Suprema Personalidad de Dios, pero como vive en uno de los sistemas planetarios de este universo, a veces Se comporta como uno de los semidioses del universo. Cuando apareció por primera vez ante Pṛthu Mahārāja, no tocaba el suelo de este planeta, pero cuando Se sintió satisfecho por completo con la conducta y el carácter de Mahārāja Pṛthu, inmediatamente actuó como la Suprema Personalidad de Dios Nārāyaṇa de Vaikuṇṭha. Debido al afecto que sentía por Pṛthu Mahārāja, tocó la superficie del planeta, pero apoyó la palma de la mano en el erguido lomo de Garuḍa, Su portador, como para prevenir una caída, pues el Señor no está acostumbrado a posarse sobre la superficie de la Tierra. Todo ello da muestra del gran cariño que sentía por Pṛthu Mahārāja. Al darse cuenta de lo afortunado de su posición, Pṛthu Mahārāja no podía ver claramente al Señor, debido al éxtasis, pero a pesar de todo, con voz entrecortada, comenzó a ofrecerle oraciones.