Text 16
vyaktam ātmavatām ātmā
bhagavān ātma-bhāvanaḥ
svānām anugrahāyemāṁ
siddha-rūpī caraty ajaḥ
vyaktam—claro; ātma-vatām—de los trascendentalistas; ātmā—el objeto de la vida; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; ātma-bhāvanaḥ—que siempre desea elevar a las entidades vivientes; svānām—cuyos propios devotos; anugrahāya—simplemente para mostrar misericordia; imām—esta manera; siddha-rūpī—perfectamente autorrealizados; carati—viaja; ajaḥ—Nārāyaṇa.
La Suprema Personalidad de Dios siempre está ansioso por elevar a las entidades vivientes, que son Sus partes integrales, y, para que reciban un beneficio especial, el Señor viaja por todo el mundo en forma de personas autorrealizadas como ustedes.
SIGNIFICADO: Hay distintos tipos de trascendentalistas: los jñānīs, o impersonalistas, los yogīs místicos, y por supuesto, todos los devotos de la Suprema Personalidad de Dios. Los Kumāras, sin embargo, eran yogīs y jñānīs a la vez, y por último, más tarde, fueron también bhaktas. Al principio eran impersonalistas, pero luego se ocuparon en actividades devocionales; por esa razón, son los mejores trascendentalistas. Los devotos son representantes de la Suprema Personalidad de Dios, y para elevar a las almas condicionadas a su nivel original de conciencia, viajan por todos los universos iluminando a las almas condicionadas en el estado de conciencia de Kṛṣṇa. Los mejores devotos son ātmavat, los que han comprendido por completo al Alma Suprema. La Suprema Personalidad de Dios, en la forma de Paramātmā, está en el corazón de todos, tratando de elevarnos hasta el estado de conciencia de Kṛṣṇa. Por ello recibe el nombre de ātma-bhāvana. La Suprema Personalidad de Dios siempre está tratando de dar al alma individual la inteligencia para que Le pueda entender. Él acompaña al alma individual, siempre a su lado como un amigo, y proporciona a todas las entidades vivientes lo que necesitan, conforme a sus deseos.
En este verso es significativa la palabra ātmavatām. Hay tres clases de devotos, que son el kaniṣṭha-adhikārī, el madhyama-adhikārī y el uttama-adhikārī: el neófito, el predicador y el mahā-bhāgavata, que es el devoto muy avanzado. Ese devoto muy avanzado es el que conoce la conclusión de los Vedas en plenitud; de esa forma llega a ser devoto. En verdad, no solo está convencido por él mismo, si no también puede convencer a otros apoyándose en las demostraciones de los Vedas. El devoto avanzado, además, puede ver a todas las demás entidades vivientes como partes integrales del Señor Supremo, sin hacer diferencias. El madhyama-adhikārī, el predicador también está versado en los śāstras y también puede convencer a otros, pero él distingue entre los que son favorables y los que no lo son. En otras palabras, el madhyama-adhikārī evita a las entidades vivientes demoníacas; por su parte, el neófito kaniṣṭha-adhikārī no conoce demasiado bien el śāstra, pero tiene plena fe en la Suprema Personalidad de Dios. Los Kumāras, sin embargo, eran mahā-bhāgavatas, por que se hicieron devotos después de estudiar la Verdad Absoluta en todo detalle. En otras palabras, tenían conocimiento completo de la conclusión védica. En el Bhagavad-gītā, el Señor confirma que hay muchos devotos, pero aquel que está plenamente versado en la conclusión védica Le es muy querido. Todo el mundo está tratando de elevarse hasta la posición que según su mentalidad es la más elevada. Los karmīs, que están influenciados por el concepto corporal de la vida, tratan de disfrutar de la complacencia sensorial hasta el límite. Los jñānīs piensan que la posición más elevada es fundirse en la refulgencia del Señor. Para el devoto, la posición más elevada es predicar por todo el mundo las glorias de la Suprema Personalidad de Dios. Por lo tanto, los devotos son auténticos representantes del Señor Supremo, que viajan por todo el mundo como si lo hiciera el propio Nārāyaṇa, pues llevan a Nārāyaṇa en el corazón y predican sus glorias. El representante de Nārāyaṇa es como Nārāyaṇa, pero no hay que concluir, como lo hacen los māyāvādīs, que se han vuelto Nārāyaṇa. Por lo general los māyāvādīs dan a los sannyāsīs el tratamiento de Nārāyaṇa. Para ellos, basta con adoptar la orden de sannyāsa para ser igual a Nārāyaṇa o ser Nārāyaṇa mismo. La conclusión vaiṣṇava es otra, como lo afirma Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura:
sākṣād-dharitvena samasta-śāstrair
uktas tathā bhāvyata eva sadbhiḥ
kintu prabhor yaḥ priya eva tasya
vande guroḥ śrī-caraṇāravindam
En la filosofía vaiṣṇava, un devoto en como Nārāyaṇa, no porque se haya vuelto Nārāyaṇa, si no porque es el sirviente más íntimo de Nārāyaṇa. Esas grandes personalidades actúan como maestros espirituales para bien de la gente en general, y por lo tanto, se debe aceptar al maestro espiritual que predica las glorias de Nārāyaṇa como si fuera el propio Nārāyaṇa, y debe ofrecérsele todo el respeto que se debe a Nārāyaṇa.